Este 22 de marzo de 2025, se cumplen 46 años de la ejecución sumaria y extrajudicial de Manuel Colom Argueta reconocido académico, político revolucionario y el mejor alcalde de ciudad de Guatemala (1970-1974). Ejecutado a tempranas horas de la mañana del 22 de marzo de 1979 en la 5ª calle y 5ª avenida, zona 9 de la ciudad capital del país, por esbirros de la dictadura militar contrainsurgente del general Romeo Lucas García, para impedir que Meme fuera candidato a la presidencia de la República.

Después se supo que altos mandos militares confabulados con miembros de la élite nacional neofascista ordenaron su eliminación, pero los autores materiales e intelectuales siguen impunes.

Eliminaron al último líder nacional revolucionario e impidieron la oportunidad de lograr cambios para favorecer el progreso del país, empujar el desarrollo humano y  disminuir las desigualdades, discriminación y racismo. Hasta hoy y por mucho más tiempo, no hay político que se le compare, menos que lo supere.  Su eventual llegada al poder, amenazaba los intereses oligárquicos e impedía la candidatura del general David Cancinos Barrios, quien tenía ambiciones presidenciales.

El plan para liquidar a Colom Argueta lo dirigió el general Cancinos Barrios, en ese momento jefe del Estado Mayor del ejército y quien el día del operativo coordinó y observó la acción desde un helicóptero militar. Meses después, Cancinos Barrios murió en la zona 5 de ciudad Guatemala emboscado por  presuntos insurrectos. El llamado Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP), reivindicó la operación como respuesta por la muerte de Colom Argueta.

Me refiero a Colom Argueta como líder nacional revolucionario, por su trayectoria política, profesional, académica e intelectual siempre vinculada a luchas populares de sectores sociales históricamente desposeídos, excluidos, discriminados y marginados como, los pueblos indígenas, campesinos, trabajadores, por eso gozó de prestigio nacional e internacional pero sobre todo, de amplio reconocimiento y popularidad entre la población de todo el país, fueron razón principal para su eliminación física, porque se perfilaba favorito para ganar la elección presidencial en 1982.

Esas cualidades de Colom Argueta me constan en primera persona, tuve la oportunidad de acompañarlo en giras promoviendo su candidatura por todo el país. Soy uno de los fundadores del Frente Unido de la Revolución (FUR) el partido político que formó Colom Argueta, fui miembro de la Dirección Nacional como Secretario de Relaciones Internacionales, por eso hablo con propiedad de las cualidades humanas que distinguieron a Meme, un gran dirigente revolucionario.

Las nuevas generaciones tienen derecho a conocer la historia reciente, sobre todo de la política contrainsurgente, del terrorismo de Estado, violación sistemática de derechos humanos, crímenes de lesa humanidad y genocidio que tuvieron su mayor expresión durante el Conflicto Armado Interno, desarrollado en Guatemala durante treinta y seis años (1960-1996).

La aplicación de esas políticas tuvo alto costo social expresado en estadísticas de terror; más de 200 mil ejecuciones extrajudiciales, 45 mil desapariciones forzadas o involuntarias, 1 millón de desplazados internos, aldeas arrasadas, detenciones arbitrarias e ilegales, torturas, tratos crueles e inhumanos que practicaron las dictaduras militares con apoyo de las élites locales.

Las múltiples olas represivas selectivas e indiscriminadas desatadas por los regímenes militares tuvieron como estrategia desarticular organizaciones de todo tipo, eliminar a dirigentes y debilitar los movimientos sociales, políticos y populares opuestos al proyecto contrainsurgente. La represión golpeó a sectores y organizaciones sociales, religiosos, sindicalistas, campesinos, estudiantes, intelectuales, académicos, periodistas, obreros, maestros, políticos y pueblos indígenas; hombres, mujeres, jóvenes, niños y ancianos fueron objetivos directos.

El Estado debe impedir la repetición de episodios infortunados del pasado, así como, garantizar verdad y justicia para romper el muro de impunidad y esclarecer crímenes de Estado como el cometido contra Colom Argueta y otros miles que siguen impunes.

Factor Méndez

fmendez21@gmail.com

Defensor Derechos Humanos. Catedrático. Periodista/Escritor. Estudió Derecho, Derechos Humanos y Trabajo Social en Guatemala, Honduras y Costa Rica. Catedrático San Carlos y Rafael Landívar. Fundador Centro de Investigación, Estudios y Promoción de Derechos Humanos CIEPRODH. Autor de ensayos y artículos sobre temas sociales, políticos, memoria histórica y Derechos Humanos.

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