Flaminio Bonilla Valdizón
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Amigos quienes me leen, con mis lectores y en las redes sociales, el 13 de agosto de este año terminé la parte IX) de estas leyendas reales con anécdotas en esta saga con mi padre y yo; las interrumpí por otras columnas publicadas por otros temas. Y ahora seguimos con la parte X) para hablar esta digresión que resulta ineludible para situar la figura de mi amigo sociólogo Luis Raúl Robles Bercían (RIP). Algunos adolescentes como yo, teníamos siempre incierta con esta voraginosa, turbulenta y precipitada esencia. Porque como les dije, desde patojo era un joven beligerante, combativo, polémico y argumentativo. Fuimos grandes amigos, Raúl me dio esta misiva en diciembre de 2013, dice así este mensaje: “Estimado Flaminio, gracias por decir que lo que muchos quisieron decir y hacer en su momento o ahora, vos siempre fuiste claro, directo, rebelde y confortativo, lo soltabas todo sin tapujos y sin acomodamientos. Te recordáis cómo te aconsejamos que tuvieras cuidado, pero vos eras tan auténtico que todo te valía madre. Afortunadamente no te asesinaron. Hemos comentado tu libro con los compañeros de antaño y te reiteramos nuestra gratitud por recordar a muchos de los amigos y camaradas caídos en la insurgencia y a nuestros pensadores. . . “ . . . “Un solidario abrazo en nombre de todos los que te queremos y como decía el Chino, “hasta la victoria siempre.” Luis Raúl. Guatemala, diciembre 2013.
Hicimos muchas cabronadas desde jóvenes en la cofradía de Derecho en la USAC; y también desde adultos con algunas pendejadas. Me recuerdo como que fuera hoy el “Acto presentado por los alumnos de la Facultad de Derecho”; con Raúl, este columnista y con los muchachos, estas anécdotas de la Velada Universitaria en el Cine Lux y la Huelga de Dolores. Esto fue exactamente el 20 de marzo de 1970 en el Desfile Bufo, los estudiantes de Derecho, una obra imitó esa comedia esta parodia en la Escuela Politécnica con los Cadetes; fue totalmente exagerada, cómica, con sátira, burlas y bufonadas. Fuimos dieciséis actores con este reparto: 11 aspirantes de cadetes, 1 teniente, 1 coronel, 1 estudiante y 2 sargentos. Teníamos un vestuario: el coronel con traje completo de militar; faltas rojas, guerrera gris con dos cinchos blancos cruzados, con seis botones dorados, birretes rojo y azul; estudiante con ropa corriente y un suéter que tenía una U; el teniente igual que los cadetes sólo que con sus respectivos galones y su sable y los sargentos con ropa de militar. Nosotros éramos parte de -La Generación del 60ª. al 70ª del Aula “Doce de Abril” en Derecho de la USAC-. Porque aquí estuvo la prensa nacional e internacional con fotografías en Prensa Libre, Diario El Gráfico, “El Universitario” y “El Derecho” Periódico Órgano de Divulgación de “Asociación de Estudiantes de Derecho” de la USAC. Por esto “ yo no me arrepiento de nada”, lo que he hecho en mi vida, desde que era un “peque” encontré la figura, la risa, una flor y otra savia me regó con este patojo y ahora un adulto viejo. Por ello ratifico y confirmo soy un tipo común, un hombre revolucionario, rebelde, insurrecto, algo burgués, un poco jurista, totalmente político, un escritor, un poco poeta, algo loco y nihilista.
En diferentes épocas había sátiras contra los militares “chafas” las parodias eran casi iguales; otros en 1944, 1945 y 1950; y los de 1970 al 1980. Por ejemplo en la Huelga del 20 marzo de 1970 de la Velada del Teatro-Cine Lux, los actores hablan con diálogos con “sketchs” y conversaciones entre dos o más personajes, con el intercambio de la comunicación; en otras si hubo música, por ejemplo la Huelga del año 1947 fue histórica en la Velada Estudiantil, “unos estudiantes de medicina presentaron un número en el que se hacía burla de los militares y en particular de los cadetes de la Escuela Politécnica, quienes, entre otras mojigangas, cantaban a coro, con la música de una ronda infantil: «Los cadetes dicen pío, pío, pío, cuando tienen hambre, cuando tienen frío…», para terminar clamando: «Y aunque no lo crean, somos los campeones, entre los huevones, pío, pío, pío.» A pesar del estilo ingenuo del número, algunos oficiales treparon al escenario para interrumpirlo y uno de ellos lanzó una bomba lacrimógena. . . “enterrar La Huelga”, de suerte que, sin renunciar al desfile, ordenaron prescindir de todos los números satíricos, pedir al estudiantado que marcharan en silencio, vestidos de luto, escoltando un féretro que, juntamente con el No Nos Tientes, se enterró frente a la Facultad de Medicina.”
Terminó la parte X) recordando una vieja columna, hablando de una mujer de los años 20, icono de la provocación, quién fue Tallulah Bankhead. Esta fémina que fue una de las grandes inspiraciones para crear a una de los villanos, como nosotros en Escuela de Derecho, porque fuimos memorables en el “Aula Doce de Abril”; porque como la Bankhead su gran fama no se debía únicamente a sus grandes dotes interpretativas, también como nosotros con algo de su carisma. Esa Huelga fue polémica que generó muchas cosas, porque éramos jóvenes míticas.
Este pequeño prefacio con esta narrativa de la Huelga de Todos los Dolores, leyendo y diciendo que nosotros “los muchachos”, “las panas” de nuestra Escuela de Derecho, repetimos lo mismo con esta esencia natural, unos vivaces estudiantes adolescentes, como Tállala Bankhead quien dijo esto: “ . . . si pudiera volver a la juventud, cometería aquellos errores de nuevo, solo que más temprano.” CONTINUARÁ