Inicio el presente artículo indicando el significado de la palabra FRACTAL pues no es de uso común pero que engloba la realidad en diferentes ámbitos de la vida diaria de la población guatemalteca. El término fue propuesto por el matemático Benoit Mandelbrot en el año 1975 y deriva del latín fractus que significa quebrado o fracturado. De acuerdo con Wikipedia, el Fractal es un objeto geométrico cuya estructura básica, fragmentada o aparentemente irregular se repite a diferentes escalas.
Este término geométrico es una herramienta que sirve en diferentes disciplinas científicas como la psicología, medicina, sociología, economía y otras más; pues trata de describir muchos fenómenos naturales y experimentos científicos. En el caso de ser aplicado a la cotidianidad de la vida política de Guatemala, nos muestra en pocas palabras el proceso de la repetición de conductas, es decir, que la fractalidad de los políticos consiste en repetir y repetir y repetir en menor escala las conductas de los gobernantes de mayor jerarquía.
Socialmente, los funcionarios de los tres organismos del Estado, así como de las entidades centralizadas y descentralizadas, son FRACTALES repitiendo las conductas ilegales, autoritarias, ignorantes, abusivas, discriminativas, peyorativas e insensatas, generadas por sus autoridades superiores, manifestando de esa forma su capacidad temporal de poder ante los empleados de menor jerarquía.
El término geométrico puede ser visto, interpretado, vivido o sufrido en su más clara manifestación social en las conductas irrespetuosas y en el trato que reciben los usuarios en las diferentes instituciones y dependencias existentes en la administración pública, como en los hospitales nacionales, centros de salud o policlínicas del IGSS, municipalidades, ministerios de Estado, en especial el de Educación donde hay una plebe de ignorantes replicando las conductas abusivas de sus jefes inmediatos y ya no digamos en las Direcciones Departamentales de la capital y las de los departamentos.
Y en materia de honradez, también hay mucho que decir respecto de lo que es la TEORÍA DEL CAOS la cual consiste en conocer el desarrollo de los sistemas que evolucionan con el tiempo con la particularidad de ser muy sensibles a las variaciones de sus condiciones iniciales; las cuales determinan su contexto futuro. Es decir, en palabras coloquiales: “toda escoba nueva barre bien” pero ciertas condiciones van cambiando su estructura hasta que la “escoba ya barre mejor que cuando era nueva”; en el caso humano, ese cambio de conducta es debido a que quienes trabajan en la administración pública ya tiene conocimientos de cómo, cuándo y dónde se puede adoptar una conducta ilícita que le proporcione la oportunidad de huevearse el dinero público.
Y el colmo: después de ser fractales, se presentaron ante la población como personas honradas, dignas, merecedoras del voto popular, postulándose para ser electos como representantes del pueblo. La mayoría de la población no es matemática, pero comprendió muy bien la intención de los políticos exconvictos que compraron los votos para su reelección con dinero o promesas de futuras ayudas o empleos y aceptaron, por así decirlo, ese tipo de soborno electoral. Que hayan votado por quienes les dieron dinero u otras cosas, no se sabe, pero fue ganancia para quienes recibieron esos regalos.
¿Hasta cuándo dejarán de existir los funcionarios y empleados públicos fractales en la administración guatemalteca?