Factor Méndez Doninelli
Fray Diego de Landa Calderón fue un sacerdote franciscano, que ordenó a los soldados españoles quemar todos los símbolos, objetos sagrados de todo tipo, documentos y los invaluables Códices Mayas que contenían el relato de la historia de vida, costumbres, usos, normas de convivencia y estructura política, social, económica y cultural de la civilización Maya, por considerar que eran “cosas del demonio,” contrarios a la fe cristiana.
Sucedió hace 458 años en Maní, Yucatán, la noche del 12 de julio de 1562, en pleno auge de la Inquisición española. Aquel funesto día, no menos de 40 códices fueron incinerados en una gigantesca hoguera, ese acto de barbarie fue una salvajada irreparable, se perdió toda la historia de los orígenes, la identidad cultural y el desarrollo civilizatorio de los Mayas.
Las crónicas de la época cuentan que, muchos indígenas se suicidaron después de presenciar la quemazón de sus símbolos sagrados; otros miles fueron detenidos, torturados y ejecutados por resistirse a ser dominados. Se afirma que, aquel acto fue a espaldas de las autoridades superiores de la iglesia católica y que, la quema de los objetos sagrados de los Mayas fue un abuso de autoridad. Diego de Landa fue devuelto a España para comparecer a juicio por las atrocidades cometidas, pero fue absuelto de todos los cargos, se impuso la impunidad.
Los invasores españoles llegaron a Mesoamérica, sometieron y dominaron por la fuerza a los habitantes de los pueblos originarios, los despojaron de sus tierras y territorios, destruyeron todos los monumentos y objetos sagrados de los Mayas.
El Consejo de Ancianos Waxq´ib q´ojoom de Toronto, sede Guatemala. Invita a la ceremonia Maya para honrar a los más de seis mil Mayas, asesinados antes del Acto de fe de Maní Yucatán en 1562, cuando fueron destruidos cientos de códices y artefactos mayas. Escuela agroecológica U Yitz K´aan en Maní Yucatán. 18:00 horas. 12 de agosto 2022.
Por otra parte, Este año se celebra el centenario del nacimiento de Yuri Valentínovich Knórozov, que ocurrió en la ciudad de Yuzhni, Ucrania el 19 de noviembre de 1922. Knórozov, es el científico ruso que descifró la escritura Maya tallada en esculturas y en pictografías de los únicos tres Códices conocidos que sobrevivieron a la barbarie y ahora, están en posesión de otros países que los exhiben en sus museos nacionales. Su obra más reconocida se denomina “La escritura de los indígenas mayas, “publicada en 1963.
La conmemoración del centenario de nacimiento de Knórozov, será simultánea en Rusia y en México y tiene carácter de Estado. Una iniciativa similar debería impulsar el Estado guatemalteco, gobernantes, Congreso Nacional, instituciones académicas, organizaciones científicas y culturales, pueblos originarios y autoridades indígenas ancestrales.
Insto al Ministerio de Cultura y Deportes del Gobierno de Alejandro Giammattei, a tomar la iniciativa y promover un programa conmemorativo que, exprese el reconocimiento del Estado y pueblo guatemaltecos a este científico ruso que hizo valiosos aportes científicos, culturales e históricos inéditos para la memoria histórica del país.
Sumarse a esta conmemoración, es reconocer los aportes de Knórozov al descifrar la escritura Maya, una civilización milenaria de ancestros que prosperó en Mesoamérica hace más de dos mil años.
Trivias finales. ¿Por qué se rasgan las vestiduras, incomodan o se sienten ofendidas algunas personas, porque presuntos “desconocidos” decapitaron el monumento a la reina Isabel, la católica, situado en el parque del mismo nombre? ¿Acaso no fueron los mismos invasores españoles, quienes hace más de quinientos años, dieron el ejemplo al destruir los monumentos Mayas? ¡Piénselo!