Flaminio Bonilla

Abogado, escritor, comentarista, analista de prensa, columnista en “Siglo XXI” de 1991 y luego en La Hora del año 1991 a la fecha con mi columna “sin esconder la mano”. En la política nacional fue miembro del Partido Democracia Cristiana Guatemalteca, su Vicepresidente del Consejo Político Nacional y Director Nacional de la “Organización Profesional Demócrata Cristiana”. Soy un hombre de izquierda y soy socialdemócrata. Fui Registrador General de la Propiedad del 1982 al 1986; Registrador Mercantil General de la República del 1986 al 1990 y luego 15 años Representante Judicial y Consultor Jurídico del Registro Mercantil. Ha sido profesor universitario en la Facultad de Derecho de la USAC y en la Facultad de Derecho de la Universidad Rafael Landívar. Especialista en Derecho Mercantil Corporativo y Constitucional. Soy graduado en Guerra Política del Colegio Fu Hsing Kang de Taipéi, Taiwán.

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Flaminio Bonilla Valdizón

flamabonilla@gmail.com

Seguimos como les dije en mi columna del 24 de septiembre de 2021. Fue lo que pasó con mi papá un julio de 1954, vinieron dos patojos estúpidos, arrogantes y prepotentes del MLN les dijo que Bonilla Issacs era comunista y llegaron los policías de (PN) detuvieron a mi padre y estuvo 37 o 38 en la cárcel, como dicen en este -caló- “chirona”, mi progenitor estuvo preso.

Como estamos recordando varias anécdotas, este columnista estuvo como rehén el 31 de octubre de 1981, como dijo este gran amigo y camarada, quien hizo una Semblanza de este autor en uno de mis libros: dijo “el Gordo” Dr. Roberto Orellana Castañeda (RIP), ex–Presidente de la AEU, ex-Presidente de la Asociación de Estudiantes de Medicina, ex–Presidente del “Honorable Comité de Huelga de Dolores y Miembro del Consejo Superior Universitario de la Usac; el mismo “mi pana” Roberto de este relato, unos fragmentos de este panegírico: “otro episodio que marcó su vida; regresando en automóvil de Tapachula en compañía de un compañero de trabajo pasó al municipio de El Tumbador, San Marcos, cuando lo detuvo en un retén, lo que a él de momento le pareció un comando de soldados; le pidieron que saliera del vehículo y se identificara; Flaminio les entregó su licencia de conducir, la tarjeta de circulación del vehículo, pero cometió la torpeza de sacar una credencial extendida por el Ministro de la Defensa Nacional, donde le autorizaba a portar todo tipo de armas; en ese momento el quien para él era un soldado, le dio de inmediato un culatazo en la espalda con un fusil AK-47, le tiro para dentro del carro y cayó sobre la consola del mismo, golpeándose la boca y los labios, sangrando profusamente; fue hasta ese momento que se percató que tenía ante él a un Comando Guerrillero; luego le dijeron que no eran soldados, sino miembros del ORPA y le tomaron de rehén, llevándole a la cárcel local, en donde se encontró con unos policías desarmados encarcelados; luego lo sacaron de la carceleta y le dijeron que fuese al parque a escuchar el mitin, así lo hizo y entonces los lugareños le contaron que los guerrilleros estaban buscando al Comisionado Militar para matarlo, ello hizo que a Flaminio le entra un pánico y miedo tremendo porque al encontrarle a él una credencial del Ejército seguramente le ajusticiarían. Al concluir el mitin, uno de los dirigentes del Comando Guerrillero le ordenó que les acompañara, cuando abandonaron el pueblo, caminó con ellos un largo trecho que calculó en unas 2 o 3 horas –le habían quitado su reloj– por los campos y pastizales aledaños a El Tumbador; de pronto hicieron una parada para descansar probablemente otra hora y luego uno de los guerrilleros se le acercó y le dijo “no vuelvas nunca a cometer esta estupidez”, le devolvió sus papeles, su reloj y le dijo que podía marcharse indicando por donde era el camino de retorno a El Tumbador. Flaminio estuvo seguro que en ese Comando Guerrillero de la ORPA iba alguno de sus compañeros de colegio marista o de aula universitaria o quizá algún su ex–alumno de la Facultad de Derecho de la Usac y que ello le salvó la vida.”

Es parte de ese relato, por ello yo tuve muchos amigos y familias, jóvenes rebeldes guerrilleros de las FAR, ORPA, EGP, URNG y muchos militares y civiles contra el gobierno del General Miguel Ydígoras Fuentes, esos militares se sublevaron el 13 de noviembre de 1960, que fue la génesis de las FAR, esos insurgentes le dieron el nombre “Logia del Niño Jesús”. De las Fuerzas Armadas Rebeldes (FAR) es mi tía Chiqui –Marta Aurora de la Roca–, y de ORPA mi primo Mariano Bonilla Barillas (RIP) cayó en un retén de la policía en la Calzada Aguilar Batres, estada con Luis Ixmaté (RIP) y también abatido, era cofundador de la ORPA, murieron el 20 de junio de 1979. Ahora ya no hay guerra, pero siempre existe la injusticia, siempre estarán los cínicos, los fariseos y los prepotentes, y todos con la corrupción y con un país, sus sistemas opresivos y conculcados. Continuará.

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