Fernando Mollinedo C.
La última publicación de mi columna de opinión en relación al Instituto Técnico Vocacional “Dr. Imrich Fischmann” fue motivo de molestia y desagrado para algunas personas que tienen su particular punto de vista con respecto al manejo administrativo de dicho plantel. En el artículo de marras indiqué: “QUE DE SER CIERTA LA NOTICIA” es decir, le dí el beneficio de la duda a la misma.
Atendí la llamada telefónica del director de ese centro educativo quien aclaró algunos de los conceptos vertidos en el artículo de marras respecto de la venta de materiales y útiles que se están desechando y que ya no tienen una vida útil, sean estos de madera, hierro o acero; se podrían utilizar como una muestra museográfica de lo que ha sido el desarrollo de la educación técnica en el país.
Aclaró lo relativo así mismo, lo relacionado con el parqueo de vehículos en los patios del plantel, indicó que no hay venta de dichos materiales y que están limpiando una bodega donde se almacenaron durante muchos años productos inservibles que estuvieron inventariados tales como tornos antiguos.
Respeto a lo dicho por el director, aunque no comparto del todo su aclaración porque incluyó de forma general dentro de lo inservible, “todos los papeles viejos que están en la bodega”, los cuales deben ser objeto de revisión por parte de personas que tengan relación con el Instituto o bien conformar una comisión de catedráticos e instructores para que evalúen el valor (no precio) de dicha documentación, ya que allí se almacenaron para su conservación, pues en el edificio administrativo no hay lugar.
Tal documentación incluye expedientes de los exalumnos de hace varias décadas, así mismo la documentación oficial de muchos sucesos que pudieran ser considerados históricos para el Instituto, no son sólo “papeles viejos”. ¿Qué tal sería contar con el museo interno del Instituto con la maquinaria y equipo utilizado durante sus sesenta y cinco años de vida, para que los estudiantes vean el desarrollo tecnológico de su plantel a través del tiempo?
El interés de publicar durante muchos años algunos de los aspectos relacionados con el Instituto Técnico Vocacional “Dr. Imrich Fischmann” ha sido el de atraer la atención de las autoridades ministeriales para que se le brinde a la juventud que allí estudia la oportunidad de aprender la disciplina de su vocación técnica con maquinaria, herramienta y equipo a la altura de los avances tecnológicos de la época.
No sólo en el aspecto material de la enseñanza técnica en sí requiere una verdadera atención, la enseñanza académica merece también que sea reconocida con la importancia que de suyo proporciona a los estudiantes y que ha sido de alta calidad por la capacidad de sus catedráticos académicos.
Lo anterior, pese a que la filosofía académica del Bachillerato Industrial haya sido manoseada y adulterada hace pocos años en el Ministerio de Educación por personas que desconocen los objetivos inmediatos, mediatos y teleológicos de la educación técnica industrial, así como que fue aceptada como una imposición al estilo cuartelero imponiendo dicho fenómeno no sólo al Instituto Fischmann, también en otros centros educativos de esta naturaleza.
Como corolario, la pregunta obligada: ¿Cuál es el resultado de los cambios académicos en la Escuela Normal de Educación para el Hogar “Marion G. Block”? Esa escuela también es de educación técnica y sufrió la mutación de sus objetivos académicos y técnicos principales quitándole su calidad de ESCUELA NORMAL.
¿Cuándo llegará al puesto de Ministro de Educación un pedagogo que de verdad sepa del aspecto educativo, restituya las escuelas normales y se dote de maquinaria, herramienta y equipo, materiales tecnológicos, enseres a la población escolar?