La fiscal general Consuelo Porras presenta como su aporte más importante un nuevo modelo de gestión penal para evitar la mora en el trámite de los casos y, sin embargo, a la luz de lo que ayer pudimos comprobar en La Hora por declaraciones del fiscal que, primero negó llevar una investigación, luego le tiró la “chibola” al de corrupción para siempre llamar después y decir que se recordó que sí la lleva, tal modelo es un auténtico desastre, puesto que ni siquiera un caso que la misma Fiscal General anunció con bombos y platillos se ha movido un ápice y, de ser cierto que se inició en febrero, el Fiscal de Delitos Administrativos no lo ha tenido ni siquiera en el radar.

Suponiendo que no se elaboraron los documentos a toda prisa para responder a La Hora, el fiscal Melvin Medina terminó diciendo, luego de que lo había negado rotundamente, que su fiscalía lleva el caso y que están pendientes de un informe de la Contraloría de Cuentas, como si no supieran que esa entidad está a cargo de un nuevo Contralor electo por la tenebrosa maquinaria del Pacto de Corruptos mediante, según denunciaron diputados, la compra de votos.

Preguntado si ya hicieron un estudio de la norma constitucional que establece límite para las indemnizaciones dijo que no le aparece nada en el expediente y que lo va a pedir porque tampoco tienen siquiera a la vista el Pacto Colectivo del Congreso de la República ni, por lo que se ve, nada que indique el menor avance en el caso.

La Hora publicó ayer, con base en declaraciones del fiscal Medina que el anuncio de la investigación de oficio que hizo Porras eran puras tortas y pan pintado. Tras la publicación, los implicados “se acordaron” que si hay una investigación en marcha y pidieron disculpas por “haberse equivocado” al declarar a nuestra reportera que no existía nada relacionado con esa forma de saqueo del erario público.

En todo caso lo que queda de manifiesto, tanto si es cierto que “se les había olvidado” el caso como si fabricaron los documentos enviados ayer por la tarde a toda prisa para desvirtuar la denuncia periodística, basada en expresiones de los mismos funcionarios del MP, es que el modelo de gestión que tanto cacarea la actual administración de la Fiscalía General es un absoluto fracaso. El hecho de que tras dos meses y medio tengan que “preguntar a la compañerita” si ya leyó la Constitución para ver lo que dice sobre indemnizaciones es una soberana vergüenza. Con qué razón Arzú, Alejos y compañía están risa y risa.

Redacción La Hora

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