El agua es más que un compuesto químico. Es la base de la vida. Los enormes procesos de urbanización tanto en Guatemala como en el mundo, urbanización desordenada en el caso de Guatemala ponen en peligro la calidad del agua para consumo humano. El otro gran problema es el uso irracional del agua de los monocultivos en Guatemala, tal el caso de la producción de caña de tal forma que las fincas azucareras han llegado al extremo de desviar ríos enteros para sus cultivos sin importarles poblados completos. Asociado a esto tenemos una enorme deforestación, como parte de esta visión extractivista en todos los ámbitos. El Proyecto Gestión Integrada de Recursos Hídricos en el occidente de Guatemala, liderado por ingeniería de la Universidad de San Carlos en Quetzaltenango adelantó un diagnóstico y desarrolló propuestas de mejora de la gestión del agua en la región.
La problemática de la gestión del agua es compleja y varía de país en país y de región en región. Para el caso del occidente de Guatemala nuestro estudio evaluó informes, se desarrollaron visitas in situ y en resumidas cuentas se encontró que:
- El agua en las diferentes microcuencas de los ríos del occidente de Guatemala se encuentra altamente contaminada en toda la cuenca (ciencia y tecnología).
- No hay plantas de tratamiento y las poquísimas que hay una funcionan (ciencia y tecnología).
- La degradación ambiental y la forma de ocupación del territorio generan condiciones de vulnerabilidad y crean conflictos (gobernabilidad).
- Las comunidades tienen prácticas económicas de subsistencia y no tienen modelos de prácticas económicas de producción más eficientes coherentes con visiones de sostenibilidad (economía).
En el documento original de investigación se documentan una docena de problemas interconectados. Por razones de ilustración se escogen estos cuatro. La solución a estos problemas es compleja y más aun con los efectos del Cambio Climático, un fenómeno de naturaleza global que ya pone en peligro la mera existencia de los seres humanos. Dentro de este panorama, hay que reconocer el adelanto de la ciencia, la tecnología y la ingeniería en propuestas cada vez más sustentables. Sin embargo, poca atención se le pone a la forma en que los seres humanos, todos, público en general y científicos en particular, aprenden la ciencia, la tecnología y la ingeniería. En repetidas ocasiones la falta del entendimiento público de la ciencia, la tecnología y la ingeniería es motivo de decisiones incorrectas y otras veces se espera de ellas productos para lo cual no fueron diseñadas. En el fondo de este debate está el mismo aprendizaje del agua, del agua como compuesto químico, como conector social, esto es lo que requerimos poner en el centro de la agenda del futuro del agua. Además del ciclo del agua debemos entender el ciclo social del agua en nuestras propias comunidades.
Y es el ciclo social del agua el que debe estar en el centro de la nueva propuesta de la Ley de Aguas para lo cual el presidente Arévalo creo el Gabinete del Agua con la dirección de la vicepresidente Karin Herrera. Uno de los retos de la formulación de la ley del agua será superar visiones parciales e intereses sectoriales que no tienen correspondencia con los arreglos que requiere la sociedad. En ese sentido debe priorizarse la visión pública del agua, esto es que es un bien público. Tal como lo ha planteado la ministra de Medio Ambiente Patricia Orantes se iniciará un proceso amplio de discusión para ir construyendo una propuesta integral que responda a los intereses de todas y todos los guatemaltecos. Sin embargo, sorpresivamente en un periódico de la derecha guatemalteca la vicepresidente Karin Herrera aparece en una conferencia plenaria compartiendo la conferencia principal con el ex vicepresidente de Colombia Iván Duque en un evento organizado por FUNDESA, una organización empresarial de la derecha guatemalteca.
Sin duda que hay invitados muy respetables y mi crítica no está encaminada a ellos sino más bien al momento y al formato en que la vicepresidente acepta una conferencia plenaria compartida de un expresidente que no hizo nada en materia ambiental en Colombia y que intentó aprobar una ley de agua colombiana donde el agua es vista como un bien económico, como seguramente deben ver el agua en FUNDESA y su evento asociado. Lo cierto aquí es que en un momento tan delicado del país en que por primera vez podría lograrse un consenso sobre una ley de agua no hay que empezar rodeándose de la derecha asociando con ello a una visión neo liberal de los recursos ambientales, sino más bien debe darse una visión centrada, consensuada, mesurada como la ministra Orantes ha planteado en las entrevistas al respecto.
Hay proyectos de investigación, institutos de investigación, trabajo de la universidad pública que debe considerarse durante el proceso de elaboración de la ley de agua para Guatemala. La Universidad de San Carlos desarrolló los Diálogos del Agua, cuya metodología y conclusiones son valiosas dada la construcción plural del entendimiento del agua, sus problemas y posibles soluciones ahí reportadas. La lectura que le doy yo al evento de FUNDESA, esto es, al tema de Agua Limpia con Karin Herrera e Iván Duque es un aprovechamiento de la imagen de la vicepresidente y una reacción ingenua del Ejecutivo que debe aclararse inmediatamente reforzando los mensajes de la ministra Patricia Orantes sobre la naturaleza pública del agua y desmentir que serán los azucareros, los proyectos extractivos y los oligarcas los que tendrán el futuro del agua. Luchemos todos por el agua y construyamos una ley en un ambiente plural y democrático para beneficio de todas y de todos y no solamente de un grupito. Como dice la ministra Orantes: ¡Tirémonos al Agua! Mojémonos guatemaltecos, participemos. Si no es ahora, no será nunca.