Una mañana de lunes de 1997 luego de muchos intentos por el conducto oficial, Jorge Antonio Ortega Gaitán, estaba en el despacho del Ministro de la Defensa, había logrado hacer una cita, casi como una cita con el destino, con su manuscrito de investigación de la escuela de los paracaidistas en las manos, solicitando fuera impreso para dar a conocer una de las ramas de estudio y ejercicio profesional de los militares.
Ahora si, luego de años de investigación y correcciones del texto al gusto del lector de turno, su voz fue escuchada y su escrito leído por quien tenía la potestad de imprimirlo, lo que ocurrió posteriormente y por lo cual nuestro escritor y ahora historiador y catedrático universitario se comprometió, con él mismo, a dar a conocer a través de sus libros la historia de las distintas ramas del Ejército de Guatemala, al cual servía.
Publicando luego Los Kaibiles (2003), Los Marinos (2006) Los Pilotos Aviadores (2011) Los Ingenieros Militares (2015) Nuestras Guerras (2016), Un Cuento Extraviado (2023)
Desde las pinturas rupestres de Casa de las Golondrinas en San Miguel Dueñas, departamento de Sacatepéquez; las Estelas de Petén, que narran historias de vida, hasta los miles de libros que albergan las bibliotecas y librerías del mundo podemos contemplar cómo el ser humano a lo largo de la historia de la humanidad ha buscado dejar huella de su paso a través de símbolos, que en la actualidad podemos presentarlos a través de la tecnología con el uso de una computadora.
Así muchos nos enteramos por la televisión, la internet o la radio de los sucesos diarios, también podemos hacer uso de la internet para leer textos: manuales, poemas, relatos…
Y con su llegada y expansión muchas personas consideraron que el libro como tal iba a desaparecer. Y si bien es cierto que en nuestro país han desaparecido muchas imprentas, aún los libros continúan circulando. Se compran, regalan, se prestan y se venden en las librerías y en las ferias del libro, se tocan, se portan, se guardan y se releen, para encontrar nuevos puntos de vista, nuevas ideas, nuevos sueños y anhelos.
El miércoles recién pasado, 23 de abril se celebró el Día Internacional del Libro. Decretado por la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) en 1995. La fecha corresponde al nacimiento y fallecimiento de varias figuras de la literatura como William Shakespeare, Miguel de Cervantes, Vladimir Nabokov, Garcilaso de la Vega, Josep Pla y Manuel Mejía Vallejo.
Y Guatemala no se quedó atrás, las librerías regalaron libros, rebajaron los precios, y se realizaron presentaciones en distintos lugares una de ellas fue en el COSEDE (Comando Superior de Educación del Ejército)Allí llegó Jorge Ortega a contar sus anécdotas mientras escribía e investigaba la historia del Ejército de Guatemala.
Sin embargo sabemos que antes de escribir textos ya se había estrenado como poeta al conocer a Mailyn, quien sería su compañera de vida y decidirse a escribirle poemas, logrando conquistar su alma, mente y corazón.
Todo en su vida parece haberse confabulado para hacer de él un escritor. Tanto su madre que ejercía como calígrafa, y de quien él deseaba copiar su letra, como su abuela materna con la que se crió quien luego del almuerzo a los 4 años le leía cuentos y entre juegos le enseñó las vocales, el abecedario a construir oraciones y textos y su abuelo que utilizando uno de esos, calendarios que obsequiaba a fin de año las empresas y que en su casa estaba colgando de la pared del comedor, le hacía trabajar su cerebro sumando los números en forma vertical, u horizontal, o como se le ocurriera.
Así con un cerebro inquieto y una mente despierta inicia Jorge Ortega su vida en el ejército, en los tiempos del conflicto armado en donde debía pasar largos días a la espera, en la montaña, sin teléfono celular, ni computadora. Es entonces cuando empieza a recabar información por donde va pasando y luego de investigaciones, entrevistas, cruce de cartas, visitas a la hemeroteca cuenta entre su legado con 7 libros sobre la historia militar de nuestro país
Pero su alma inquieta no se queda allí, se despierta para despertar emociones y es cuando decide escribir textos literarios: Vida y Milagros de Margarita Angulo (2003), La Reina de los calzones Rotos (2013), Alma, ¿cuándo serás mía? (2017), Travesuras del Deseo ( 2020) El Reverendo Rabanito (2022) Hechizos (2023)
A la fecha se siente el orgullo, que le sale del alma, cuando comenta tener en circulación en manos nacionales y extranjeras cerca de 13 mil libros de todas las publicaciones realizadas.
Y esa pasión que le pone a sus escritos busca despertar en sus estudiantes universitarios al invitarles a escoger y leer una obra a su elección durante los cursos que imparte. Una acción digna de copiar por todos los docentes primero como lectores y luego como motivadores de la lectura.
Le invito a comprometerse con usted mismo y leer un libro al mes, o al año pero no deje que las hojas del calendario caigan sin haber tenido la mágica experiencia de no querer soltar el libro y emocionarse y conocer y decepcionarse o motivarse a seguir leyendo.