“Tenemos derecho, como pueblo sobreviviente, a que quede un relato de nuestra historia. Va a quedar como un material histórico para nuestros hijos. Un día nos vamos a morir, pero nuestro ejemplo y nuestras huellas se van a quedar.”
María Teresa Aguilar, dirigente indígena. Del libro: “No regresar al pasado.” Guatemala, 2023.
El título de esta columna lo tomé del libro del mismo nombre, escrito por María Adelaide Menting, quien rescata testimonios de mujeres guatemaltecas indígenas y ladinas refugiadas en México durante el Conflicto Armado Interno (CAI). Menting es Trabajadora Social y reside en los Países Bajos. En Guatemala la editorial Piedra Santa, publicó la segunda edición el pasado marzo de 2023.
En la década 1989-1999, Menting trabajó en los campamentos de refugiados guatemaltecos ubicados en el sur de México, luego con las cooperativas de retornados de Ixcán, Quiché y Petén en el norte de Guatemala. La autora narra que, en 1999, las mujeres refugiadas integradas en la Asociación de Mujeres Guatemaltecas Ixmucané, le solicitaron que, “escribiera sus historias como herencia para sus hijos.” Con ese propósito realizó 59 entrevistas a igual número de refugiadas y como ella lo afirma, “…escuchó sus historias, sus llantos y sus risas.”
El libro recoge las voces de mujeres campesinas, indígenas y sobrevivientes del CAI. Dice la autora que, “Abarca casi cien años de historia de la mujer, En diez capítulos cronológicos las mujeres hablan de su vida como niñas, adultas y ancianas en los lugares donde nacieron, del trabajo en las fincas, de la colonización de Ixcán y Petén, de la llegada de la guerra y la sobrevivencia en la montaña, del refugio en México y del retorno a Guatemala.”
Explican por qué abandonaron su país, las migraciones por la pobreza, la búsqueda de tierras para sobrevivir, la violencia del Estado y la guerra. La huida para salvar sus vidas de la represión del ejército y ocultarse en la tupida vegetación de la montaña. Relatan la experiencia en el refugio de Chiapas, México y el proceso de retorno a Guatemala después de varios años de exilio.
Es una reconstrucción de hechos vividos, un rescate de la memoria histórica y como dicen ellas, “una historia para que sea escuchada y para que no sea tapada por el silencio, el olvido y la marginación.”
Este brevísimo comentario que hago sobre el libro “No regresar al pasado”, cuya lectura recomiendo y como dije antes se presentó en Guatemala el año pasado; lo relaciono con la toma de posesión del binomio presidencial guatemalteco de Bernardo Arévalo de León y Karin Herrera, quienes después de un extenso y tortuoso proceso de transición asumieron sus altos cargos el 14 de enero para el período 2024-2028.
El título de este libro resume la voluntad soberana y mayoritaria de la ciudadanía y población guatemaltecas quienes, en las recientes votaciones generales del 2023 eligieron la opción progresista y anticorrupción para iniciar un proceso que popularmente denominan “la nueva primavera”, en la que los pueblos tienen grandes esperanzas con el nuevo Gobierno.
Ahora es la oportunidad de no regresar al pasado, ese debe ser el compromiso ciudadano. Continuar lucha contra corrupción e impunidad, desalojar a redes del crimen organizado que cooptaron el Poder Público, fortalecer organización y participación ciudadana, consolidar el Estado de derecho y construir democracia participativa.
