La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Alianza con la Fundación Sergio Paiz, FUNSEPA anunció, en uno de los salones que utilizan para sus convivencias, que esta semana iniciaron la digitalización de dos nuevos municipios buscando su transformación por la educación y el servicio.
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días se basa en principios de desarrollo humano, como la realización de proyectos de servicio como una forma de amar al prójimo. Por eso, sus programas ayudan a las personas a aprender y progresar espiritualmente y en forma práctica.
El Elder Patricio M. Giuffra, presidente del Área de Centroamérica de la Iglesia, expresó durante la presentación de la actividad: “Para La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es un privilegio reafirmar nuestro compromiso con la educación y el desarrollo tecnológico en Guatemala
Por otra parte, FUNSEPA es una fundación que desde hace 20 años busca contribuir al desarrollo de Guatemala, mejorando la educación a través de la tecnología. Siendo catalizadora del cambio, promoviendo el desarrollo de Guatemala a través del aprovechamiento de la tecnología en la educación para fomentar el potencial de los guatemaltecos y de esa manera acelerar el desarrollo de, mejorando la calidad de la educación y creando oportunidades que transforman vidas mediante el aprovechamiento de la tecnología.
A la fecha, ha entregado 37,761 equipos en 2,252 aulas tecnológicas. Con lo cual, más de 665,027 niños y jóvenes guatemaltecos, se han beneficiado del aprendizaje computacional. Habiendo capacitado cerca de 96,778 maestros del sector público, pudiendo testificar cómo la tecnología en el aula abre a los niños y jóvenes de comunidades remotas un mundo nuevo de oportunidades, inspirándolos a soñar en grande.
Y al unir esfuerzos llegan a convertirse en ejemplo de transformación digital, impulsada por la educación y el servicio, a los municipios San Martín Zapotitlán, en Retalhuleu, y Malacatancito, en Huehuetenango. Lo que se considera como un paso histórico, pues en esta época que vivimos la tecnología ha invadido el trabajo y la vida de las personas en todo el mundo, al estar al servicio de la ciudadanía, promoviendo el bienestar de la gente y el desarrollo humano en el país.
Por su parte Ana Lucrecia Glaesel, directora ejecutiva de Funsepa dijo: «Trabajar dos municipios digitales en paralelo es un reto enorme, pero también un acto de esperanza. Nos emociona ver cómo la tecnología se convierte en un puente hacia más y mejores oportunidades», y agregó: «La educación es el cimiento del desarrollo. Esta alianza demuestra lo que puede lograrse cuando sumamos esfuerzos y recursos en favor de las comunidades».
Por eso es que consideran que esta alianza marca un hito en la historia de la cooperación social y tecnológica del país, al realizar por primera vez la digitalización simultánea de dos municipios completos, en favor de la educación al servicio de la niñez guatemalteca para brindar oportunidades de desarrollo y conectividad.
Esta semana se dio inicio al proyecto de equipamiento de computadoras para todos los docentes quienes posteriormente serán capacitados en su mejor uso. Para La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, este proyecto refleja su misión de seguir el ejemplo de Jesucristo al servir a los demás, fortalecer a las familias y brindar oportunidades que transforman vidas. Cada computadora entregada y cada maestro capacitado representa una inversión en el futuro de un niño, una familia y una comunidad entera.
Este no es el principio, ya que en 2024, ambas organizaciones inauguraron el primer municipio digital en San Cristóbal Totonicapán, beneficiando a más de 4,200 niños y 200 docentes con acceso a tecnología educativa. Hoy, esa visión se multiplica al entregar 2,040 equipos para beneficiar a 5,343 estudiantes y más de 100 docentes en San Martín Zapotitlán, Retalhuleu, y Malacatancito, en Huehuetenango.
La tecnología mejora el aprendizaje en áreas clave como matemáticas y lectura e impulsa la creatividad, el pensamiento crítico y la preparación para los desafíos del siglo XXI.
Así es como los guatemaltecos podemos ver como también en nuestro país ocurren acciones buenas, nuevos y modernos aprendizajes y formación en valores positivos, para beneficio de la educación de los niños que son el futuro de la sociedad.







