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A este extremo llegaron los diputados, que supuestamente nos representan a los ciudadanos guatemaltecos. Al circo, a los jalones de pelo y a los golpes. El 29 de abril del 2025 pasará a la historia como el día más bochornoso (hasta ahora) de esta x legislatura, así con minúsculas.

Cuando Arévalo fue electo presidente, comenté que uno de sus mayores retos sería tener que trabajar con un congreso fragmentado, en su mayoría opositores y acostumbrados a ser “incentivados” por asignaciones a través del Listado Geográfico de Obras, así como por otros medios, para favorecer determinadas agendas legislativas. Para navegar esas aguas sin caer en las prácticas corruptas de los gobiernos anteriores, se necesita de una inmensa dosis de pericia.  Resultó que nadie en el partido de gobierno la tiene, ni siquiera en una mínima cantidad. Tampoco sus asesores, que deben ser muchos, deben cobrar carísimo, y, lejos de ayudar, le dan pésimos consejos al presidente, cuyo errático actuar es cada vez más notorio.

Hoy, el Legislativo es un desastre.  Ni siquiera son capaces de ponerse de acuerdo en la agenda del día. Dos diputadas se jalaron del pelo y se agarraron a golpes en pleno hemiciclo, vergonzoso hecho que quedó grabado en medios y redes. Y luego el presidente del legislativo salió huyendo a su oficina, para que después el diputado Arzú, secundado por sus colegas Rodríguez, Alejos y otras joyas de nuestra fauna política, saliera en conferencia de prensa diciéndole improperios al presidente Ramos, quien ni lento ni perezoso, cual precandidato presidencial, replicó un mensaje con un discurso vacío, rayando en lo ridículo (al igual que el de su camarada Arzú Escobar).  Nery Ramos se retrató como otro populista más, de esos que sobran en el país y de los que no necesitamos para salir adelante.

La fragmentación del Congreso se da, entre otras cosas, por la renuencia de la mayoría de los diputados a dar marcha atrás con su indigno aumento de sueldo, aunque hay que decir que tanto el presidente Ramos, como Samuel Pérez y los diputados del partido oficial, quienes ahora se rasgan las vestiduras y se somatan el pecho por dicho incremento, en su momento, cuando fue aprobado, no dijeron nada, es más, fueron cómplices del mismo con tal de lograr la aprobación del mayor presupuesto de la historia y de, según ellos, continuar siendo bancada.

Ahora el presidente Arévalo les pide a los diputados (se supone que a todos) que apoyen la moción para destituir a la jefa del MP.  La petición la hace a legisladores fieles a la pareja que gobernó Guatemala de 2020 a 2024, que inescrupulosamente latrocinaron el Erario (y continúan haciéndolo), y a quienes Gerona les ha mantenido una férrea defensa por más de 471 días.  La desesperación de quienes dirigen la acción penal en Guatemala ya es palpable.  Luego de las sanciones impuestas por el Reino Unido, extendidas al Commonwealth, los han acorralado, y saben que su única vía de escape pasa porque el presidente Arévalo no sea quien escoja a su reemplazo, debe ser alguien más, de su entorno.  Sin embargo, el senador Rubio fue categórico (con ellos, no con el presidente) cuando dio su discurso: los empresarios no van a invertir en países donde hay (o se provocan) golpes de Estado.

Veremos si Arévalo tiene la pericia necesaria para manejar la situación actual y sobrevive a la crisis que se empieza a manifestar.

Emilio Matta

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Esposo y padre. Licenciado en Administración de Empresas de la Universidad Francisco Marroquín, MBA de la Universidad Adolfo Ibáñez de Chile, Certificado en Métodos de Pronósticos por Florida International University. 24 años de trayectoria profesional en las áreas de Operaciones, Logística y Finanzas en empresas industriales, comerciales y de servicios, empresario y columnista en La Hora.

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