Edith González

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Nací a mediados del siglo XX en la capital, me gradué de maestra y licenciada en educación. He trabajado en la docencia y como promotora cultural, por influencia de mi esposo me gradué de periodista. Escribo desde los años ¨90 temas de la vida diaria. Tengo 2 hijos, me gusta conocer, el pepián, la marimba, y las tradiciones de mi país.

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La Inocuidad se refiere a la especificación que garantiza que los alimentos que consumimos no causan daño a nuestra salud.  O sea que se aplicaron medidas para reducir el riesgo de contener residuos de plaguicidas, metales pesados e incluso nanopartículas de plástico.

El objetivo de celebrar este tema es propiciar en centros educativos y en la población en general, como detectar y prevenir los riesgos, que pueden ocasionar los alimentos mal manipulados, en la salud de las personas.

El 7 de junio fue proclamado oficialmente por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 2019, designando a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo concerniente a la inocuidad de los alimentos a nivel mundial.

Por ello que en ocasiones escucharemos “fue desaprobado por la FAO” y retirado de la venta, para proteger la salud de las personas. Esto puede ocurrir con alimentos naturales como los vegetales, que pudieron haber sido regados con agua contaminada, o la utilización de pesticidas venenosos para el ser humano, así como su almacenamiento en condiciones no adecuadas, como sitios con insectos y/o suciedad o alimentos que como el caso de algunas empacadoras de carne reajustan el producto para darle una falsa frescura.

De la misma manera, los alimentos procesados como cereales, productos lácteos como quesos, mantequillas y yogures, pueden sufrir transformaciones durante su almacenamiento.

Pero ello puede ocurrir también cuando el alimento ya ingresó a nuestro hogar, si requiere refrigeración, por ejemplo, no hay que dejarlo para luego. El lavado de los envases por fuera antes de ser destapados es importante, para reducir problemas alimentarios. La preparación, con una cocción adecuada, el almacenamiento y el control de fechas de caducidad, nos ayudarán a tener una mayor certeza de consumir un alimento inocuo.

La responsabilidad de la inocuidad de los alimentos nos corresponde a todos, desde los productores hasta los consumidores.

“La inocuidad alimentaria puede verse afectada por diversos incidentes, desde pequeños problemas domésticos hasta grandes crisis internacionales, como intoxicaciones en restaurantes, productos contaminados retirados del mercado, o brotes causados por alimentos importados. Estos peligros no tienen fronteras y pueden escalar rápidamente de un problema local a una emergencia global”.

Y si bien productores y gobierno tienen su parte. La mayor responsabilidad radica en cada uno de nosotros. Necesitamos asegurarnos de la limpieza del lugar en donde compramos nuestros alimentos, del correcto almacenaje y cocción. Lo que muchas ventas callejeras o restaurantes no nos pueden certificar.

Y ahora cuando el verano empieza a dar paso al invierno las autoridades nos advierten sobre la Tifoidea. Enfermedad infecciosa producida por la Salmonela, por lo que nos recuerda lavarnos las manos luego de utilizar el sanitario y cambiar pañales, así como siempre antes de comer. Lavar frutas y verduras y mejor consumirlas sin la cáscara. Tomar leche pasteurizada y agua purificada.

La Tifoidea se puede manifestar luego de 2 o 3 semanas de haberse consumido un producto líquido o sólido contaminado. El paciente puede presentar fiebre alta prolongada, dolor estomacal, náuseas. Por lo que debe ser llevado a un hospital para ser correctamente diagnosticado y tratado.

Pero para evitar enfermarnos, lo mejor es practicar la inocuidad de nuestra alimentación, preparando nuestros alimentos y bebidas en casa bajo nuestras propias normas de higiene y control en la compra, almacenaje, cocción y consumo.

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