La iniciativa de Clasificación Integrada de Fases de la Seguridad Alimentaria logró ampliar su asociación global para incluir cuatro nuevos socios: el Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias , el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo , el Banco Mundial y la Organización Mundial de la Salud, y establece un Comité Ejecutivo de Alto Nivel.

Estos  permite que nuevos socios que  poseen  gran experiencia y conocimientos,  pueda beneficiar la Seguridad Alimentaria Mundial además de ayudar a fundamentar estrategias basadas en evidencia para abordar las causas profundas de las crisis alimentarias prolongadas y abordar la inseguridad alimentaria crónica», afirmó Hassan Ali Ahmed, presidente del Comité Directivo Global del IPC y representante de Acción contra el Hambre en el Comité.

«Las crisis alimentarias son crisis sanitarias. Las enfermedades y la malnutrición forman un círculo vicioso: cada una aumenta el riesgo de la otra y amenaza la salud de las poblaciones afectadas, en particular los niños», afirmó el Dr. Mike Ryan, Director Ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS. «Millones de personas enfrentan hambre aguda en todo el mundo, debemos intensificar las acciones para abordar la desnutrición y las enfermedades para salvar vidas y proteger la salud de las personas». 

Es necesario  aprovechar el conocimiento colectivo de expertos de diversos campos, y a los tomadores de decisiones  para que utilicen las herramientas que necesitan para tomar decisiones informadas que conduzcan a soluciones duraderas para la seguridad alimentaria», agregó.

Esta expansión  se produce en medio de conflictos, patrones climáticos impredecibles y fluctuaciones de los precios de los alimentos, lo que  intensifica   más los desafíos que rodean la seguridad alimentaria y nutricional.

«Los altos precios de los alimentos han desencadenado una crisis mundial de alimentos y nutrición que está llevando a millones de personas más a la pobreza extrema y amenaza con borrar los logros en materia de desarrollo obtenidos con tanto esfuerzo», dijo Martien van Nieuwkoop, Director Mundial de Agricultura y Alimentación del Banco Mundial.

“Los conflictos y el cambio climático seguirán impulsando el número de personas que padecen hambre. Al responder a una crisis, el valor de los datos en la toma de decisiones se vuelve más evidente. Nos permite actuar más rápido y colaborar de manera más efectiva”, añadió.

“Dado que la inseguridad alimentaria mundial sigue aumentando, el trabajo de  este equipo  ese hace  más importante que nunca. Necesitamos sistemas de alerta temprana sólidos y precisos para fundamentar adecuadamente las medidas preventivas destinadas a acabar con el hambre y la malnutrición.

Por ello  también requerimos educación, para enseñarle a las personas a consumir productos de temporada, que resultan  más baratos a comprar y cocinar sólo lo que se consideren comer, a regalar a otros lo que, están en buen estado  y no vamos a consumir,  lo que significa hacer buen uso de los recursos alimentarios, evitando el desperdicio desde el punto de recolección, el punto de venta y  el consumo en  el hogar.

Pero también para enseñársele  a la gente que  en su comunidad tiene productos comestibles de bajo precio, y la posibilidad de  crear huertos  domésticos para consumo familiar

Debemos evitar  el consumo de  “alimentos  chatarra”, y cambiarlos por alimentos naturales, frutas, verduras, granos hojas verdes

Combatir la desnutrición permitirá a la humanidad tener personas más sanas , creativas capaces de construir un mejor futuro  para ellos y las  nuevas generaciones.

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