Para entender el ciclo social del agua hay que conocer cómo, por qué expira, por qué muere el lago de Amatitlán, el lago volcánico guatemalteco que recibe todas las aguas negras, sucias y residuales de la industria inconsciente del valle de Guatemala, de la capital de Guatemala, otrora un hermoso lago, ahora un lago eutrofizado, que agoniza ante la mirada indiferente de los guatemaltecos que solamente le siguen tirando más basura, más heces, más orina, más desechos industriales, más plásticos, más de todo lo que sus conciencias tienen, basura. El mismo destino, de una sobredosis de Nitrógeno, eutrofización, parece que va a tener el hermoso lago de Atitlán, cuyo nombre en náhuatl significa «entre aguas».
El lago Atitlán es un lago joven, en términos de edades geológicas de los lagos. Tiene aproximadamente 86,400 años. Entonces un megavolcán, un enorme volcán, hizo una erupción, implosión y explosión luego y formó una gran cuenca, la que era su original caldera, por lo que hizo, metafóricamente hablando, tres volcanes nuevos, llamados ahora el San Pedro, el Tolimán y el Atitlán. Este profundo lago de unos 350 metros en sus partes más hondas, que se puede ver como un rectángulo de 18 km. de largo por 10 km. de ancho en promedio, esto es desde Santiago hasta Panajachel hay 12 km. o desde Cerro de Oro, hasta Panajachel hay 8 km. Eso lo he nadado yo varias veces. Es hermoso. No es obviamente un rectángulo. Su perímetro tiene una forma más caprichosa producto de la megaerupción de hace casi 100,000 años. Quizá se parece más a una elipse cuyo eje mayor es de 18 km. y eje menor de 8 km., pero poco tiene de forma regular. Al nadar el lago, al cruzarlo a nado, uno encuentra corrientes de agua fría en su mayoría, pero a veces hay corrientes de agua caliente y tibia. También percibe uno los vientos fuertes el Xocomil. La última vez que lo crucé, el Xocomil me arrastró casi a la orilla de mi propia muerte.
Dicen los geólogos que la primera actividad volcánica relacionada a la formación del megavolcán que precedió al lago de Atitlán fue hace unos once millones de años y desde entonces esta región ha tenido diferentes episodios de erupciones y terremotos, el último terremoto que afectó la caldera del Atitlán fue el de 1976 que fracturó parcialmente la misma, produciendo un descenso de 2 metros en el nivel de lago. El lago Atitlán es alimentado por dos ríos y la caldera se ha llenado de agua de esos ríos y de las lluvias a través de millones de años, pero también deben influir las corrientes transoceánicas, esto es, el efecto de la humedad de los océanos entre los que se encuentra Guatemala: El ciclo natural del agua.
Hay varias comunidades alrededor del lago, doce bellos pueblos, siendo las mayores Panajachel y Santiago, pero últimamente ha crecido San Pedro. Todas las comunidades alrededor del lago vierten aguas negras al mismo, aunque emergen algunas plantas de tratamiento. Hay planes de gestión del lago, hay una autoridad de lago, hay nuevas personas formadas en los programas de postgrado de ciencia y tecnología del recurso hídrico de CUNOC, Centro Universitario de Occidente, de la Universidad de San Carlos de Guatemala en Quetzaltenango. Hay un programa de investigación de la Universidad del Valle de Guatemala que ha diagnosticado a este hermoso lago, pero el problema sigue siendo de diseño de plantas pertinentes de tratamiento de agua, de educación para los agricultores para no usar fertilizantes nitrogenados, de concientización de los habitantes y hoteleros para no verter sus desechos al lago, sino tratarlos antes, esto es, mejorar el ciclo social del agua, pero aun así, el lago está en peligro y pudiera seguir la trayectoria mortal que sigue el lago de Amatitlán.
Alrededor del lago hay siembras, muchas siembras de café, maíz, cebollas, frijoles, tomates y muchos más. Uno de los grandes problemas es el sobre uso de fertilizantes ricos en Nitrógeno, lo que en época de lluvia forma escorrentías que enriquece el Nitrógeno del lago. A eso hay que agregar que los dos ríos que alimentan al lago: El San Francisco y el Quiscap suelen ir contaminados y también transportan basura. Al aumentar la temperatura, con el exceso de Nitrógeno, heces, orina, desechos, basura y otros el lago ha tenido época de cianobacteria, indicador de su eutrofización.
Pero lo hermoso de este lago es su capacidad de construir identidad cultural. Las culturas alrededor del lago tienen miles de años floreciendo en esas tiernas aguas. A la venida de los españoles, los tzutujiles controlaban la zona y ya en 1537 Francisco Marroquín realizó un primer inventario español de los pueblos que habitaban los alrededores del lago. Pero la conquista transformó radicalmente las prácticas económicas, políticas y culturales de los pueblos alrededor del lago, empezando con sus nombres que fueron cambiados al español no digamos el mestizaje asociado. La cultura occidental tiende ahora a ser la dominante en todos los pueblos alrededor del lago, aunque algunos guardan tradiciones de sus pueblos originarios.
El lago es un profundo constructor de identidad cultural, el lago y sus pueblos, el lago y su gente, el lago y sus artesanías, el lago y sus telas, su gastronomía, sus paseos. No hay guatemalteco que no tenga una foto con el lago de Atitlán, con algún volcán de fondo, no hay guatemalteco que no extrañe al hermoso lago de Atitlán y a su gente. Algunos mausoleos en los cementerios de los pueblos o en el mismo cementerio de Sololá, departamento donde se encuentra el lago de Atitlán, tienen una pintura del lago que habrá pedido el difunto para quedar aun más de cerca viendo, sintiendo al lago, aun después de muerto, aunque el lago mismo se encuentra al frente de estos mausoleos. Es tan profunda la capacidad del lago, del agua y sus pueblos que su cultura, su identidad va más lejos que la vida y que la muerte.