Flaminio Bonilla

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Flaminio  Bonilla Valdizón

flamabonilla@gmail.com

 

Me preguntan muchos amigos  ¿por  qué  en  este país,  acontece que Guatemala entera  le exige al Presidente que  RENUNCIAR  al  cargo?   Yo  sí  puedo comprender las razones históricas de  la  miseria ancestral  de esta  irredenta  Patria   y  algunos  hechos  de la  formación y deformación  de  este desgraciado Giammattei es el  mayor culpable de  la corrupción  de nuestra acrecentada este viacrucis   en  los  últimos  casi  dos años.

¿Por  qué  en Guatemala hay manifestaciones a las cuales ustedes  los  guatemaltecos    llevamos    a  la Plaza? ¿Dónde oímos  que se le exigían  la  RENUNCIA  a Giammattei,    yo  soy   de   estos   que más  amotinaba  y alzaba su  voz para pedirle esa renuncia?  Por ello  yo les respondí  con la  verdad con  razonamiento,  porque  con esa  certeza  lo sabe el Pueblo. Primero: un amigo no hace daño, un amigo es solidario, un amigo ayuda al necesitado, un amigo que llega a Presidente de la República  debe  oír los consejos de sus verdaderos amigos, no  de la  corte  de serviles y lacayos que siempre  rodean.   Giammattei  es “gay” y su  íntimo -Miguelito- Martínez Morales es su  novio, el  presidente  tiene círculos  cerrados con  corruptos  homosexual.  A  nosotros  no  nos importa  que sean gays o  lesbianas  o  LGTBI,    los  respetamos  a  todos, aunque  este  país  es una   Sodoma  y   Gomorra. Lo que   no soportamos  que  un  presidente y con su pareja  sentimental  parte del poder Ejecutivo del Estado, es ilegal,  ilegítimo, su  transgresión  y  arbitrariedad.  Lo  mismo la –UNE- Álvaro Colom Caballeros que su ante esposa Sandra  Torres era  la que hacía en un acto  servil  la Presidente de facto.  Segundo: Giammattei  ya no es amigo de nadie, vive  en un  laberinto de perversión. Ahora los  gritos  de desesperación de  los pobres marginados, este tipo pretendió verles cara de idiotas a los guatemaltecos, porque la  presencia  de  Giammattei es un estorbo para los guatemaltecos. Tercero:  Giammattei  se educó  del Liceo Guatemala,  un colegio  de clase media, fundada  por los Hermanos Maristas; es  una entidad  pedagógica  que nos formó con  sapiencia, rigurosidad académica,  dignidad, calidad  y excelencia,  pero sobre todo con un profundo humanismo y   auténtica  conciencia de clase, amor por los pobres  y necesitados y una  testimonial vocación de servicio,  nuestros  maestros  religiosos  y  maestros laicos, tuvimos diversas y variadas experiencias, todas tendientes al logro de una preparación  equilibrada y adecuada, alcanzar metas más altas y otros laureles. Pero  Giammattei   con su  bazofia, se volvió  un desecho de hombre, fue un traidor,  egoísta,  ruin,  desleal,   un tipo falso,  totalmente un apóstata, que no tiene moral ni religión.  Giammattei,  es un tipejo  acomodaticio,  es un ególatra, un  fracaso totalmente  como presidente.

En nuestro colegio fuimos formados dentro de concepciones  cristianas  con altos contenidos morales, se nos  inició  en el arraigamiento de los valores de respeto, justicia,  probidad, equilibrio, decoro, honestidad,  tolerancia y comprensión. Como actores,  en la creación de una sociedad más equitativa, más justa, solidaria y más humana, para lograr rescatar   de  Guatemala  por  las garras de la pobreza,  de la corrupción,  de la opresión alimentaria, de esta debilitada educación, de sus inhumanos servicios de salud pública, de los altos niveles de inseguridad  y  un sinfín de aspectos  que debían ser asuntos de Estado.   Nuestros amigos  siempre  me enseñaron los maestros  y  yo  asimilé,   somos testimonio de vida. También se lo enseñaron  a Alejandro Giammattei,  pero él lo soslayó, lo eludió, él lo rehuyó,  él  lo sacudió inmoralmente y con bajeza de su vida;  su formación como  médico  se deformó, se volvió  más  amante de la popularidad que de la gloria,  él se volvió un tipo  soberbio,   le dio la espalda a su pueblo y actuó contra Guatemala entera,  la pisoteo y la mansillo, la estigmatizó y la golpeó.  Después se convirtió en  millonario pero  NO  POR  SU  ESFUERZO AL TRABAJAR HONESTA, HONRADA  Y DIGNAMENTE;  se volvió rico porque les robó el pan a los niños guatemaltecos miserables. Giammattei  saqueó a la Nación, se robó cientos de millones de quetzales  y dólares de los rusos que se robaron   las vacunas  y ahora con el   uranio.

Giammattei es  infame con toda la sociedad, porque  su ruindad  le negó el alimento a los niños desnutridos,  Giammattei no fue jamás  testimonio de esos principios y valores que le enseñaron nuestros maestros;  quien nos enseñó un Dios  de amor y de solidaridad, que Jesús vino a la tierra a liberar a los pobres, Jesucristo fue el primer y grande guerrillero porque luchó y peleó por los pobres y los humildes de su tiempo y de todos  los tiempos; que  en la Roma imperial hubo un guerrero llamado Espartaco, que “cayo luchando por las multitudes de su tiempo contra los viles de su tiempo. ¡Y por el amor, la bondad y la humanidad de todos los tiempos!” (*).  Estos  maestros  Maristas  nos enseñaron  “la opción por los pobres y los desposeídos”, fue para nosotros un testimonio de conducta y espíritu.   Para  Giammattei,  no significó  nada en su formación, porque él tenía el alma negra y no asimiló la   formación cristiana,  pues la vanidad, el lujo, la ostentación  y las escuelas  lo deformaron.  Giammattei  practicó  la  inequidad,  maltrató  y  atropelló  los derechos  de todos  nosotros. Está  pisoteando los derechos de este  sátrapa  que criminalizó  a  la Nación,  saqueó el  erario.  Y por ello ustedes me  vieron y oyeron acentuar mi  ira   y mis  decididos,  ciertos y firmes  vocablos,  pues  yo jamás  he claudicado  y no he permitido no permitiré que aherrojan ese grito vivo,  que sale siempre ardoroso exaltando y amotinando de mí voz.

Giammattei  le NEGÓ la JUSTICIA SOCIAL, el BIEN COMÚN y la PAZ.   Con es  vivir una auténtica democracia y  convivir  en armonía  y  compartir DIGNIDAD,  JUSTICIA SOCIAL  y  BIEN  COMÚN.   El  NEGÓ todo a  nuestra  país; por  ello  entrará en los anales   de este país  en el capítulo más negro de su historia, en el lugar del fango  y la  bazofia;  ocupará un sitial de honor en la INJUSTICIA SOCIAL  y  la  PONZOÑA,  en el sitio reservado a los criminales,  porque matar de hambre a un pueblo es un crimen, robar el alimento de los niños es un asesinato y una  infamia. La destrucción del edificio institucional de Guatemala,  sólo tiene un nombre: ALEJANDRO  GIAMMATTEI  FALLA.

(*)  Fragmento  de   “COMPAÑERO  ESPARTACO”,  poeta guerrillero y  revolucionario   Otto  René  Castillo.

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