Emilio Matta Saravia
emiliomattasaravia@gmail.com
Sin recato alguno y por enésima vez, el Presidente Giammattei saludó con sombrero ajeno ayer en su discurso en la Asamblea de la ONU, alardeando que su gobierno mantuvo durante la pandemia una estabilidad macroeconómica y que se espera un crecimiento del Producto Interno Bruto mayor al 4% para el 2021, y que las exportaciones incrementaron en 7,764 millones de dólares. No sorprenden a estas alturas sus alardes y sus embustes.
Son las remesas familiares y NO las acciones del gobierno de Giammattei (que tanto alardea), la principal fuente de estabilidad macroeconómica y crecimiento del PIB en la economía guatemalteca. Es muy sencillo comprobar las afirmaciones anteriores.
En primer lugar, el monto total de las exportaciones de bienes de enero a julio de 2021, no su incremento, es de 7,764 millones de dólares, y su incremento sobre las exportaciones de enero a julio de 2020 es de 1,301 millones de dólares, o un 20.1%. En segundo lugar, si uno analiza a detalle el incremento en las exportaciones por rubro exportado, se puede identificar que el aumento de las exportaciones de algunos de estos rubros se debe, en una proporción importante, al incremento en los precios internacionales del bien exportado o de las principales materias primas que se utilizan para elaborarlo. Con ello no resto mérito a los empresarios de dichos sectores, pero sí debo aclarar que los precios internacionales de productos como el petróleo, aceite de palma, café, caucho natural (hule), hierro, níquel y resinas para elaborar plástico (es un derivado del petróleo), entre otros, han tenido incrementos significativos en el 2021 comparado con el 2020, pudiendo impactar hasta en un 50% de los 1,301 millones que han aumentado las exportaciones. Dicho de otro modo, de la cifra correcta en la que han crecido las exportaciones este año, aproximadamente 650 millones de dólares puede deberse a incrementos en los precios internacionales, es decir, factores externos que nada tienen que ver con las supuestas acciones que alardeó el presidente ante la ONU.
Durante el mismo período, las remesas han aumentado en 2,362 millones de dólares con respecto al 2020, es decir un 39.6%, y casi el doble que el incremento en las exportaciones, totalizando 8,320 millones de dólares de enero a julio. Esto, para comparar las mismas series de tiempo. Este flujo de dólares, casi 1,200 millones mensuales, tiene dos funciones que son torales para la economía: por un lado, estimula la demanda de bienes de consumo (y de capital en menor medida) y por ende la producción nacional; y, por otro lado, alivia la presión que ejerce la demanda de dólares, principalmente de la factura petrolera, sobre el tipo de cambio, manteniéndolo estable y evitando una posible devaluación de la moneda
Las remesas familiares y los precios internacionales de los productos de exportación son los dos factores externos (exógenos se les llama en economía), totalmente ajenos a las supuestas acciones gubernamentales, que, de momento, impactan positivamente a la economía guatemalteca. La participación que ambos tienen en el crecimiento de la economía del país de enero a julio de 2021 sobrepasa los 3,000 millones de dólares, es decir, más de un 60% del crecimiento del que alardeó el presidente en su discurso de ayer. Esto, tomando el mejor escenario planteado por el BANGUAT.
En conclusión, son los migrantes quienes realizan las proezas de las que el ególatra y arrogante gobernante de Guatemala se jacta.