Edith González
Esta semana que finaliza el caos vehicular se hizo sentir en muchos zonas capitalinas, en parte debido a que ya los escolares y estudiantes universitarios retornaron a las aulas de manera presencial y porque se llevó a cabo un simulacro de emergencia de terremoto, en el recordatorio del terremoto que destruyó gran parte del país el 4 de febrero de 1976, además de una manifestación que recorrió varias áreas de la ciudad, llegando hasta la Procuraduría de Derechos Humanos para protestar por la no inscripción en el Tribunal Supremo Electoral como vicepresidente, del exprocurador Jordán Rodas, debido a reparos de la contraloría.
La movilidad urbana es uno de los grandes retos para las municipalidades, especialmente para la de la ciudad capital. Incluso desde antes de las cinco de la mañana el transitar es lento y en algunos casos hasta caótico, debido a que los conductores se desesperan al no poder avanzar y empiezan a realizar maniobras no permitidas. Las que al final sólo causan más problemas al transitar sobre las banquetas, o en vías contrarias.
Un ejemplo se vivió el lunes y el viernes de esta semana que finaliza cuando los conductores que circularon por Ciudad San Cristóbal y la Calzada Roosevelt reportaron haber tardado hasta una hora para avanzar sólo cinco kilómetros.
La situación tiene también mucho que ver con la pandemia, pues debido a la falta de transporte público, y la baja en la venta de los vehículos las empresas entraron en competencia promocional, brindando ofertas, como combustible gratuito durante 6 meses o reduciendo las cuotas mensuales. Lo que animó a algunos a obtener su vehículo, nuevo o usado, pero como las personas también empezaron a buscar soluciones, muchas de ellas encontraron promociones más viables en los vehículos de dos ruedas, las motocicletas, en las que en algunos casos podemos ver que viajan hasta 5 personas.
Un transporte que brinda menor gasto en la compra del combustible, más accesibilidad de pago y reducción del tiempo al transitar, porque como todos hemos visto penetran por cualquier espacio entre los vehículos incluso en algunos casos a altas velocidades.
Eso también ha llevado a que cada día son más los accidentes que se reportan de este tipo de vehículos incluso entre ellos mismos. Según el Registro Fiscal de Vehículos de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), para abril de 2022 estaba autorizada la circulación de 2 millones 52 mil 874 motocicletas en todo el país, siendo la mayor cantidad en ciudad Guatemala en donde según Amílcar Montejo intendente de la Policía Municipal de Tránsito de la ciudad capital circulan cerca de 500 mil motos atribuyendo su aumento también a los servicios de encomiendas y comida a domicilio.
Agregando que uno de los problemas que se presentan es que de cada 100 motos que se verifican en los operativos, por lo menos 45 de los conductores no tienen licencia de conducir. Y lo que en muchos casos sucede es que las personas se ven alentadas a comprar el vehículo de dos ruedas por aquello de “es fácil aprender a conducirla”. Y quien les enseña no tiene la plena capacidad ni les informa sobre los reglamentos existentes.
Así vemos que los conductores de motos circulan en las banquetas, se van metiendo entre los vehículos, a los que incluso chocan o rayan, sin responsabilizarse y no respetan las señales de los semáforos, el uso del casco, ni los límites de velocidad.
Y a propósito, la Caravana del Zorro en ruta hacia Esquipulas está en marcha. La municipalidad local ha prohibido la venta de licor, esperando evitar peleas y accidentes, en lo que debería ser una peregrinación católica y con el paso del tiempo fue tomando forma de juerga y fiesta en carretera.
Ya tendremos noticias.
