Fernando Mollinedo

mocajofer@gmail.com

Guatemalteco, Maestro de educación primaria, Profesor de segunda enseñanza, Periodista miembro de la Asociación de Periodistas de Guatemala, realizó estudios de leyes en la Universidad de San Carlos de Guatemala y de Historia en la Universidad Francisco Marroquín; columnista de Diario La Hora durante 26 años, aborda en sus temas aspectos históricos, educativos y de seguridad ciudadana. Su trabajo se distingue por manejar la palabra sencilla y coloquial, dando al lector la oportunidad de comprender de modo sencillo el universo que nos rodea. Analiza los difíciles problemas del país, con un criterio otorgado por su larga trayectoria.

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Las nuevas experiencias en todos los ámbitos de la vida social han traído como consecuencia el tenernos que adaptar a la naturaleza, al influjo de los grupos sociales con los que convivimos.  El transcurrir del tiempo, por lo tanto, nos ha hecho cambiar de hábitos, costumbres y hasta tradiciones, por supuesto, en aras de un futuro mejor.

Los componentes de las tradiciones pueden ser culturales, económicos, sociales, deportivos, religiosos, sanitarios, científicos y las áreas del pensamiento humano; incluso políticas, pues en algunos casos se imponen o prohíben conductas que los gobiernos tratan de implantar o suprimir como políticas públicas en la construcción de una cultura político partidista por medio de sus aparatos ideológicos del Estado.

Dichos cambios culturales se acentúan en el pensamiento de las nuevas generaciones, quienes creen que esa es la única forma de vida, creencias o costumbres que deben seguir para ser aceptados en la sociedad; aparte que, el poderoso influjo de la familia ejerce una gran presión para ser aceptada o rechazada.

El presente artículo tiene por finalidad presentarle a los lectores de LA HORA una breve descripción de los hábitos, costumbres y tradiciones que se están olvidando en el imaginario guatemalteco por el influjo repetitivo de los aparatos ideológicos de comunicación tales como la televisión, dispositivos electrónicos y el internet, medios que por su accesibilidad al público presentan una gama de ideas y opciones que incluso, algunas veces, riñen con los conceptos axiológicos de la sociedad.

Algunos estereotipos culturales en Guatemala presentan una gran resistencia a ser mutilados, transformados o ignorados, aunque también pueden considerarse en algunos casos como un elemento social de estar a la moda con la vida religiosa, como las procesiones de la grey católica, retiros espirituales, católicos y protestantes, la vestimenta, el corte de cabello y utilización de determinados vocablos extranjeros a guisa de ejemplo.

La tradición es un conjunto de costumbres, prácticas o creencias que involucran a un mayor número de personas que sienten pertenencia respecto a una misma identidad cultural, las cuales transmitidas de generación en generación dentro de una comunidad, sociedad o cultura; pueden abarcar distintos aspectos de la vida como rituales religiosos, festividades, canciones, las cuales permiten la conservación de la historia por medio de la herencia  y tradición cultural, mientras que la costumbre son aquellas prácticas sociales arraigadas en una comunidad vinculadas con su vivir del día a día.

El comercio como actividad económica influye mucho en los cambios perceptivos de acontecimientos e instauración de cambios en las costumbres de la sociedad, acá en Guatemala hemos visto la imposición ideológica para que los consumidores de bienes materiales prevean o planifiquen sus fiestas religiosas; tal el caso de la celebración de la Navidad.

Desde los días finales del mes de septiembre, algunos centros comerciales y sus respectivos almacenes o negocios se dedican a promover la compra de toda clase de adornos navideños y promover costumbres extranjeras como el Halloween y como es natural, los niños ignorantes de la calendarización de esas fechas principian a vivir la creencia que ya es tiempo navideño cuando aún están inmersos en el ciclo escolar, con lo cual, a mi punto de vista, resulta ser un gran error que conlleva al cambio paulatino de la identidad de la sociedad.

Los comerciantes extranjeros y locales en su afán de ganar dinero a toda costa irrespetan la cultura, tradiciones y costumbres de la sociedad guatemalteca. Es una lástima que año con año modifiquen nuestras tradiciones, costumbres y hábitos.

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