Desde Dubai, la ONU alertó sobre la amenaza que para la equidad de género representa la crisis climática, especialmente el calentamiento global. Que amenaza con altas tasas de mortalidad materna, matrimonios tempranos, violencia de género y desplazamientos a causa de desastres naturales.
Angela Baschieri, líder técnica de la UNFPA «Pone presión sobre los más empobrecidos y agudiza las desigualdades existentes».
Cada vez que se sucede una catástrofe los servicios de salud sexual y reproductiva se interrumpen y ello afecta la salud madre /hijo, por lo que considera esencial tener sistemas de salud que resistan los impactos climáticos y puedan continuar con su labor médica y de salud reproductiva.
Se ha visto también que los desastres naturales agravan la violencia de género. Bridget Burns, directora de la Organización de Mujeres en el Medio Ambiente y Desarrollo (Wedo), señala: «Concentramos nuestra atención a menudo en las externalidades de los desastres, como las tasas de mortalidad pero no analizamos los impactos a largo plazo que tienen las inestabilidades en las comunidades. Por lo general, son las mujeres quienes actúan como amortiguadores durante las crisis».
Ellas cuidan, cargan, cocinan, reparten, curan y realizan muchas acciones para su familia y dentro de la comunidad.
Por su parte: Mwanahamisi Singano, líder global de políticas de Wedo, comenta: «Las mujeres no pueden ser simplemente consideradas víctimas del cambio climático, deben participar desde un punto de conocimiento, ellas guardan las tradiciones culturales y familiares; sin embargo, muchas de ellas han sido ignoradas en el tema de los recursos. Pocas trabajadoras agrícolas, dueñas o no de las tierras reciben apoyo o recursos para adaptarse al cambio climático. Como tampoco el conocimiento para crear sistemas de riegos en las tierras de padres y esposos.
Mwanahamisi Singano, dice: «Las mujeres no pueden ser tratadas solo como estudios de caso, sino como fuentes de experiencia. Necesitan acceso a los procesos de toma de decisiones y negociación, para que los derechos de los agricultores y las mujeres en las comunidades se traduzcan en decisiones políticas«.
Así la vulnerabilidad de las mujeres a la que son sometidas por los hombres, la interrupción de los servicios esenciales y el aumento de la violencia de género ponen de manifiesto la necesidad de garantizar la participación de las mujeres en las tomas de decisiones para lograr un futuro más equitativo, sostenible y resiliente que pueda hacer frente a los inminentes desafíos cambiantes del clima.
Los guatemaltecos esperamos un nuevo gobierno, con ideas nuevas con inclusión de género, edad, sexo, religión, que agrupe a personas con capacidades, ganas de trabajar y deseos de realización de un nuevo país.
Pero como decía un meme: Si no cambiamos nosotros, aunque cambie el gobierno, todo seguirá igual.
COMO UN DESEO DE NUEVO AÑO: DEBEMOS ERRADICAR EL MACHISMO, PERO NO CON UN FEMINISMO LIBERAL SINO CON PARTICIPACIÓN PLENA DE AMBOS SEXOS EN LA FORMACIÓN Y CUIDADO DE LA FAMILIA Y EN EL TRABAJO.