Fernando Mollinedo C.
El Ministerio de Educación debe abordar de forma urgente el problema que está viviendo la población escolar en todo el país; quienes por su naturaleza investigativa ven limitada la acción de recibir explicaciones de sus maestros respecto a sus dudas en las diferentes materias que estudian.
La pandemia limita la actividad docente de los maestros, pero también es cierto que se puede cumplir con la obligación de enseñar con métodos tecnológicos adecuados y poniendo en ejercicio los conocimientos del curso de DIDÁCTICA recibido durante su formación como docentes; es decir, hacer realidad la máxima expresada por el educador cubano José Martí: “Y me hice maestro, que es hacerme creador”.
El hecho que los alumnos reciban tareas cada ocho días por medio de mensajes de WhatsApp o Facebook no satisface la necesidad de explicación de un tema con la claridad que el maestro pueda aportarle y/o ampliar; esta necesidad ha sido satisfecha de manera empírica y de buena fe por las madres y padres de familia que con sus conocimientos generales explican a los niños el contendido o significado de algún tema.
Los maestros siguen recibiendo su sueldo mensual, por lo tanto, están en la obligación de atender con eficiencia a sus alumnos; para ello, se necesita uniformar el sistema de impartir clases, es decir, aprender quienes no lo sepan a recibir e impartir clases por medio de conferencias virtuales, tal como se realiza en centros educativos privados y algunos nacionales, en su mayoría en el área urbana.
El uso de conferencias virtuales debe ser obligatorio para los maestros, pues de lo contrario, los alumnos terminarán realizando conductas de robots, sin que se les explique el por qué, cómo, cuándo y dónde del desarrollo de los contenidos del Currículum Nacional Base. Sólo enviar mensajes y recibir respuestas para calificarlas no satisface la necesidad real de una explicación.
Por lo anterior, los niños necesitan estar en contacto virtual con sus maestros, escucharlos y verlos para tener esa relación personal que DEBE existir en el proceso enseñanza-aprendizaje. La educación se basa en la relación interpersonal que motive al alumno a preguntar a los docentes acerca de las instrucciones o ampliación de los temas a investigar y no de forma robótica, impersonal, desprovista del aspecto cariño, atención, afecto, ternura y sobre todo, entendiendo que no todos los niños tienen la misma capacidad de aprendizaje.
El privilegio de ser docente no se compara con ninguna otra actividad física o científica; enseñar es una tarea de titanes que significa abrirle los ojos y el conocimiento del mundo a los alumnos de todos los niveles, en especial a quienes cursan el nivel primario. LOS NIÑOS YA ESTÁN CANSADOS DE SOLO RECIBIR, REALIZAR Y ENVIAR LAS TAREAS; necesitan la relación personal virtual con sus docentes para sentirse motivados psicológicamente. Entiéndase que no fomento las clases presenciales por lo terrible que está la pandemia.
En el Mineduc trabajan muchos profesionales que no son educadores ¿Habrá personal capacitado que sepa de educación y entienda lo que planteo?