Edith González
Primera mujer en recibir individualmente el Premio Nobel de Economía por su investigación sobre las disparidades de género, especialmente los empleos y salarios entre hombres y mujeres, en el mercado laboral.
Claudia recibió su título de economía de la Universidad de Harvard en 1990. Comprendiendo la Brecha de Género: Una Historia Económica de las Mujeres Estadounidenses fue su primer libro publicado ese año, su primera obra y tuvo un impacto significativo al analizar las causas subyacentes de la disparidad salarial, entre mujeres y hombres en varios aspectos, como sus ocupaciones y remuneración. Y desde entonces su inquietud por este tema permanece en su computadora.
Además de ello ha investigado sobre los efectos del uso de anticonceptivos en las decisiones laborales y matrimoniales de las mujeres, el uso de apellidos de mujeres como indicación social después del matrimonio y los factores subyacentes que contribuyen a la tendencia actual de que las mujeres constituyan la mayoría de los estudiantes universitarios, demostrando que la forma de este problema o el origen de esta disparidad de género varía con el tiempo y en conjunto con el progreso social. Su último libro: «Carrera y familia: el viaje centenario de las mujeres hacia la equidad», es una investigación de generaciones de mujeres que han intentado equilibrar su profesión con la vida familiar.
Randi Hjalmarsson, miembro del comité del Premio Económico, afirmó que al comprender el problema y etiquetarlo con precisión, podemos trazar eficazmente un camino más favorable para el progreso. Refiriéndose a una igualdad en todos los campos de la vida, expresó en una nota Arturo Sullivan.
Por supuesto, lo que Claudia Goldin expuso luego de años de investigación para muchos de nosotros y nosotras quizás se equipare al dicho popular de ”descubrir el agua azucarada”, la importancia de la investigación y del galardón el cual tiene muchos detractores, por haber sido añadido más de 70 años después de la muerte del inventor sueco, por el Banco Central de ese país a los cinco galardones establecidos en el testamento de Alfred Nobel, en 1895, ingeniero e inventor sueco, conocido por haber inventado la dinamita en 1968. Y que dicho sea de paso la gran mayoría de ganadores han sido hombres, muchos de ellos estadounidenses.
O sea que en 70 años sólo tres mujeres han obtenido ese galardón, Elinor Ostrom junto con Oliver E. Williamson (2009), Esther Duflo, acompañada de Abhijit Banerjee y Michael Kremer (2019). Y ahora en solitario Claudia Goldin.
Las luchas de las mujeres por ser reconocidas en el campo laboral y otros han marcado mejoras para las siguientes generaciones, en algunos países se ha reconocido y legislado contra la discriminación de género en el lugar de trabajo, en otros se han eliminado leyes que las penalizaban por acciones como manejar un automóvil o no cubrirse el rostro en público, sin embargo las mujeres siguen experimentando disparidades significativas en los salarios en comparación con sus homólogos masculinos.
La investigación de Goldin ha demostrado que hay menos evidencia que sugiera que esta disparidad será erradicada en un futuro cercano, acuñando el término de “trabajo codicioso” que describe un aumento desproporcionado en los salarios por hora, a medida que las personas trabajan más horas o tienen menos autonomía en sus horarios.
Que resulta penalizando a las mujeres que requieren horarios flexibles, pues además manejan la carga del cuidado del hogar, el cuidado de los niños y ancianos. Acciones que siguen unidas a las mujeres desde muy jóvenes.
PESE A LA DISCRIMINACIÓN SALARIAL, APRENDIDO O IMPUESTO PARA MUCHAS MUJERES SEGUIRÁ SIENDO EL MAYOR HONOR DE SU VIDA CUIDAR DE SU FAMILIA.