Uno de los grandes problemas de la humanidad ha sido siempre el manejo de sus desechos, de todo tipo.
Recuerdo que a finales del siglo pasado las personas no veían ningún problema con quemar la basura. Incluso en las áreas urbanas, lo hacían en los patios traseros o en las calles. Un recuerdo de ello es la quema del diablo, la que ha ido transformándose para evitar precisamente que los residuos dañen la capa de Ozono y el planeta.
Se han realizado muchas campañas para que aprendamos a no tirar la basura en la calle y tratar de rememorar la Tacita de Plata de los abuelos.
La Municipalidad capitalina en los últimos años ha realizado una gran labor, al darle trabajo a personas necesitadas del mismo y manteniendo así las calles y avenidas de la ciudad limpias. Aunque ya no salgamos a barrer el frente de la casa como se hacía antes.
Sin embargo la competencia mercadológica y nuevos descubrimientos nos están afectando. Ahora puedo comprar una caja de arroz que trae un plástico de seguridad y además dentro de la caja el arroz viene en una bolsa plástica… cuanta basura
El uso de plástico ha penetrado en todos los campos de la vida, volviéndose incluso un artículo desechable, porque es barato, fácil de conseguir y/o resistente.
Pero este plástico especialmente los envases de líquidos y las bolsas plásticas se han convertido en un gran problema pues su degradación es a muy largo plazo.
El basurero de la zona 3 otrora estructurado en los márgenes de la ciudad, ahora que en el centro de la misma y ya no se da abasto, El precio de una camionada de basura en ese vertedero ha subido, por lo que ahora los vecinos debemos pagar hasta 70 quetzales al mes porque recojan la basura tres veces a la semana.
Pero este problema es mundial, los ministros de ambiente se reúnen para encontrar soluciones a este problema y ya hemos hablado de las biobardas, a las que las que lastimosamente no se les dio seguimiento
En Guatemala, el 2021 se creó el Acuerdo Gubernativo 164-2021 mismo que establece que ´´los residuos deben separarse en contenedores distintos, de acuerdo a su tipo. Esto con el fin de preservar el medio ambiente y facilitar el reciclaje. ´´ Eso suena muy bonito.
El asunto es que con la llegada de la pandemia, olvidamos recordar a los guatemaltecos que hoy ya la basura de hogares, comercios, empresas y otros, debe separarse en orgánica e inorgánica. Y entregarla identificada a los recolectores.
Y que el incumplimiento de la norma puede acarrear una multa de 40 salarios mínimos.
Y más de qué hablar. Circular por la zona 1 antes de que el camión recolector pase, es ver volcanes de basura en las esquinas donde las personas que no están dispuestas a pagar por su basura, salen a tirarla allí.
Quizás habrá que gastar en cámaras para ver quienes tiran su basura en la calle.
Además de ello aún existe mucha confusión sobre hacer una bolsa con desechos orgánicos y otra con inorgánicos, o se deberán utilizar muchas bolsas para separar: vidrio, latas, plástico, papel…
Lo que nos lleva al principio del uso de muchas bolsas de plástico tres veces por semana.
Si dirían los entusiastas, ahora se usan bolsas biodegradables. Cuyo material en micro tamaño se ha encontrado en los peces, las verduras y frutas.
He preguntado en supermercados y algunas librerías y sólo tienen bolsas negras, blancas y rosadas. Así que nos tocará comprar un rollo de masking tape y marcadores de colores si se insiste en una sextuple clasificación, mientras el mercado nos provea de bolsas de colores y nosotros nos dediquemos a inundar más el planeta de plástico.
Creo que dos son suficientes y correctas, mientras se quiera seguir con el negocio de la basura y no se coloquen grandes contenedores en distintos puntos estratégicos como existe en otros lugares. Aunque quizás no sea buena idea, pues si se robaron los caballos de la fuente, las lámparas del parque central y las placas y monumentos, Quizás también con el tiempo podríamos ver en alguna casa un contenedor de basura utilizado para otro fin.