Edith González

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Nací a mediados del siglo XX en la capital, me gradué de maestra y licenciada en educación. He trabajado en la docencia y como promotora cultural, por influencia de mi esposo me gradué de periodista. Escribo desde los años ¨90 temas de la vida diaria. Tengo 2 hijos, me gusta conocer, el pepián, la marimba, y las tradiciones de mi país.

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Edith González

El conocimiento  humano continúa  sorprendiéndonos así como  los procesos de memoria.
María Laura Luzzolino

En  los 70’s un grupo de psicólogos cognitivo  observó un  fenómeno en una prueba de vocabulario. Los sujetos investigados recordaban con mayor eficacia palabras que ellos mismos habían generado, en contraste con aquellas que eran leídas en una página. Concluyendo que puede almacenarse más información cuando esta es generada activamente, en contra posición de la  que ingresa a través de nuestros sentidos.

Dando paso al  efecto generación que  describe que, la información que nuestra memoria codifique será almacenada con mayor eficiencia y recuperada más rápidamente si la hemos generado nosotros mismos. Este se da debido a que en la producción de información cerebralmente se activa una mayor red de significados haciendo  que la información generada logre un almacenamiento, más profundo que aquella que incorporamos a través de nuestros sentidos y deseamos retener.

El efecto generación y su descubrimiento han abierto la posibilidad de tomar ventaja  para aprovechar los “trucos” de la mente humana a nuestro favor, al conocer que  cuando la información es generada por nosotros mismos, será más fácilmente almacenada y recuperada.

Se han realizado numerosas investigaciones en torno a este efecto y la producción de falsas memorias, pero no hay información   que este podría ser la causa de la generación de recuerdos inexistentes, que han sido inventados, aunque la interrogante sigue abierta, y es una cuestión que los psicólogos cognitivos dedicados al estudio de la memoria humana siguen intentando dilucidar.

Pero si debemos recordar algo importante o, incluso, estudiar para un examen, lo mejor que podremos hacer será tomar la información  y reformularla. Usar palabras que  nos resulten familiares para poder descomponer la información que necesitamos recordar, y elaborarla como si  la estuviéramos diciendo.

El efecto generación evidencia que estudiar será más fácil si utilizamos nuestro propio lenguaje. Entonces estaremos, literalmente, adueñándonos  de los textos y dándoles nuestra  propia personalidad.  Así, con términos que ya conocemos y usamos en la vida cotidiana, lograremos activar una mayor cantidad de redes de significado a nivel cerebral, y esto  nos permitirá “guardar” de forma más efectiva la información.

El efecto generación explica que las memorias que nosotros generamos son más fácilmente recordadas. La memoria es una función cerebral. Su función principal  es  el almacenamiento y  recuperación de la información.

“La memoria se puede definir como la capacidad del cerebro de retener información y recuperarla voluntariamente. Esta capacidad nos permite recordar hechos, ideas, sensaciones, relaciones entre conceptos y todo tipo de estímulos que ocurrieron en el pasado.

No podemos localizar los recuerdos en un punto concreto del cerebro, porque  implica una gran cantidad de áreas cerebrales. Y es precisamente la memoria  la función cognitiva más afectada con la edad. Pero igual  puede ser entrenada mediante estimulación cognitiva y diversos tipos de juegos mentales. Por ello es importante que aprendamos a mantenerla activa, con  ejercitación como juegos de sudoku, crucigramas, sopas de letras, e incluso la lectura diaria.  Así como el ejercicio físico, el descanso, sueño reparador y una buena y sana alimentación.

La memoria es tan necesaria como compleja de comprender. Es un proceso importantísimo  para el  desarrollo de la vida de una persona que nos  permite almacenar conocimientos diversos.  Podemos  recordar  informaciones sencillas pero muy útiles para la vida diaria  como dónde vivimos, cómo llegar al trabajo, nuestro nombre y el de nuestros  seres queridos.

La memoria nos permite mantener una atención sostenida para seguir el hilo de una película o de una conversación, y también recordar procedimientos como leer, escribir, caminar, hacer cuentas, elaborar nuestra comida y hasta lavar nuestros dientes.
EJERCITAR LA MEMORIA A DIARIO ES UN BUEN CONSEJO A SEGUIR.

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