Napoleón Barrientos

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Guatemalteco, originario de Alta Verapaz, forjado bajo los principios de disciplina, objetividad y amor a la patria; defensor del estado de derecho, de los principios de la democracia, con experiencia en administración pública, seguridad y liderazgo de unidades interinstitucionales.

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El Ejército de Guatemala ha sido protagonista en la historia de la vida nacional, lo han integrado guatemaltecas y guatemaltecos provenientes de todo el país, de diferentes etnias y estratos sociales; aspectos que hacen de la institución una verdadera representación nacional; todos se integran en las diferentes jerarquías del Ejército de Guatemala; ha sostenido el sistema democrático guatemalteco; y si esto fuera poco, muchos de sus integrantes perdieron la vida en el cumplimiento de su misión, principalmente durante el enfrentamiento armado que nos libró de ser una Nicaragua;  algunos militares incluso, están privados de libertad por el estadio político jurídico desfavorable, en el que quedaron sus integrantes al finalizar el conflicto armado.

En Guatemala existe el modelo democrático de gobierno con todos sus defectos, pero al fin democrático, pese al guiño permanente del autoritarismo, que intenta involucrar al ejército, pero este ha sabido mantener la distancia a intentos políticos ideológicos de utilización. Los señalamientos contra el ejército no son más que hostilidad ideológica intestina, producto de la polarización que aún permanece en mentes anacrónicas; pero esa lucha no es de interés de la mayoría de los guatemaltecos, lo que anhelamos todos es un país que busque el bienestar común, que seguramente es posible con algunos ajustes en la gestión de este sistema político vigente.

El Ejército de Guatemala es y ha sido ejemplo de institucionalidad, el respeto a la Constitución Política y su mandato para la seguridad interior y exterior; a su Ley Constitutiva, y demás normas vigentes, tradiciones, protocolos; hacen del Ejército de Guatemala una institución que a lo largo de la historia ha jugado un papel importante para todos los guatemaltecos; la institucionalidad que la ha caracterizado es su principal fortaleza; además de la jerarquía y disciplina, tiene estructura para la planificación, ejecución y supervisión de su gestión, aspectos dignos de imitar; así, esta institución tradicionalmente funciona por estas características que rigen el accionar de sus integrantes y no por quien ostenta cargo alguno; esto es institucionalidad.

Las emergencias que vivimos los guatemaltecos por las vulnerabilidades que implica nuestra ubicación geográfica, son mitigadas por un sistema de instituciones, dentro de las cuales resalta la participación de los soldados de todas las jerarquías, es evidente no solo porque se refleja en las imágenes a las que ahora tenemos acceso, las personas afectadas lo viven y lo reconocen, sino porque, presté mi servicio activo como soldado y soy testigo del empeño que la institución a través de sus integrantes, se impone para mitigar los daños a las personas, en estas circunstancias desafortunadamente frecuentes para los guatemaltecos.

El espíritu de servicio que se induce a los miembros del Ejército de Guatemala en sus diferentes clases y jerarquías es un verdadero patrimonio de su institucionalidad, y este recién pasado 30 de junio se arribó al 153 aniversario de esta noble institución, de la cual los guatemaltecos en general debemos sentirnos orgullosos, pues de una u otra manera nos servimos de ella.

Que Dios bendiga a todos los soldados y a sus familias por siempre.

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