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De acuerdo con la nota titulada Preocupación: CIV no ha adjudicado ningún proyecto de infraestructura o de mantenimiento vial este año, publicada el día de ayer por este medio, la cual da cuenta de la nula adjudicación de contratos de mantenimiento y construcción de carreteras por parte de la cartera de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda.
Lo que más preocupa de la nota de marras, es que estamos a escasos días de que inicie el invierno y el gobierno presidido por Bernardo Arévalo ha incumplido, otra vez, tanta promesa que hicieron durante su campaña. De acuerdo con el presidente y su ministro de Finanzas, no iban a necesitar incrementar impuestos para financiar sus voluminosos presupuestos debido a los ahorros que tendrían derivados del “combate frontal” a la corrupción que tendrían desde el día uno. A los 462 días de la toma de posesión, el presidente sigue derrochando promesas en sus discursos, cada vez más vacíos. Pareciera que no entiende que le quedan menos de 1,000 días de gobierno y aún no ha hecho nada, absolutamente nada. Ni el sueldo le pudo rebajar a su compañera de fórmula, otra promesa no cumplida.
Si algo ha caracterizado a este gobierno, es su incapacidad para ejecutar los abultadísimos presupuestos de los que ha dispuesto. El ministerio de Comunicaciones ha tenido 3 ministros en menos de un año y medio de este gobierno, además de innumerables viceministros, lo que da cuenta de que este partido simple y llanamente no estaba listo para gobernar. Tanta impericia lo demuestra.
Si existe un elemento indispensable para que este país sea competitivo, es la infraestructura vial. Aparentemente, esto tampoco lo ha comprendido el presidente, quien prefiere participar en actos intrascendentes en vez de ocupar su tiempo en mejorar la infraestructura vial. Y tomarse más de 9 meses para reparar un hundimiento (todavía falta ver si la reparación resistirá el invierno) no es para jactarse y celebrarlo, más bien debería darle vergüenza y pena al presidente que a su gobierno le tomó tanto tiempo reparar un tramo en una de las vías más críticas de nuestro sistema vial.
Si algo puede hacer el presidente Arévalo para que su gobierno no pase a la historia como anodino, así como el de Ramiro de León Carpio, es enfocar sus esfuerzos en mejorar la infraestructura del país, principalmente la vial y portuaria.