Edith González Muñoz
“La disciplina es el puente entre las metas y los logros”.
Jim Rohn.
Históricamente los puentes son parte de engranajes invisibles, pero reales que llevan al ser humano de un lado a otro, pero que básicamente, permiten la comunicación entre el ser humano para su desarrollo y crecimiento.
Los puentes tienen su origen en la misma prehistoria. Posiblemente el primer puente de la historia fue un árbol que usó un ser prehistórico para conectar las dos orillas de un río. También utilizaron losas de piedra para arroyos pequeños cuando no había árboles cerca.
La civilización romana fue la primera en construir puentes de forma generalizada. La necesidad de tener una red de calzadas bien comunicada y permanente hizo que sus ingenieros construyeran una gran cantidad de puentes.
En la Guatemala histórica aparecen varios puentes desde la misma cultura maya y a lo largo de del tiempo las propias comunidades elaboraron puentes para su desarrollo.
Para la elaboración de estas obras, fueron extraídas las piedras incrustadas en cerros y montañas que fue lo que sucedió en donde antiguamente se ubicaba la iglesia del Calvario, así como ladrillos de cal y arena que dio vida a lo que ahora conocemos como el puente de “La Barranquilla”, en la zona 1.
Los historiadores recuerdan que su construcción contó con cuatro soportes y 8 postes, cada uno con lámparas y ornamentación. Claro que al paso de los años esto ha cambiado. Este puente incluso, fue parte de la línea férrea que llevaba y entraba trenes a la estación ferroviaria en el área, incluso, antes que en las vecindades se diera vida al estadio de fútbol “Mateo Flores”.
El Puente de La Barranquilla se le localiza en la 10 avenida y calle Mateo Flores, zona 5 fue mandado a construir en 1894 por el Presidente Reina Barrios para facilitar el paso del ferrocarril y darle continuidad con el puente de la Penitenciaria.
En el caso específico de “La Barranquilla”, esta es la prolongación de la 10ª avenida suroriente abierta en 1894, en la entrada de lo que hoy es el Estadio Mateo Flores, la cual se une enseguida al “Boulevard 30 de Junio” o “Avenida de La Reforma”, y pasa frente al Jardín Botánico hasta los terrenos de lo que antaño era la Finca Santa Clara en la zona 10, para luego unirse, a la altura del Obelisco, con la “Avenida de Las Américas”, zonas 13 y 14, convirtiéndose así en una de las vías más largas de la ciudad de Guatemala.
Actualmente, el puente se ubica sobre la décima avenida, entre la zona 1 y zona 5 de la Ciudad de Guatemala, frente al Estadio Doroteo Guamuch Flores. Su nombre deriva de un arroyo que recorría parte de la ciudad y terminaba en el terreno en donde se encuentra actualmente el mercado La Terminal, en la zona 4.
Viendo la historia se determina que las últimas décadas del siglo XIX la ciudad de Guatemala comenzó a dar señales de crecimiento poblacional, consecuentemente se tuvieron que buscar soluciones de urbanización.
Una de las respuestas a este fenómeno fue promover la expansión hacia el sur. Para ello, entre otras medidas tomadas, se trazaron nuevas vías de acceso como, por ejemplo, el alargamiento de la 7ª avenida, bautizada con el nombre de “15 de Septiembre”, misma que se prolonga a través del Cantón Tívoli conduciéndose, finalmente, hacia “Los Arcos” y el “Boulevard Liberación” (antes conocido como bulevar Justo Rufino Barrios).
Paralela a ésta, hacia el lado suroriente, se construyó el paso conocido como de “La Barranquilla” (1894), sobre la 10ª avenida para entroncarse en la rotonda del monumento al Ejército o de La Estrella, al inicio de la Avenida de La Reforma. Ambas vías, la de la séptima y décima avenidas tienen como punto de partida dos viaductos sobre los que corrían antiguamente los Ferrocarriles del Pacífico y del Atlántico.
RESPETEMOS Y CUIDEMOS LOS PUENTES SON PARTE DEL DIA A DIA.