Factor Méndez

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Defensor Derechos Humanos. Catedrático. Periodista/Escritor. Estudió Derecho, Derechos Humanos y Trabajo Social en Guatemala, Honduras y Costa Rica. Catedrático San Carlos y Rafael Landívar. Fundador Centro de Investigación, Estudios y Promoción de Derechos Humanos CIEPRODH. Autor de ensayos y artículos sobre temas sociales, políticos, memoria histórica y Derechos Humanos.

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En el marco de la 112ª. Conferencia anual de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) reunida del 3 al 14 del presente en Ginebra, Suiza, se presentó la onceava edición del Índice Global de Derechos laborales, publicado por la Confederación Internacional de Sindicatos (ITUC por sus siglas en inglés), que incluye a Guatemala en la lista de 10 países con las peores condiciones para los trabajadores. Estos son en orden alfabético: Bangladesh, Belarús, Ecuador, Egipto, Esuatini, Filipinas, Guatemala, Myanmar, Túnez y Turquía.

De la región de América Latina y el Caribe, solamente Ecuador Guatemala están incluidos entre los peores países en términos de irrespeto a los derechos laborales y al ejercicio de la libre organización y acción sindical.

El índice documenta violaciones a los derechos laborales reconocidos internacionalmente, cometidos por Gobiernos y empleadores en 2023. Recuerda que, en el período varios sindicalistas fueron asesinados en Bangladesh, Colombia, Corea, Filipinas, Guatemala y Honduras.

En el apartado sobre Guatemala, indica que este país está plagado de una prolongada “violencia endémica contra los trabajadores” y que participar en las más básicas actividades sindicales, “representa un asunto de vida o muerte”. Señala que los gobernantes han fallado en otorgar protección a los sindicalistas o investigar y perseguir los crímenes antisindicales. Mientras que, los empleadores tienen libertad de reprimir la organización sindical y practicar despidos ilegales.

Como ejemplo, el caso de la dirigente sindical Doris Lisseth Aldana Calderón, quien el 4 octubre de 2023, “fue brutalmente asesinada mientras caminaba de su casa al trabajo en la región bananera de Izabal”. Ella era líder del Sindicato de Trabajadores Bananeros de Izabal (Sitrabi) y miembro del Comité sindical de mujeres. Era una de dos representantes sindicales de su centro de trabajo, Bandegua, una subsidiaria de la transnacional Del Monte. La otra representante fue despedida en septiembre de ese año. Según la ITUC, en Guatemala los sindicalistas viven en una atmósfera de temor e intimidación. Entre asesinatos, amenazas de muerte y represión sindical.

Me parece que, en ese contexto, es fácil deducir que hasta 2023 no existían garantías para el ejercicio de derechos laborales. Los trabajadores están expuestos, desprotegidos y vulnerables a abusos, criminalización, inseguridad laboral, sobreexplotación, bajos salarios. Bloqueo a libertad sindical y derecho de sindicación. En suma, sistemática violación de derechos humanos.

A partir de enero de 2024, en Guatemala hay un nuevo Gobierno progresista de Bernardo Arévalo, se confía avanzar en observancia y respeto de estas libertades y derechos fundamentales, como lo ha reiterado el gobernante. La percepción es de signos efectivos para la clase trabajadora, la muestra es que en los primeros cinco meses de Gobierno se autorizaron 28 nuevos sindicatos, de los cuales 20 son municipales, 5 del sector privado y 3 de trabajadores gubernamentales.

Si las acciones del nuevo Gobierno se orientan a respetar los derechos laborales, los Convenios internacionales de trabajo y buenas prácticas de justicia laboral, se podría contribuir a mejorar la imagen negativa de país que se tiene desde el exterior.

Por otra parte, Marcela Arellano Villa, dirigente de la Confederación Ecuatoriana de Organizaciones Sindicales Libres, denunció ante la Comisión de Aplicación de Normas de la OIT, el incumplimiento sistemático del Convenio 87 sobre libertad sindical y protección del derecho de sindicación en Ecuador, país latinoamericano que junto con Guatemala y ocho más fueron denunciados ante la OIT, calificados de ser los “peores” para los trabajadores.

Arellano agregó que las restricciones a la libertad sindical, las prácticas antisindicales como la división de organizaciones, la organización de sindicatos patronales, la persecución y acoso contra dirigentes y trabajadores organizados, inhiben el desarrollo de la organización sindical.

Otro dirigente sindical ecuatoriano, Marcelo Di Stefano, representante de la Confederación de Trabajadores de las Universidades de las Américas (CONTUA) manifestó: “Ecuador es un incumplidor serial y consuetudinario de las Normas Internacionales del Trabajo”. Citó como prácticas antisindicales la dificultad para crear sindicatos, la negativa del derecho de sindicalización de los trabajadores del sector público y la falta de negociación colectiva.

Cualquier parecido con la realidad de Guatemala, es simple coincidencia.

Fuente: 112ª. Conferencia OIT. Latam Gremial.

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