Fernando Cajas

Fernando Cajas, profesor de ingeniería del Centro Universitario de Occidente, tiene una ingeniería de la USAC, una maestría en Matemática e la Universidad de Panamá y un Doctorado en Didáctica de la Ciencia de LA Universidad Estatal de Michigan.

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La manzana cayó del árbol y permitió que Newton formulara sus leyes de la gravitación. El griego Arquímedes se da un baño y averigua cómo calcular el peso de un objeto y su relación con su densidad. Quizá nada de eso sucedió. Sin embargo, quedan en los anales de la historia de la ciencia y en la cultura de la ciencia escolar estas anécdotas. El principio de Arquímedes, también conocido como el principio del empuje hidrostático, afirma que todo cuerpo sumergido en un líquido experimenta una fuerza hacia arriba equivalente al peso del volumen desplazado. Pero lo hermoso de la historia es que este descubrimiento le permitió a Arquímedes descubrir un fraude, un acto corrupto, una falsedad.

El rey Hierón quería una corona de oro para celebrar sus logros. Entonces le dejó esta tarea al orfebre real quien puso manos a la obra. Pero como si el orfebre fuese parte del pacto de corruptos intentó engañar al rey y en lugar de hacer una corona completamente de oro, hizo una corona de una amalgama con otro metal para robar oro, así que la corona que entregó al rey no era 100% de oro. Dice la historia popular que Arquímedes al darse un baño en una tina reflexionó sobre el volumen de agua desplazada que debía ser igual a la parte sumergida de su cuerpo. Entonces, si introducía una corona en un balde de agua, Arquímedes podía medir exactamente su masa por la cantidad del agua desplazada. Solamente había que encontrar la pieza de oro puro que tuviera exactamente el mismo peso que la corona. Esta pieza de oro puro debía desplazar el mismo volumen de agua de esta joya. Si los volúmenes no eran iguales, la corona sería falsa. Y era falsa: Eureka.

El historiador Santiago García destaca que esta famosa frase Eureka no surgió cuando Arquímedes descubrió el principio hidrostático sino cuando desenmascaró al joyero y frente al rey Hierón, Arquímedes le dijo: Eureka, «he hallado», «he descubierto» y ese es el sentido de Eureka que utiliza la Superintendencia de Administración Tributaria de Guatemala, SAT: He descubierto el fraude, he descubierto la corrupción, he descubierto la falsedad. Ya el jefe de la SAT anunció hace semanas un caso de defraudación enorme, el más grande de la historia de Guatemala, donde decenas de empresas facturaron al Estado casi diez mil millones de quetzales y evadieron el pago de impuestos por Q300 millones. Quizá facturaron servicios que no dieron, quizá facturaron cosas que no dieron al Estado, quizá todo fue solamente una simulación de un grupo organizado de empresarios corruptos, asociados con servidores públicos corruptos dirigidos por una mente diabólica, cuyo nombre y apellido se conoce. Ante todo esto, el Ministerio Público solamente ha guardado un silencio de misa de viernes santo, considerando que quien dirige a esa cooptada institución es católica, apostólica y etcétera.

Luego de haber hecho público un caso astronómico de corrupción que denominaron B 410, ahora la SAT hace público un caso específico que denominó Eureka (por la residencia), un subconjunto del caso B 410. En este caso nuevamente las residencias fiscales son ficticias o había una oficina sin nada de nada, solamente servía para robar. Ahora Eureka es un caso con un contribuyente que factura casi 140 millones de quetzales y evade casi 7 millones de quetzales al Fisco. Estas estructuras son tan corruptas que venden humo, facturan humo, los trabajadores estatales que están involucrados en este robo terminan inventariando humo, pero en su avaricia ni los impuestos pagan las empresas que vendieron humo. Es toda una forma de trabajar que solamente se compara con la forma corrupta en que se hacen las investigaciones falsas del Ministerio Público, que cuando encuentra a alguien que se le opone pues le inventan un caso de humo, la inventan pruebas de humo, le arman casos con sus amiguitos: Jueces de humo que se cuidan entre si con sus diputados de humo y así ad infinitum.

Pero no todo está perdido en este país-no-país. El pacto de corruptos empieza a tener fisuras y el Ministerio Público pierde una de sus garras con la que tenía capturada nuestra democracia: La ley contra la delincuencia organizada. Esta ley fue utilizada ilegalmente por el Ministerio Público y jueces corruptos para usurpar las funciones del Tribunal Supremo Electoral. Esto lo que significa es que el golpe de Estado en el que vienen trabajando y por lo que viven obsesionados pierde una herramienta importante para sus ataques tergiversados. Este es un triunfo no solamente de la bancada Semilla, es un triunfo de todos y todas las guatemaltecas que queremos un país mejor.

Debemos exigir que el Ministerio Público realice la investigación penal para lo que fue creado. El Caso B410 no puede seguir siendo el mejor secreto del pueblo. Exigimos que investiguen. El Caso Eureka no se puede quedar en la impunidad como han dejado enormes casos de corrupción. Es el momento de transformar la justicia guatemalteca. Es el momento de recuperar el país. Si no es ahora, no será nunca. Hagámoslo entonces.

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