El pueblo de Guatemala te honró en designarte como mandatario suyo. Hoy te toca asumir una enorme responsabilidad de representarlos. Y recuperar la dignidad de una hermosa nación que ha estado subsumida históricamente en desigual en la violencia y en la inestabilidad política.
Tomado de redes sociales.
Hace un año Guatemala se encontraba sumida en casi un caos, como en una tómbola de papeletas, sin saber cuál escoger. Incluso las personas que fueron beneficiadas por los candidatos a las alcaldías o a la presidencia tenían sus dudas.
Y no digamos los empleados públicos. Seguir con el mismo sistema corrupto, pero que me garantiza un salario para poner comida en la mesa todos los días, o buscar una opción para tratar de tener un país menos corrupto, más justo e igualitario en los sistemas de justicia social.
Y al dar el banderazo el Tribunal Supremo Electoral, los arriates se llenaron de publicidad, aunque extrañamos a algunos que sabíamos estaban en la contienda, pero seguramente su billetera no estaba tan gorda.
Así fue como del Partido Semilla, muchas personas poco o nada sabían, pero cuando empezaron a utilizar la tecnología, los guatemaltecos los descubrieron, conocieron de sus ideas y sueños para transformar este país, en un territorio menos corrupto, en donde el encargado de los contratos con dependencias del estado cobraba hasta por seis meses una cuota para poder acceder a un trabajo.
La llegada no fue fácil. La lucha de poderes se desató contra usted y su partido, pero desde el primer día supo darnos una gran lección de vida, las cosas que tiene que suceder sucederán, no se requiere de la fuerza, el insulto, la amenaza, ni exponer las vidas de quienes cuidan de nosotros.
Su padre, Juan José Arévalo, fue propuesto e invitado a retornar, pero para cuando llegó el país estaba en tensa calma, él tuvo muchas oportunidades de dejarnos instituciones y edificios, porque en ese entonces no había nada.
A usted le toca honrar su apellido y su legado, limpiando esas instituciones que han sido cooptadas por El Pacto de Corruptos, quienes llegaron incluso a encarcelar a Javier De León, quien debió graduarse en la cárcel.
Pero estoy segura de que también con la pena y el dolor le dieron la oportunidad de pasar a la historia como una de las víctimas de este sistema corrupto y nefasto de otro gobernante elegido que permitió que su pareja sentimental hiciera lo que se le diera la gana, con el erario nacional.
Estamos a menos de un mes de su toma de posesión junto a Karin Herrera y los caminos van tomando nuevos rumbos, sin embargo, hay rumores de personas corruptas que fueron confirmadas en sus puestos y, por lo tanto, instituciones el Estado en donde todo sigue igual.
Hay propuestas que he escuchado, como la investigación y condena de los responsables de la pérdida de Q400 millones en vacunas contra el covid, y el riesgo al que pudieron estar enfrentados los guatemaltecos que no recibieron su dosis de protección pagada con el dinero de sus impuestos.
El “nuevo síndrome” descubierto en Suchitepéquez, que no solo enfermó, sino que cobró vidas, no es más que descuido, mala fe del propietario de la granja de pollos y abandono del Estado. Necesitamos supervisores, en todos los espacios del sistema: educación, salud, seguridad, agricultura, ganadería, para que velen por el verdadero bienestar de los guatemaltecos.
Guatemala cumplió 202 años, no se construyó de la noche a la mañana, no esperamos grandes cambios Ya. Pero debe trabajarse todos los días desde todos los espacios, con las mejores personas y asesores, para conseguir un mejor país. Los que hicieron plantones, caminatas, los que votaron a su favor y hasta los que discutieron con los otros Nos lo merecemos. Confiamos en usted.
