Ciertamente, la Comisión Internacional Contra la Impunidad, CICIG, develó hechos profundos de corrupción como estructuras paralelas al Estado, tan paralelas que casi se perdían en sí mismas, recordándonos aquel viejo principio del matemático griego Euclides, toda recta es paralela a si misma y así fue en el caso de Otto Pérez y Roxana Baldetti, siendo presidente y vicepresidente, ambos en su tiempo libre se dedicaban a dirigir una banda de estafadores del Estado. Ellos, el presidente y la vicepresidente, eran los dos puntos más importantes de la «Línea», siguiendo metafóricamente el otro principio de Euclides que dos puntos determinan una línea. Eso es lo que sabemos y lo que no sabemos solamente lo podemos especular: Sentaban las bases para que el narco-poder se fuera consolidando y desplazando al otrora rancio-poder de empresarios de la derecha recalcitrante, protegidos por el ejército, dirigido por genocidas capaces de todo.
La tierra estaba lista para sembrar, ya sea la democracia o el autoritarismo. Del diente al labio dijimos que íbamos por la democracia, pero en verdad fuimos por el autoritarismo. Ya eran muchos años de vivir de dictadura en dictadura para que los pocos años en democracia, de 1944 a 1954 nos marcaran en algo. Los largos años obscuros de la guerra civil nos marcaron tanto que aprendimos a estar en silencio para no morir, para no ser asesinados, para no ser secuestrados y parar tirados en algún rio de Guatemala confundidos con la basura: El Motagua, del Xinca motti wa que significa lugar de jade, se convirtió en un cementerio acuático para centenares de guatemaltecos desaparecidos, torturados y finalmente asesinados.
Recientemente Human Rights Watch (HRW, Observatorio de los Derechos Humanos), una organización no gubernamental de derechos humanos, con sede en Nueva York, nuevamente dio una alerta sobre la situación de la justicia cooptada en Guatemala, indicando, recordando, por si a los guatemaltecos se nos olvida, que la independencia judicial continúa siendo un desafío crítico que socava el Estado de derecho y expone a la población a abusos. Pero seguimos pensando que esos abusos son para José Rubén Zamora, para Virginia Laparra, para Stuardo Campos y no para nosotros. ¡No! Esos abusos también son contra nosotros porque abren la puerta de la impunidad y el uso ilegal del derecho y la total tergiversación de la justicia que tarde o temprano recaerá sobre nosotros. Por eso debemos salvar la justicia. Por eso presidente no ponga en el baúl de los recuerdos y las buenas intenciones la lucha contra la corrupción. Pero es una lucha contra la corrupción no una observación de la corrupción. Aunque no lo crea, Usted puede y debe, sacar a la fiscal general. Deje de guardar las formas de un país seudodemocrático. Lo elegimos para que usted dirija la lucha contra la corrupción y en este país Usted sabe claramente donde empieza la corrupción.
Más recientemente, el Reino Unido publicó y justificó las razones que le llevaron a tomar acciones en contra de corruptos guatemaltecos, ampliamente conocidos por nosotros porque aquí, en este lastimado país, han comprado impunidad. Con el cinismo que les caracteriza salen a decir que eso no les importa. Imagino que, en sus círculos sociales, con sus familiares, también deben ser así de cínicos. Quizás, pero solamente quizás, cuando miran a los ojos a sus hijos sabrán que están dejándoles un país de corruptos cuando tuvieron en sus manos cambiar esa trágica historia. Esa gente no tiene moral ni ética y les importa un bledo cualquier tipo de sanción internacional. Pero a nivel nacional el gobierno, el Ejecutivo, tiene obligación de dejar claro quienes son los corruptos y no bailar al son que les tocan.
No podemos olvidar la forma cínica en que Giammattei recibió coimas, mordidas, soborno de mineras rusas en aquella famosa alfombra roja que le costó el puesto. el exilio y la persecución a Juan Francisco Sandoval de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad, FECI para convertirla en la FEPI, Fiscalía Especial Pro Impunidad. No podemos olvidar los 120 millones de quetzales encontrados en un apartamento de la Antigua Guatemala a José Luis Benito, ex ministro de comunicaciones de Jimmy Morales, quien cínicamente reconoció que eran de él. ¿De dónde? ¿De qué trabajo honesto? No podemos olvidar el robo multimillonario que perpetró Giammattei con Martines al fingir que compraban millones de vacunas rusas Sputnik, en complicidad de sus exministros de salud, Amelia Flores y Hugo Monroy, todos tapándose y siendo tapados con la misma chamarra de la corrupción. No podemos olvidar el Caso B-410, el mejor secreto del pueblo, el mayor caso de defraudación fiscal en la historia de Guatemala y así ad infinitum.
Así el país se pierde, se deshace entre casos de corrupción no investigados, siendo el principal aliado de los corruptos el mismísimo sistema de justicia. Los llamados de atención de la organización Human Rights Watch de Estados Unidos y del mismo gobierno del Reino Unido de Gran Bretaña, son una alarma ante el proceso de cooptación que ahora quiere asegurar impunidad para la misma fiscal ya que se le acaba el tiempo. La estrategia de los corruptos es cooptar con más intensidad a la Universidad de San Carlos de Guatemala, USAC, así que el pseudo rector fraudulento de la USAC ya no sabe ni qué hacer para que sus corruptos sean reemplazados por otros corruptos y así asegurar impunidad para él, para ellos, los corruptos.
Justo ahora se llevan a cabo las elecciones de miembros ante el Consejo Superior Universitario de la USAC tanto docentes, egresados y estudiantes. Por eso es urgente que la lucha contra la corrupción no sea solamente un discurso, sino que se refleje en las pequeñas grandes votaciones de la USAC que hoy es el botín político más preciado para todos. Así que egresados, graduados de la USAC, a votar por opciones honestas como sus representantes ante el Consejo Universitario. Docentes, a votar por representantes dignos ante el Consejo Universitario. Los estudiantes tienen una oportunidad de no perpetuar la corrupción en la USAC. Este es el momento de seguir la lucha contra la corrupción para dejar de ser un país que defiende corruptos. Hagámoslo. Si no es ahora, no será nunca.