Factor Méndez

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Defensor Derechos Humanos. Catedrático. Periodista/Escritor. Estudió Derecho, Derechos Humanos y Trabajo Social en Guatemala, Honduras y Costa Rica. Catedrático San Carlos y Rafael Landívar. Fundador Centro de Investigación, Estudios y Promoción de Derechos Humanos CIEPRODH. Autor de ensayos y artículos sobre temas sociales, políticos, memoria histórica y Derechos Humanos.

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El título de hoy lo tomé del lema central que convocó al V Congreso Nacional de Organizaciones No Gubernamentales ONG, que se realizó en ciudad Guatemala del 24 al 26 de septiembre del presente año. Organizado por la Coalición del mismo sector integrada por: Asociación de Entidades de Desarrollo y de Servicios No Gubernamentales ASINDES, Colectivo por la Educación para Todas y Todos CETT, Coordinadora Institucional de Promoción por los Derechos de la Niñez CIPRODENI, Coordinación de ONG y Cooperativas CONGCOOP, Red Nacional por la Defensa de la Soberanía Alimentaria en Guatemala REDSSAG, Movimiento para el Desarrollo Regional Humano y Ecológico TZUK KIM-POP ALIANZA ESCAZÚ (Guatemala).

Estas siete organizaciones acordaron como objetivo a largo plazo: “Conformación de un actor sociopolítico que integre a las redes y coordinadoras de ONG de Guatemala. Conformar una alianza permanente y estructurada que pueda ser representante social y política del Sector ONG de Guatemala. Entablar diálogo con entes de gobierno e instancias de cooperación para participar de manera plena en la agenda de desarrollo nacional”.

La inauguración de este V Congreso estuvo a cargo de Karin Herrera, vicepresidenta de la República, la lección inaugural fue ofrecida por el Coordinador Residente de Naciones Unidas en Guatemala, por el representante del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la viceministra del Ministerio de Economía (Mineco). Las conferencias temáticas fueron desarrolladas por destacados académicos y analistas nacionales, así como expertos de ONU. Asistieron representantes de 60 ONG de Desarrollo que trabajan con comunidades de base en todo el país.

Como actividad previa, durante agosto de 2024 se realizaron precongresos regionales en Huehuetenango, Quetzaltenango, Chiquimula y Alta Verapaz respectivamente, que contaron con la participación de delegados de más de 150 organizaciones de todas las regiones del país.

El antecedente del quinto Congreso son los cuatro anteriores celebrados, el primero en 1994, luego en 2002 se realizó el segundo para analizar la Ley de ONG. El tercero se convocó en 2008 para discutir el Código de ética del sector y el cuarto se celebró en 2017, para consensuar el concepto de desarrollo.

Los ejes temáticos del quinto Congreso fueron: Análisis de situación nacional, modelo de desarrollo que queremos, democracia y derechos humanos, participación ciudadana, tendencias de cooperación externa, Ley ONG, indicadores de desarrollo humano, transformación del Estado, incumplimiento de Objetivos de Desarrollo Sostenible ODS, crisis climática e importancia de alianzas entre sujetos políticos para un desarrollo sostenible.

Entre las conclusiones adoptadas durante la clausura del V Congreso destacan: rechazo al modelo económico extractivista que “produce despojo, judicialización, muerte, corrupción e impunidad” y fuerte cuestionamiento al Sistema de Justicia, actuación de Corte Suprema de Justicia, CSJ, Ministerio Público, MP, criminalización de operadores de justicia, dirigentes sociales, liderazgos indígenas, campesinos, mujeres y periodistas, así como, la cooptación de instituciones del Estado.

Con relación al Estado y Gobierno exigen: Impulsar un modelo de desarrollo humano definido desde los pueblos que respete derechos humanos y se comprometa a impulsar democracia real, participativa y combatir la corrupción. Saludan la apertura al diálogo político.

Respecto a la conformación de nuevas Cortes de Justicia exigen al Congreso Nacional que las y los diputados, “seleccionen los perfiles profesionales más idóneos en materia de integridad, capacidad y vocación de servicio al país”.

También se dirigen al sector académico nacional al que recomiendan: Impulsar investigaciones orientadas al desarrollo humano integral, considerando la experiencia que poseen las ONG en el trabajo de campo en proyectos de beneficio social. En tal sentido, exigen a la Academia, “…ejercer un rol protagónico en la construcción de un pensamiento crítico, transformador, mediante la investigación científica y diseño de propuestas con enfoque social, que sirvan de base a soluciones sostenibles”.

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