Aunque, en términos generales, se dice que la realidad es amplia (por la cantidad de elementos o factores que la componen) y compleja (por la infinidad de interrelaciones que se dan entre ellos), también es cierto que, para comprenderla a partir del limitado umbral de la percepción humana, sigue siendo un modo válido el de tratar de descomponerla en las partes que pensamos que la constituyen.
La idea es que, en el caso de cualquier cosa o fenómeno, se pueda proceder pensando que lo que tenemos a la vista son partes de un todo bastante complicado como para aprehenderlo de una sola vez en su basta totalidad; las podamos disponer ante nosotros de manera ordenada y por separado para profundizar en cada una de ellas para; luego, aventurar maneras de entenderlas funcionando como un todo. Ejemplo de ello es el caso del cuerpo humano. Nos conformamos con la idea de que es conveniente conocer los órganos que lo componen, intentamos conocer cada uno de ellos por separado y, luego, lograr la comprensión de su funcionamiento como un todo… no sin dejar de aceptar (aunque muchas veces a regañadientes) que existen fuerzas o factores, más allá de nuestra capacidad de comprensión, a los que “se deben deber” ciertos funcionamientos, ciertas disfunciones, ciertas enfermedades y hasta “milagros” que suceden…
Entendido lo anterior, siempre será válido y provechoso “coleccionar” puntos de vista; puesto que ellos siempre enriquecerán la paleta o menú de opciones a considerar. Observaciones generadas desde diferentes perspectivas, en diferentes momentos y por parte de personas con diferente grado de capacidad perceptiva y de sensibilidad. Observaciones que pueden aportar a la suma a la mejor comprensión de un fenómeno complejo, difícil de ser aprehendido por una sola inteligencia. Percepciones que pueden contribuir a la estructuración de un modelo que se aproxime cada vez más a la realidad (¿existe?, ¿es única e igual para todos?…) aunque a diario aparezca como un modelo siempre desconstruido en algunas partes y construido en otras…
En esta “Galería de las Percepciones” (o colección de puntos de vista que incluye desde los más sensatos hasta los más ingenuos, desde los más serenos y elegantes hasta los más exóticos, sin discriminar a ninguna) se cuentan varias que vale la pena mencionar. Procedo, entonces; aunque siempre recordando que no se trata de teorías totales si no que de perspectivas parciales; perspectivas cuyo valor radica en que pueden contribuir al intento de llegar a comprenderlo todo… ¡Piezas de un rompecabezas!, podría decir uno de mente ágil.
Próximo a la entrada a la “Galería”, se encuentra un afiche explicativo, grande, que alerta:
“Durante mucho tiempo (¡más que suficiente!, dicen algunos), un país se autoestableció en el globo como el líder de “el mundo libre” y fue la nación que, en nombre de ese etéreo concepto, se encargó de imponer a todas las demás esa su abstracta concepción del mundo (vía guerras, golpes de estado, sanciones económicas, etcétera). Pero desde un afortunado lunes del mes de enero de 2025 -por la gracia de Dios-, sus nuevos dirigentes han revelado (de pronto y por sorpresa) para los más ingenuos del planeta, cuál ha sido realmente la gran verdad detrás de toda la reciente historia de ese mundo libre. Han revelado que la verdadera pretensión de esa enorme nación -libre de decidirlo así, por supuesto-, es y ha sido la de actuar como lo ha hecho bajo la única consigna de proteger aquello que considera de su propio y exclusivo interés y para su propio y exclusivo beneficio; declaración que le permitirá a esa enorme nación, desde ahora, actuar sin necesidad de seguir escondiendo sus acciones detrás del argumento de que lo hace para beneficio y en interés de todos los demás … Ya no más hipocresías. Actuar sin cadenas”.
“Lo anterior es algo que resulta altamente significativo puesto que, si los restantes países del globo lo saben entender, ya no se verán en la obligación (o necesidad, dirían algunos) de actuar ofreciendo gratuita lealtad y obediencia a un jefe lejano y, a veces, poco comprensible si no que en función de sus propios intereses y exclusivos beneficios; actitud general que, siguiendo la lógica pregonada para el logro de la felicidad económica de todos (la absoluta “libertad de actuar”, cada uno, en función de a dónde apunte su nariz), tendrá que devenir en un total y universal beneficio; un beneficio del que no se debe dudar puesto que será el producto de la aplicación del principio de la absoluta libertad de mercado (la famosa “mano invisible”, tan estudiada y pregonada hasta la fecha) a todas las otras esferas de la búsqueda de felicidad de todas las naciones y ciudadanos del planeta”.
“Reflexión: ¡Como que se ha hecho el ansiado Milagro! ¡Como que el Milagro de la paz universal se ha logrado de la mano del espíritu de “la mano invisible”! (espíritu que, en muchos insignificantes países, aún se tiene la insalubre e irreverente costumbre de llamarlo “mano de mono”…)”.
Más adelante, en un pasillo empapelado estilo collage con tomas fotográficas desde las salas de estar y desde los balcones de lujosos apartamentos con vista a hermosas y solitarias playas ubicadas, eventualmente, en latitudes tropicales -colores y sabores exóticos dejados a la imaginación …- se puede leer en carteles pegados de manera casual, ideas de algún ser marginal; ideas de alguien que ha tenido la intuición de que los nuevos administradores de la nación que se ha desencadenado recién (“salir del closet”, le dicen a esto algunos) tienen sesgos que los revelan como señores del mundo de los negocios inmobiliarios, del entretenimiento, del confort, del turismo y de las ilusiones. Un sujeto, ese, que menciona sin ningún atisbo de discreción, con nombres y apellidos, territorios que, según él, les interesa a los nuevos administradores llegar a poseer en breve -al buen estilo de los viejos conquistadores de islas mágicas y de mundos y planetas nuevos ¡para gloria de ellos y de la humanidad! – hasta llegar a la exclusividad de las zonas polares.
El recorrido por los corredores de la inmensa Galería es largo y puede resultar extenuante… En futuras oportunidades reproduciré algunos de los mensajes que se pueden apreciar en el recorrido y que resultan más impactantes; como un modesto apoyo a la alegre imaginación de mis lectores.