El Sistema de Justicia arremete contra las personas que protestaron en el año 2023, quienes defendieron la democracia toda vez que claramente el Ministerio Público (MP), atentó contra los resultados electorales. Recordará el lector internacional que en Guatemala se realizaron elecciones presidenciales en el 2023 y ganó Bernardo Arévalo. Entonces, el MP intervino el Tribunal Supremo Electoral de forma ilegal. El modelo de intervención al Tribunal Supremo Electoral (TSE), fue ridículo, estúpido, ilegal e inmoral, pero relativamente efectivo. En principio cancelaron al Movimiento Político Semilla y con ello se aseguraron de que se redujera su influencia en el Congreso de la República y así fue. Los diputados de Semilla de a poco se diluyeron y la corriente inicial se convirtió en dos pequeños arroyos: Raíces y Semilla.
Los pueblos, todos, especialmente los 48 Cantones de Totonicapán y la Alcaldía Indígena de Sololá, hicieron un enorme esfuerzo por defender la democracia guatemalteca. Aún no logro entender cómo es que estos pueblos quichés y cachiqueles defienden la democracia, si la democracia nuestra les ha dado tan poco y los mantiene en extrema pobreza. Note el lector que en Totonicapán el indicador de pobreza está arriba del 62%, según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida del 2023. En Sololá la pobreza alcanza el 70% según la misma fuente.
En otras palabras, las poblaciones que defendieron el triunfo de Arévalo fueron de las más pobres, de las más necesitadas, de las más marginadas. Ahora el sistema de justicia captura a Luis Pacheco, el líder de los 48 Cantones que dirigió las manifestaciones para defender los resultados de las elecciones presidenciales del 2023. Los motivos de las capturas según el MP son debido a denuncias (anónimas) de actos violentos, de Luis Pacheco y de otros cuatro más. Los acusan de terroristas, sí, de terroristas, de sedición, como si fuese un crimen expresarse a favor de la democracia.
Y como si fuera una imagen especular del mismo fenómeno, ahora el MP arremete contra Esteban Toc, de Sololá, por su participación en la defensa de los resultados electorales del 2023 y lo acusan de terrorismo, sí, terrorismo, como si los terroristas no fueran los corruptos conocidos ampliamente en este país por nombre y apellido. Injustamente han ligado a proceso a Esteban Toc. Lo de Luis Pacheco y lo de Esteban Toc y las otras personas criminalizadas, lo del ridículo caso Usac Botín Político del MP. Llora sangre que el sistema de justicia esté en manos de corruptos. Llora sangre lo de Jose Rubén Zamora, encarcelado injustamente por años, preso político permanente, llora sangre lo de Virginia Laparra, lo de Juan Francisco Sandoval, lo de Jordán Rodas Andrade, lo del excelente juez Miguel Gálvez y tantos que han tenido que exiliarse ante la captura del sistema de justicia por corruptos.
Mientras tanto los maestros dirigidos por el verdadero criminal de Joviel Acevedo reciben una sanción administrativa ridícula luego de tres meses de huelga y de un verdadero crimen por la violación de los derechos fundamentales de los niños de Guatemala. Aquí el Ministerio Público jamás investigó a Acevedo y sus miles de pseudo maestros, no. No los investiga porque estos maestros son parte del Pacto de Corruptos y «entre gitanos no se leen las manos», dice el dicho. Tampoco el MP investiga a los ladrones ex ministros de Comunicaciones que se robaron miles de millones de quetzales y quienes fueron encontrados con «las manos en la masa», José Luis Benito, Alejandro Sinibaldi, a estos los dejan libres.
La tarea es, entonces, volver a respirar profundamente, plantearnos recuperar al país a través de recuperar el sistema de justicia y cambiarlo por un sistema objetivo, uno que promueva el cumplimento de las leyes de Guatemala para todos, no solamente para unos, no. Si seguimos así nos destruiremos todos. Ya no habrá Guatemala que cuidar, ni para pobres, ni para ricos, ni para nadie. La justicia debe ser pareja para todos. No podemos cerrar los ojos y esperar a que se resuelvan nuestros graves problemas porque estos solamente se resolverán con trabajo duro, honesto y capaz, con valentía porque este país nos pertenece a todos, no a unos pocos. La justicia no debe estar en manos de corruptos. Cambiemos eso. Hagámoslo ahora porque si no es ahora, no será nunca.