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Seguimos con los relatos. La Compañía Importadora de Automóviles, S.A. (CIDEA), fue fundada en escritura pública número 137 de fecha 3 de junio de 1946, autorizada en la Ciudad de Guatemala por el notario Manuel Soto Marroquín. En mi columna del 12 de marzo de 2025, en la data hubo un error que dice: “fue fundada en el año 1948”. Y lo correcto es 1946. Y los tres accionistas, promotores y fundadores: Emilio Posse Mendive, André Deslonde Clerk Seixas y Minor Keilhauer Ferrer.

En esta saga existieron acontecimientos, narraciones o crónicas, hay historia oficial, pero existen algunas interpretaciones, sesgadas, parciales y unilaterales; y se los diré después. Esta narrativa, la elaboró y construyó mi amigo marista Meme Hernández Valenzuela. Dice Meme: “Un poco de historia real de esta empresa, está donde se llamaba “en la cuchilla” del terreno que ocupaba CIDEA, estaba ubicada entre la 10a. avenida y “la Calle de La Barranquilla”, que es la avenida que pasa atrás del Liceo Guatemala, en la zona 5. Dicha área se la vendió don Víctor Durán (padre de Víctor Durán Samarruco, más conocido como “Chirula”), a la sociedad CIDEA. Es del caso mencionar que don Víctor Durán era hijo del general Víctor Durán, quien en tiempos del presidente Estrada Cabrera, era el Jefe de las Fuerzas Armadas de Guatemala, o sea el Ministro de la Defensa de aquellas épocas. Es importante mencionar que don Víctor Durán, le regaló al Liceo Guatemala, la mitad del terreno que actualmente ocupa dicha Institución Educativa. ¡Qué gesto tan noble el del señor Durán!”

Y seguimos con estos relatos del negocio automotriz en Guatemala de Hernández Valenzuela, el comercio de la importación de vehículos en Guatemala, estuvo durante muchos años representado por un grupo pequeño de “agencias” que atendían la demanda nacional. Las principales agencias eran las siguientes: “CIDEA: con varias marcas y líneas de la General Motors, FISHER & CIA; Con la gran gama de líneas bajo la marca FORD y M.A. NICOL; Con las marcas DODGE, PLYMOUTH, CHRYSLER, COFIÑO STAHL; Con las líneas TOYOTA y algunas marcas de la GENERAL MOTORS. A mediados de los 60s, aparecieron los autos japoneses de las marcas Datsun y Toyota y otras marcas japonesas como Mazda y otras líneas también del Japón, con lo cual transformaron todo el mercado automotriz, tanto a nivel mundial como local. CIDEA se fortaleció mucho con la mezcla de productos que vendía, como los de la GENERAL MOTORS, entre los que sobresalen: CHEVROLET, GMC, BUICK, PONTIAC, OLDSMOBILE, OPEL (Cadet, alemán), SATURN, VAUXHALL (inglés), HOLDEN (Chevrolet de Australia), CORVAIR (de Chevrolet), Renault, francés y otras marcas.

Luego se fortalecieron aún más con la vasta gama de DATSUN. (Posteriormente se convirtió en la NISSAN). El mercado de los autos americanos empezó a declinar por lo pesados y grandes que eran y por el alto consumo de combustible. Los automóviles japoneses muy innovadores, de menor peso y tamaño y muy económicos, pronto se adueñaron del mercado nacional de automóviles.

FISCHER & Cía. reaccionó, aunque tardíamente, comenzaron a comercializar marcas japonesas tales como: MITSUBISHI, HONDA, SUBARU y la línea mediana de la FORD (Ford Cortina, GHIA y ESCORT, etc.) Esta reacción le ayudó bastante al grupo FISCHER & Cía. y aprovecharon el boom del mercado para consolidarse en Guatemala”.

Posteriormente, en los 90s, el grupo FISCHER & Cía., tuvo serios problemas gerenciales y estratégicos, entre los cuatro hermanos, y si a eso le agregamos las pérdidas sufridas con Multibanco en operaciones mal planificadas, agregándole el problema que tuvieron por sus acciones en el Banco del Café, S.A. lo que les hizo perder muchos recursos económicos, llegando a quebrar financieramente, por lo cual terminaron vendiendo sus participaciones y representaciones de las marcas antes mencionadas, a otros grupos financieros centroamericanos, que entraron con mucho vigor y excelente estrategia en el mercado automotriz nacional.

Y retomando el tema CIDEA, es del caso mencionar que Julio Lowenthal Foncea, quien durante muchos años fue el Gerente General de CIDEA. En alguna época los accionistas y los ejecutivos llegaron con trabajo y creatividad a niveles extraordinarios, en su oportunidad vendió su mayoritaria participación en CIDEA, siendo más accionistas. Y luego Enrique Lowenthal Arceyuz se hizo Gerente General, pero hubo un impacto, porque está casi ahora prófugo por la quiebra del Banco del Comercio. S.A. el 12 de enero de 2007 y otros fugitivos: Jorge Ibarra Iglesias; la abogada Claudia María Robles Morales, representante legal de Organizadora de Comercio (OC) offshore; Berta Mireya Fuentes Putzeys de Abularach y Willy Zapata Sagastume, ex Superintendente de Bancos (SP). Luego murieron y fueron prófugos: Carlos Enrique Abularach Zablah, falleció en un hospital privado en el año 2012 y fue corroborado por las huellas dactilares y Rodolfo Morales Taracena, ex directivo del Banco de Comercio murió el 4 de noviembre de 2018. Y también estuvo en este Banco (BC), un tipo sórdido y corrompido que trabajó con grupos financieros, a quien decía que varios sectores señalan la existencia de capitales ilícitos en la economía guatemalteca y se supo que en esa época era una posibilidad y fue extraña procedencia patrimonial. Este tipo era asesor y de seguro, servía y trabajó en el Banco de Comercio para “dar estados financieros falseados”, cuando algunos amigos en la Superintendencia, así armaron pasteles falsos. Pero cuando el Banco quebró, él nunca apareció, ni como asesor, mucho menos figurar en nómina de empleados y hasta salió diciendo: “Que esos ladrones de cuello blanco debería caerles todo el peso de la Ley…”. Luego les diré el nombre de este sujeto, quien fue muy listo.

Y retomamos, “la empresa Cofiño Stahl se tuvo que hacer cargo de las operaciones de CIDEA, en lo que los automóviles de GENERAL MOTORS se refiere, poniendo punto final a todo un capítulo de la historia del país, porque desde el año 1946 hasta el año 2007, fueron muchos clientes satisfechos de CIDEA, dejando un vacío en el negocio de los automóviles de Guatemala. En estas crónicas seguiremos con CIDEA y el Banco de Comercio”. (CONTINUARÁ).

Flaminio Bonilla

Abogado, escritor, comentarista, analista de prensa, columnista en “Siglo XXI” de 1991 y luego en La Hora del año 1991 a la fecha con mi columna “sin esconder la mano”. En la política nacional fue miembro del Partido Democracia Cristiana Guatemalteca, su Vicepresidente del Consejo Político Nacional y Director Nacional de la “Organización Profesional Demócrata Cristiana”. Soy un hombre de izquierda y soy socialdemócrata. Fui Registrador General de la Propiedad del 1982 al 1986; Registrador Mercantil General de la República del 1986 al 1990 y luego 15 años Representante Judicial y Consultor Jurídico del Registro Mercantil. Ha sido profesor universitario en la Facultad de Derecho de la USAC y en la Facultad de Derecho de la Universidad Rafael Landívar. Especialista en Derecho Mercantil Corporativo y Constitucional. Soy graduado en Guerra Política del Colegio Fu Hsing Kang de Taipéi, Taiwán.

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