Las expectativas son un puente invisible entre el hoy y el mañana, son también un puente entre gobernantes y gobernados, son nuestras creencias de que un futuro mejor es posible. Pero si las expectativas son altas, son demasiado altas y las condiciones reales, materiales, financieras, políticas o de cualquier índole no se tienen, no se crean, esas expectativas se convierten en frustraciones. Eso pasa a menudo en política o en el amor. Por eso el análisis no puede, ni debe centrarse solamente en lo que no se ha hecho, en las expectativas, si no también hay que analizar lo hecho, lo que está bien hecho.
El gobierno de Bernardo Arévalo llega al poder con las expectativas nuestras altas, altísimas y estas expectativas no pueden nublar la razón para evaluar con evidencia qué realmente se ha hecho. Voy a anotar lo que yo percibo como logro, intencional o no, planificado o no, como logro de Arévalo, como logro de Semilla aclarando que en otras columnas he sido crítico de lo no logrado, de lo no hecho, de lo no afrontado.
Voy a empezar con el proyecto de ponerle pisos de cemento a un millón de casas que tienen pisos de tierra en Guatemala. Empiezo con este proyecto porque las casas humildes casi no son noticia. La gente quiere autopistas, quieren aeropuertos modernos y eso está bien, pero tener un millón de casas con piso de tierra es un problema que puede y debe resolverse. Los pisos de tierra producen problemas de salud porque guardan humedad, polvo y por lo tanto son el hábitat de parásitos y hongos. En el mundo hay 100 millones de viviendas con piso de tierra. En América Latina hay 10 millones de viviendas con piso de tierra y en Guatemala tenemos el 10% de esas viviendas, esto es, hay un millón de viviendas con piso de tierra.
El presidente Arévalo ha liderado el Programa Mano a Mano cuyo uno de sus objetivos es reducir el número de viviendas con pisos de tierra. Se ha planificado que se pondrá cemento en 250,000 viviendas y a un año del inicio del proyecto este avanza con una intervención multiministerial, porque junto a eso se desarrolla una intervención para combatir la desnutrición, una herencia maldita del gobierno anterior y del anterior. Los pisos de cemento ya inician a ser una realidad, no como las Escuelas Bicentenario de Giammattei a quien pocos criticaron. El primer municipio libre de pisos de tierra es San Gaspar Ixchil y el programa identificó hacer la intervención en 114 municipios priorizado.
Ese es un programa excelente, pertinente y eficiente. Es una intervención con siete dimensiones las que mejorarán las condiciones habitacionales, de saneamiento del medio en que se encuentran las familias, remozarán paredes y se entregarán filtros de agua, estufas mejoradas y letrinas. El programa Mano a Mano es una intervención básica que tendrá efectos positivos en la calidad de vida de los guatemaltecos tradicionalmente más vulnerables, esto es, más abandonados. Ojalá las universidades acompañen con proyectos de evaluación de impacto, porque criticar es fácil, pero hacer no. Destruir es sencillo. Mantener no lo es.
El segundo programa que veo importante, entre muchos, es el de Becas para Nuestro Futuro. Ciertamente muchos estudiantes quieren estudiar, pero no tienen recursos financieros para hacerlo. Esta es la primera vez que un gobierno pone pensamiento, recursos y planificación en un programa de formación de capacidades, capacidades en la educación superior. Este es un excelente programa porque no es un programa politizado a diferencia de Mi Familia Progresa, que seguro hizo progresar a la familia de Sandra Torres o del Ministro de Educación de entonces, que fue el ministro de la impunidad, quien hizo crecer a Joviel Acevedo y que guardó los secretos de su jefa: Sandra Torres hasta llegar al suicidio político y ser destituido. ¡Qué barbaridad! Ese gobierno de la UNE nos dejó de regalo a Joviel Acevedo.
El tercer programa, el más importante para mí, es el de la recuperación de los puertos, de las terminales portuarias. Los puertos, tanto del Pacífico como del Atlántico, han sido territorios de la corrupción. Si el lector no cree, entonces puede revisar el papel de la Cofradía, una organización de corruptos que por muchos años ha tenido el control de las aduanas, esto es, de lo que ingresa y egresa y con ello se han hecho multimillonarios. Por eso es que la noticia de que los Estados Unidos apoyará a Guatemala para poner un poco de orden en los puertos es una excelente noticia y puede ser el proyecto más importante del gobierno de Semilla. Ahora explico.
A partir de la gestión de Bernardo Arévalo se ha logrado firmar un convenio para mejorar ostensiblemente Puerto Quetzal con un aumento de 400 metros de muelle al Norte de él y otros 400 metros en el muelle donde actualmente operan los contenedores. El United State Army Engineers, USACE, esto es el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos y el Gobierno de Guatemala, han firmado la semana pasada un convenio para mejorar Puerto Quetzal. Eso es una excelente noticia porque a este abandonado e importante puerto le urge una renovación. Luego de más de cuarenta años de su construcción, 1983, el puerto está operando en malas condiciones, las esperas para cargar y descargar son enormes y cada vez lo hacen menos competitivo. Aquí, en el Puerto Quetzal, pasa la mitad, el 50%, del total de la carga marítima movilizada en Guatemala, lo que no es poca cosa.
La renovación y modernización de Puerto Quetzal es fundamental para la economía de Guatemala, pero también lo es para consolidar su relación con los Estados Unidos, quien será el socio principal de este proceso de transformación para que los buques que llegan y se van con carga en el Pacífico lo hagan de forma más eficiente y transparente. Los enormes problemas reportados en República Dominicana sobre contenedores que llegan de Guatemala con droga, solamente son uno de los problemas secundarios de no tener orden ni calidad en los puertos guatemaltecos. Por eso, los corruptos, esto es, el Pacto de Corruptos, ya no tardan en poner el grito al cielo porque les van a quitar otra fuente de robo, de trasiego, de corrupción.
Y así los cambios en el Ministerio de Educación con su programa de remozamiento de infraestructura escolar, alimentación escolar, libros de texto, formación docente para 50,000 maestros y la valiente batalla que, por fin, por fin está haciendo un presidente y un ministro de Educación contra un sindicato cooptado. El presidente Bernardo Arévalo y la ministra Anabella Giracca hacen frente al capo de la educación pública guatemalteca, el cáncer escolar llamado Joviel Acevedo. Lo mismo sucede en el Ministerio de Medio Ambiente donde la ministra Patricia Orantes avanza una ambiciosa agenda de ponernos al día en materia ambiental con separación de desechos, plantas de tratamiento de agua y la ley de aguas, su proyecto estrella. Todos esperamos una buena ley que respete la naturaleza pública del agua.
El mismo Instituto de Fomento Municipal, (Infom), otrora fuente de corrupción y préstamos fantasma ahora está en buenas manos porque tiene a Karin Slowing Umaña como directora de la junta directiva, haciendo proyecto tras proyecto para recuperar la gestión municipal. Y el Inguat, otrora lugar para poner amigos, amiguitas, amantes, ahora está en manos de un excelente profesional: Harris Whitbeck, quien está transformando para bien a esa abandonada institución, de la que solo sabemos cuando nos cobran en un hotel el famoso impuesto. Y así podría uno seguir identificando logros.
Claro, los golpistas, el Pacto de Corruptos, los familiares asociados, el de Funda Terror Méndez Ruiz, la corte celestial, los diputados mafiosos atrincherados en el Congreso, los empresarios corruptos incapaces de competir en condiciones honestas, los maestros que no quieren dar clases y creen que merecen un incremento arbitrario del 15% por no hacer nada, el pseudo rector de la Usac y su séquito que se preparan para darle impunidad a la fiscal general y que en lugar de hacer proyectos académicos negocian a quien pondrán como nuevo fiscal o el narco poder que se asusta con el control gubernamental de los puertos, estos no querrán ver logro alguno.
Ya sé, vendrán sus netcenter a atacar que cuanto te pagan, que qué hueso quiero, que por qué defiendes lo indefendible. Repito, en otras columnas he hecho una crítica, que yo considero constructiva, de la gestión de Semilla y no hace falta decirles a los que no entienden que no me pagan por escribir a favor o en contra de nadie y que nadie edita mis artículos de opinión. Ya era tiempo de tener gente capaz y honorable en el gobierno, ya era tiempo. Por eso espero, sin ser yo afiliado ni activista, que Semilla haga raíces. Ojalá que lo haga para que nuestros hijos e hijas, nietos y nietas, todos, tengamos un mejor futuro, uno de justicia y desarrollo, desarrollo para todos, no para unos pocos, eso es justicia. Por eso, recuperemos el país, guatemaltecos. Hagámoslo ahora, porque si no es ahora, no será nunca.