Para iniciar el presente artículo es menester indicar el significado de la palabra fantasía y de acuerdo con el Diccionario de la Lengua Española es: la facultad que tiene el ánimo de reproducir por medio de imágenes las cosas pasadas o lejanas; representa ideales en forma sensible o idealiza las reales; es decir, que es el grado superior de la imaginación en cuanto que inventa o produce.
Se observan y escuchan en las calles de las ciudades, municipios, aldeas y pueblos en los diferentes medios de comunicación social los desfiles militares, bomberiles y escolares, marchas, caminatas, portación de las antorchas como símbolo de libertad, espectáculos y discursos bofos que aluden al acto político administrativo que declaró la Independencia de Guatemala respecto de la Corona Española hace doscientos cuatro años.
Toda sociedad ha creado en su imaginario social a los héroes que representan la lucha por mejorar las condiciones de vida de sus poblaciones, hayan sido en actos de guerra, insurrección política o su contribución para lograr los objetivos que pretendieron denominados como independencia económica, política y administrativa.
En el caso de Guatemala y Centroamérica, el acto de independencia realizado por el grupo de personas pertenecientes a la élite comerciante, una parte de la religiosa, administrativa y militar dominante excluyó deliberadamente al segmento mayoritario de la población ante el temor manifestado en el artículo uno del acta redactada de forma que evitara que la Independencia fuera declarada por la mayoría de la población, supuestamente mediante actos violentos que hubieran puesto en peligro sus vidas y especialmente sus bienes.
Reitero que toda población necesita de héroes que hayan representado el sentimiento popular y a falta de ellos se crearon diferentes historias, relatos, cuentos, mitos y leyendas respecto a la valentía de quienes lucharon ideológica o materialmente por el bien común de sus comunidades, pueblos y países para convertirlos en supuestas verdades que idealicen su recuerdo como actos fundamentales de civismo en el desarrollo de la vida de la población, además para que perdure dicho recuerdo, los gobiernos de turno los han ensalzado periódicamente con bombos y platillos como que dichos actos hubieran sido verdaderos.
A la mayoría de la sociedad guatemalteca no le ha interesado conocer la verdad histórica de su pasado, se ha resignado como hace doscientos cuatro años a sobrevivir en un país dominado por los descendientes de quienes decidieron y aún el rumbo económico y político utilizando sus fortuna para imponer supuestamente en forma democrática, a personas que servilmente actuaron y actúan aún en los tres organismos del Estado en su función de empleados domésticos, redactando leyes y ejecutando actos perjudiciales y dañinos a los intereses de la población.
La Historia de Guatemala nos muestra que la idea respecto de los Próceres de la Independencia ha estado engalanada con una sarta de mentiras, pues los presentan como seres extraordinarios y cuya trayectoria fue intachable, sin embargo, como cualquier mortal tuvieron sus luces y sombras y conductas reprochables que no son conocidas por la población; siendo necesario conocer la verdad y que la clase política vea con claridad que la libertad de prensa siempre incomoda a quienes ejercen el poder, pero es imprescindible para la vigencia del sistema supuestamente democrático.
Y así, año con año venideros seguiremos celebrando la exclusión, la discriminación, la excepción, desigualdad, segregación y rechazo de los herederos de la clase económicamente pudiente y sus mal llamados próceres contra quienes somos parte de la población mayoritaria. Mientras tanto: ¡que viva la fantasía de una Guatemala independiente! ¡que vivan los supuestos Próceres de la Independencia incluyendo al traidor Gabino Gainza! ¡que viva la libertad!