Fernando Mollinedo

mocajofer@gmail.com

Guatemalteco, Maestro de educación primaria, Profesor de segunda enseñanza, Periodista miembro de la Asociación de Periodistas de Guatemala, realizó estudios de leyes en la Universidad de San Carlos de Guatemala y de Historia en la Universidad Francisco Marroquín; columnista de Diario La Hora durante 26 años, aborda en sus temas aspectos históricos, educativos y de seguridad ciudadana. Su trabajo se distingue por manejar la palabra sencilla y coloquial, dando al lector la oportunidad de comprender de modo sencillo el universo que nos rodea. Analiza los difíciles problemas del país, con un criterio otorgado por su larga trayectoria.

post author

Fernando Mollinedo C.

Este artículo es un verdadero grito de auxilio para que las autoridades del gobierno central por medio del Ministerio de Educación aumenten los recursos en el presupuesto de ingresos y egresos del próximo año para para la ciencia y tecnología; ya que la inversión en el sector educativo es clave para el desarrollo económico del país.

No hay razón que justifique que no se invierta en este rubro por parte del Estado en las instituciones educativas de nivel básico y diversificado para atender de forma técnica y científica las necesidades del agro, industria, aviación, navegación en el mar, parque vehicular de transporte pesado, liviano, automovilístico y motociclista, ingenios, telefonía y otras actividades que requieren trabajo especializado y científico para su instalación, mantenimiento y reparación.

Los pioneros de la educación técnica industrial en Guatemala a nivel diversificado: Instituto Técnico Vocacional “Dr. Imrich Fischmann” en ciudad Guatemala y “George Kerchesteiner” en ciudad de Mazatenango ya fueron superados en materia tecnológica; es decir que, la maquinaria que utilizan para la enseñanza de diversas disciplinas técnicas es útil, pero resulta obsoleta ante los requerimientos del avance tecnológico de la industria en general.

La inversión en ciencia y tecnología deja beneficios reales en varios aspectos: 1) sociales, 2) económicos, 3) en el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), 4) de la productividad y 5) la generación de empleos. La inversión debe convertirse en un compromiso y prioridad para el gobierno de turno, puesto que los gobiernos anteriores, no prestaron atención a esta gran necesidad educativa; una de ellas es la creación de laboratorios de robótica.

Guatemala ha tenido proyectos científicos de investigación que fueron la radiografía de las prioridades nacionales (Incaparina, Eco Filtro, estufas Lorena (lodo y arena), satélite Quetzal, camioncitos Chato) los cuales fueron exitosos, auspiciados por el gobierno e iniciativa privada, ello explica que los recursos humanos existen, pero hay que incentivar el estudio técnico científico.

¿Cuál es la situación presupuestaria para la investigación en Guatemala? Con respeto indico que las instituciones relacionadas a la ciencia y tecnología, casi desde su creación no han tenido los resultados satisfactorios que se esperaban de ellas convirtiéndose en una especie de “club social” dirigidas por personas sin conocimiento tecnológico, con presupuestos propios y de acceso sólo a los de la foto.

A nivel superior, el estudio de la tecnología en Guatemala aún es un privilegio; las universidades de San Carlos como pionera, Del Valle, Rafael Landívar, Galileo atienden porcentajes muy bajos de estudiantes con inclinaciones científicas; en el período de la formación vocacional de los adolescentes en los ciclos básicos y diversificado debe proporcionárseles la posibilidad de descubrir y desarrollar aptitudes en los niveles educativos de ciencia, tecnología e innovación con la creación de Institutos PEMEM y Técnicos Vocacionales, mínimo uno en cada nivel educativo en cada Departamento del país.

Artículo anteriorEl proyecto personal
Artículo siguienteSueños que se sueñan en nombre de todos