Flaminio Bonilla Valdizón
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Un homenaje al doctor José “el Sordo” Barnoya García. La Chalana y Guatemala está de duelo y la Huelga de Dolores está de luto. Este güizache columnista que fue mi amigo con este mata-sanos practicantes y estamos “en sonora carcajada prorrumpid ja ja ja.”. Se nos fue Chepe, un “pana”, un “cuate”, jodón, escritor, poeta, prosista, un político honesto, con un gran talento y mucha inventiva, humorista, ingenioso, un patojo “chispudo”. Estás iluminando y encendiendo que eres igual para vos amigo, que hemos sido adictos y escoltamos utopías, mitos, quimeras o sueños o como quiera llamársele, que somos partícipes del nacimiento de una sociedad redimida, más justa, cristiana, humana y solidaria. Que fue Chepe un intelectual, un pensador, un revolucionario democrático, consecuente y propositivo; fue un rebelde, conspicuo, luchador y reputado insurrecto con su pensamiento con su pluma y su ciencia. Chepe fue un ser humano trascendente y brillante “de los de siempre”, con las causas modestos y humildes, un hombre bienhechor y bondadoso, comprensivo y generoso con esta clases populares con sus luchas reivindicativas, coherente y justicieras. Un hombre recto, incorruptible e íntegro.
Este columnista tuvo el honor de que prólogo mi libro “ . . . y que mi canto llegue”, un fragmento de este preámbulo: “ . . . “un abogado sancarlista por nombre Flaminio Bonilla Valdizón . . . me entregó un legajo voluminoso con la petición para que me hiciera el prólogo de su libro. Cuando espigué entre sinfín de poemas, relatos y artículos en prosa, me confesé incompetente para escribir lo que Flaminio me pedía y lo coloqué bien arropado entre versos, novelas y ensayos que animan mi desordenada biblioteca”. “Días después recapacité y me propuse escribir dicho prólogo, olvidando mis limitaciones. Escuché por primera vez el apellido Bonilla allá por 1944, cuando ingresé al Instituto Nacional Central para Varones para estudiar el bachillerato en Ciencias y Letras. Muy lejanos veríamos entonces a los estudiantes de último año entre los discurrían: Pancho Villagrán, Adolfo Mijangos, Roberto Morales, Milton Zepeda, Aníbal Ponce, Ángel Valle, Hiram Sosa, y hermanos como los Bonatti y los Bonilla de nombres llamativos: Atilio y Flaminio. Es pues de esa estirpe que procede de Flaminio, que no fue un personaje y corriente durante su paso por la tricentenaria Universidad de San Carlos; pues además de ser buen estudiante participó activamente en las actividades políticas de la Asociación de Estudiantes Universitarios y la centenaria Huelga de Dolores, ahora patrimonio intangible de este “país de traidores” como canta la nonagenaria Chalana.” “No contento con su carrera universitaria de Abogado, Flaminio ha seguido participando en la vida universitaria y política, aportando con su poesía y su prosa relatos, denuncias y poemas que muestran la vida azarosa, tormentosa y afrentosa de esta tierra irredenta. Aparecen en su libro . . . sinnúmero de poemas que retratan a sus amigos, a nuestros mártires y esa cruda realidad de esta oprimida, desnutrida y entelerida patria. A lo largo de su lectura no encuentro un poema predilecto: discurro desde Yo protesto, hasta no Callarán nuestras conciencias, pasando por el Ángel Sucio hasta llegar hasta La Muerte. Desde la primera página hasta la última, me encuentro con versos que asombran. Como fogonazos de nostalgia refulgen los mártires como Rogelia Cruz, Adolfo Mijangos y muchos más.” “Termino el libro y me dispongo a guardarlo . . . de pronto el Canto General en donde Neruda dice del dictador de los 14 años: “O es Ubico por los senderos / atravesando los presidios / en motocicleta, frío / como una piedra, mascarón / de la jerarquía del miedo”. Al lado de la poesía de Neruda, está el Canto a la Flor de Pascua, en donde Alberto Velázquez canta a esa flor navideña: “Horóscopo de fuego, mística flor de pascua, señal trémula de la poesía del mundo…yo te saludo y te canto en el nombre de todas las criaturas humanas: del sabio y del necio, del pobre y del rico, del réprobo y del santo, del venal y del traidor, del humilde y del soberbio, del perverso y del puro de corazón”. Y más allá aparece contundente Werner Ovalle López con su Poema con la Sien Izquierda, aseverando: “Es por la sien izquierda que hablan todos los hombres. Centro de la palabra, clarín del pensamiento / nacimiento del sueño, corazón de la sílaba / Es por la sien izquierda que hablan todos los hombres”. Y es entonces que tomó el libro de Flaminio Bonilla Valdizón: “. . . y que mi canto llegue”, y al arroparlo pegadito a esos tres cantos digo: “El canto ya llegó, poeta amigo”.
Chepe tuvo y tiene muchos amigos por miles, su permanencia estará siempre en nuestra tierra en nuestro Dios, para abrazarle nuevamente, brindar con una Chipola en “El Portalito”, con su bohemia erudita y natural. Chepe no solo un galeno, sino un escritor prolífico; con su serenidad, alivio, ternura y amor, y siempre con “huevos”, para darle más luminiscencia a la luna, con el fulgor a las estrellas, a los astros y los luceros, repleta y rebosante de su Huelga de Dolores, con su ingenio y trazos de revolución, este gran amigo estará en el Cielo con “la Chata” su esposa -su novia- de siempre. Hasta pronto Chepe Barnoya vos vivirán una profunda huella de la Memoria Colectiva del Pueblo que te amo.