La expansión de China en América Latina y el Caribe está lejos de ser un fenómeno reciente, aunque las últimas décadas del siglo XX y primeras décadas del siglo XXI han sido testigos de la intensificación y crecimiento de negocios y migración china, a lo largo de las Américas. Latinoamérica es de interés para China, los bajos niveles de desarrollo se convierten en tierra fértil para la invasión comercial, con la que logra una influencia geopolítica en la región.
Empresas, productos y capital de origen chino, tienen diferentes factores y estrategias: entre ellas la cultura china que termina siendo una estrategia que se basa en la prueba y el error; el bazar chino ofrece diferentes productos como opciones más económicas; a través de las redes comerciales es fácil adquirir productos chinos; la carencia en los países ha propiciado la adquisición de bienes y servicios basados en el precio, aunque no todos de buena calidad aún; la estrategia del poder blando con menos condiciones es muy atractiva; a través de un foro político y económico de países emergentes (BRICS+) ha ingresado al Banco Interamericano de Desarrollo; entre otros.
China ha aumentado sus exportaciones de productos manufacturados, tecnología y bienes de consumo hacia Latinoamérica, el interés de China por materias primas y productos agrícolas de la región es una realidad, lo que lo ubica como un socio comercial importante, siendo esto una pieza de la estrategia comercial de China. Guatemala entonces ha tenido un crecimiento en su intercambio comercial con China, sin embargo, esto conlleva implicaciones geopolíticas, pues China ha manifestado que Guatemala debiera adherirse a la política de una sola China. Además, el crecimiento de China es motivo de preocupación para los empresarios y al estatus que del comercio latinoamericano y sus proveedores tradicionales, mismos que deben esforzarse por mejorar su productividad y a reestructurar la agilidad de sus gestiones comerciales para competir en el mercado regional.
Respecto al apoyo en educación y capacitación en el área de seguridad, China apoya a militares y policías nicaragüenses, además periodistas nicaragüenses, hondureños y guatemaltecos, con lo que proyecta un crecimiento en su influencia en la región, incluyendo el impulso de proyectos de infraestructura en la región que pasa por la habilitación o mejora del canal seco que atraviesa Honduras, más la posibilidad de la creación de un complejo portuario en El salvador, entre otros.
Guatemala por su ubicación geoestratégica y sus históricas relaciones diplomáticas con Taiwán; la expansión y la influencia política y comercial de China de la cual se ve cercada por Honduras, Nicaragua, El Salvador y la tendencia de México, es motivo de atención particular, pues tiene efectos además de comerciales y políticos, otros de tipo militar o de seguridad regional.
Las consideraciones de los Estados Unidos de América deben pasar por atender a su socio en una serie de agendas compartidas y facilitar las relaciones de todo tipo con los países de la región; sus programas o son fáciles de digerir y absorber en beneficio mutuo, o la balanza estará por caer por su propio peso, al margen de las luchas ideológicas intestinas de la derecha y de la izquierda en Estados Unidos y en Guatemala.