Factor Méndez

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Defensor Derechos Humanos. Catedrático. Periodista/Escritor. Estudió Derecho, Derechos Humanos y Trabajo Social en Guatemala, Honduras y Costa Rica. Catedrático San Carlos y Rafael Landívar. Fundador Centro de Investigación, Estudios y Promoción de Derechos Humanos CIEPRODH. Autor de ensayos y artículos sobre temas sociales, políticos, memoria histórica y Derechos Humanos.

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Factor Méndez Doninelli

La tarea del periodista como cualquier otro ejercicio profesional está guiada por principios, reglas y normas que crean deberes de cumplimiento obligado a quienes ejercemos ese quehacer. Uno de los deberes del periodista es transmitir la verdad de los hechos tal y como suceden o sea trasladar información objetiva sin parches, sin sesgos ideológicos o políticos, sin falsear o torcer la realidad de los hechos. Ergo, contar la verdad es un deber del periodista.

Hablo de esto a propósito de los sucesos en la Europa del Este por el conflicto armado entre Rusia y Ucrania, que desató el enfrentamiento bélico de dos ejércitos opuestos y también la guerra mediática en la cual los países occidentales encabezados por el Gobierno estadounidense EE. UU. y los miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte OTAN, quieren imponer su verdad sobre esos acontecimientos, con argumentos que satanizan al Gobierno de Rusia y victimizan a su homólogo de Ucrania. Todo porque Rusia reclama amenazas a su seguridad nacional debido a que el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, viola los acuerdos de Minsk al insistir en ingresar a la OTAN. No se olviden que hace sesenta años (1962), los EE. UU. hicieron el mismo reclamo a la antigua Unión de Repúblicas Socialista Soviéticas URSS, por la instalación de misiles nucleares de alcance medio en Cuba, lo que desató una crisis mundial y colocó al borde de un enfrentamiento nuclear a las dos potencias de ese entonces.

Ahora es tal el afán de distorsionar, falsear y mentir sobre la verdad de los hechos que los Gobiernos de EE. UU. y Europa bloquearon publicaciones y agencias noticiosas rusas como Russia Today RT, la revista Sputnik y otras que se leen en Europa, América Latina y Asia. Con ese bloqueo, estos Gobiernos violan libertades de expresión, pensamiento, información y prensa, así como el derecho humano a ser informados con objetividad, no con verdades a medias o mentiras prefabricadas, como cuando el Gobierno de EE. UU. aseguró que en Irak había armas de destrucción masiva, que resultó ser una tremenda mentira y que usaron como pretexto para bombardear e invadir ese país, para luego derrocar al régimen. Eso mismo lo han repetido innumerables veces en otros países.

Las violaciones a esos derechos y libertades que hoy cometen los Gobiernos citados deben ser repudiadas y rechazadas. La humanidad tiene derecho a la información veraz e imparcial, es un derecho humano fundamental y universal.

Lo claro en este conflicto ruso ucraniano es que, las causas que originan el enfrentamiento son históricas, que no responden a cuestiones de derecha o de izquierda, que tiene raíces xenofóbicas, antecedentes de actos violentos de segregación étnica contra la población rusa, entre estos las masacres de miles de civiles en la región de Donbass en 2014.

No perder de vista que en esta guerra se suman por ambos lados, los grandes intereses capitalistas neoliberales, que se disputan el control de los ricos recursos naturales que posee Ucrania y la hegemonía global. En el tablero de la geopolítica mundial el interés de los Gobiernos occidentales es debilitar la influencia de Rusia y de China para atenuar sus economías.

Con el propósito de evitar una escalada del conflicto, los dos países Rusia y Ucrania instalaron una mesa de negociaciones que ha cumplido sus primeras rondas en la región bielorrusa de Brest, fronteriza con Polonia. Es cierto que la guerra cualquiera que sea su causa o sus formas no es deseable, menos en estos tiempos en los que al menos una decena de países poseen armamento nuclear y que de antemano se sabe que su eventual uso, puede desatar la extinción de la humanidad, el fin del ser humano en este planeta.

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