Fernando Cajas

Fernando Cajas, profesor de ingeniería del Centro Universitario de Occidente, tiene una ingeniería de la USAC, una maestría en Matemática e la Universidad de Panamá y un Doctorado en Didáctica de la Ciencia de LA Universidad Estatal de Michigan.

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En una reciente aparición en Emisoras Unidas, el magistrado de la Corte de Constitucionalidad Roberto Molina Barreto hizo un show y llegó vestido de blanco, de primera comunión a la entrevista. El defensor de la anti democracia, o sea del gobierno de dictadores, dice que «él fue a poner el pecho a las balas de los medios de comunicación», porque no tiene formas de pensar alternativas sino todo lo ve como balas. Su ataque a la prensa nacional fue insidioso, y eso forma parte del proceso normal en la captura de un Estado. Ahora a su Plan de Emergencia para recuperar el poder, el Pacto de corruptos agrega una estrategia más: Los medios de comunicación, porque en su falsa narrativa los mostrará como los culpables de los paros, de los bloqueos, de este levantamiento social. 

Como el Pacto de Corruptos ya tiene cooptado al ejecutivo, al legislativo y principalmente al judicial, esos tres poderes que nuestra Constitución pide que sean INDEPENDIENTES, que uno no sea subordinado del otro. Eso no sucede. El legislativo, o sea Giammatei, es quien dirige el golpe de estado en cámara lenta y que ahora debe agilizar sus pasos porque el 31 de octubre está a unas horas y con ello se da el cierre del proceso electoral desde la norma del Tribunal Supremo Electoral. El golpe de estado en cámara lenta es el producto del alineamiento de los tres poderes del estado en la destrucción de la democracia, pero para dar el golpe mortal aún deben alinear al cuarto poder: la prensa independiente, los medios de comunicación y ahora a las redes sociales. 

No es que el Pacto de Corruptos no tenga cooptados los medios de comunicación. Ya desde hace muchos años negoció obscuramente las frecuencias de radio y televisión abierta con Alba Visión a cambio de que les presenten como niños inocentes. Esta cadena de programas de televisión basura son la base informativa del Pacto de Corruptos. Tienen a su disposición toda una macro empresa de netcenters, esos mercedarios de la mentira. Sin embargo, aún hay medios de comunicación no cooptados, léase el Periódico, ya cerrado por lo mismo. La Hora, que no tardarán en cerrar. Tangente, un podacast al que atacarán y a muchos más escritores y analistas independientes, cuyos procesos penales en su contra estarán siendo formados en los obscuros cuarteles del Ministerio Público.   

Molina Barreto dice que la culpa de este desorden, del levantamiento popular, del Paro Nacional es de los medios de comunicación porque no leemos o no entendemos los fallos de la corte, que no sabemos de leyes, que somos unos ignorantes los analistas. Según este aprendiz de dictador, defensor anti moral de regímenes fascistas, el problema es que ni los constituyentes entienden la Constitución, su constitución por su puesto. 

Lo más ridículo fue cuando el entrevistador, Luis Felipe Valenzuela, le pregunta, con demasiado respeto, si no creía que eso de decir que los manifestantes estaban cometiendo delitos de lesa humanidad no era demasiado. El magistrado dijo que no, que la ausencia de agua potable es un delito de lesa humanidad. Ah, no se le movió un músculo de la cara para dar tremenda declaración de un jurista que conoce el genocidio de su ídolo, Efraín Ríos Montt, eso sí fue un delito de lesa humanidad. Este es el perfil de quienes integran la corte de constitucionalidad. Es gente que cuando hablan de democracia están hablando de algo tan diferente a lo que los guatemaltecos queremos. Para ellos democracia es autoritarismo, fascismo, defensa privilegiada de grupos de poder, llámese CACIF o atender inmediatamente las solicitudes ilegales e inmorales de Consuelo Porras que sabe que todo se lo van a aprobar porque el Pacto de Corruptos ahora si tiene un objetivo claro, dar golpe de estado, sea como sea. Eso es democracia para este grupo de manipuladores. 

El Plan de Emergencia de recuperación de poder cuyas fases ya se han ejecutado, desde crear la narrativa de que hubo fraude, de judicializar el proceso electoral, la de inventar casos judiciales contra todo lo que tiene que ver con las elecciones, hacer su cuartelazo, eso requirió el alineamiento de los tres poderes del estado, empezando con el judicial al servicio del fraude, el alineamiento del legislativo para preparar un presidente de emergencia bajo la dirección del ejecutivo, fiel servidor del CACIF y sus aliados oscuros, el narco poder nacional e internacional y todos los negocios asociados, todos están alineados exceptuando un grupo pequeño de periódicos, programas, analistas y usuarios de redes sociales que realizan un análisis crítico de la convulsa realidad guatemalteca. 

El golpe final, el golpe letal no será el golpe de estado, será la captura de los medios de comunicación con lo cual será imposible construir la democracia porque requiere que aprendamos a respetarnos y a respetar nuestras leyes, nuestra Constitución. Con la captura del ejecutivo, el legislativo, el judicial y el cuarto poder, la prensa independiente, el golpe será total. Solamente les queda no dejar que tome el poder Bernardo Arévalo. Acusan y condenan a quien se les da la gana. Se inventarán algo, algo para dar su cuartelazo. 

Cuando se tienen líderes como los supradichos, vivir en democracia es casi un imposible. Así que lo que nos toca a los que queremos vivir en democracia es defender nuestro estado democrático y respetar nosotros las leyes, aunque estos psicópatas no las respeten. Esto nos lo ha modelado de forma ejemplar los 48 Cantones de Totonicapán, que han liderado el movimiento social más importante de la historia de Guatemala, contagiando a otros grupos indígenas, a grupos urbanos que en ciudad capital se han levantado en el sentido en que nuestra Constitución si nos lo permite según el artículo 45 que dice «Es legítima la resistencia del pueblo para la protección y defensa de los derechos y garantías consignados en la Constitución».

Podemos y debemos defender nuestro país. Protestemos, unámonos, no dejemos que nos engañe la falsa narrativa de los golpistas. Si no es ahora, no será nunca Guatemala. 

 

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