La ampliación y modernización de los puertos y aeropuertos de Guatemala deben ser prioritarios para la nación. Es sumamente preocupante que los distintos gobiernos que hemos tenido han dejado este tema completamente de lado.
Desde abril del año 2022 he insistido en varias oportunidades, en este humilde espacio, sobre la importancia que tienen los puertos para el comercio internacional y he hecho énfasis en los sobrecostos que están pagando los importadores de productos a Guatemala en concepto de demoras. De igual forma, he argumentado que una parte importante de la solución (no toda) es el incremento de atracaderos para barcos de esloras más largas y el aumento del calado actual para barcos de calados más profundos.
Desde el 18 de noviembre EPQ anunció una convocatoria pública a inversionistas para presentar una “manifestación de interés” para la “… prestación del servicio de TERMINAL PORTUARIA ESPECIALIZADA DEPENDIENTE DE MUELLE PÚBLICO para la operación de descarga y carga de mercancías en los atracaderos 5 y 6 de Puerto Quetzal…”, la cual conlleva una serie de requisitos, de los cuales más adelante me referiré a algunos.
La fecha límite para entregar dicho documento es el 31 de enero de 2025, es decir, un plazo de 75 días calendario, para presentar dichas manifestaciones.
El primer requisito es que los oferentes deben “manejar mercancía propia o consignada, con buques propios o en contrato de fletamento en el atracadero comercial asignado de la Empresa Portuaria Quetzal”. Solo a quienes califiquen, se les entregará el documento con los aspectos técnicos de diseño y construcción.
Indica el documento que se estará calificando a los interesados con base en un “formulario de referencias” que ellos mismos entregarán, y únicamente tomarán en cuenta a las referencias con respaldo comprobable, principalmente en cuanto a capacidad económica y que, si no existen manifestaciones de interés, es decir, oferentes, la EPQ se reserva el derecho de otorgar el servicio a quien considere pertinente.
Para hacer todo lo que proponen, supongo que las autoridades de EPQ se basan en el plan maestro de desarrollo del puerto que fue parte del proyecto de construcción del mismo a finales de los 70 e inicios de los 80.
Sin embargo, al igual que ha sucedido desde el inicio con el gobierno del presidente Arévalo, se percibe improvisación, no planificación, en los proyectos que quieren echar a andar. Dar únicamente 75 días calendario para presentar una manifestación de interés por parte de las empresas que ya manejan mercancía propia, debiendo demostrar capacidad técnica y económica, suena a negocio apalabrado o a improvisación.
Me parece bien que las autoridades tengan la buena intención de solucionar la crisis en la que se encuentra el puerto más importante del país en términos de movimiento de carga, eso no se discute. Pero en mi humilde opinión, la solución debe ser totalmente transparente y además debe ser inclusiva, en el sentido de que debería poder participar en este proyecto cualquier empresa o grupo, nacional o internacional, que tenga las calificaciones para poder realizarlo, maneje o no carga en el puerto. De lo contrario, pareciera no ser un negocio transparente.