Danilo Santos

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Politólogo a contrapelo, aprendiz de las letras, la ternura y lo imposible. Barrioporteño dedicado desde hace 31 años a las causas indígenas, campesinas, populares y de defensa de los derechos humanos. Decidido constructor de otra Guatemala posible.

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Danilo Santos

Lo sucedido en las instalaciones del Congreso de la República obrado por Veteranos Militares, quemando parte del edificio y vehículos, es un indicador de la clase de Estado, gobierno y clase política que tenemos: violenta, burda. Lo que hicieron los Veteranos fue lo que les enseñaron, solo que ahora, manipulados desde hace varios periodos presidenciales, van en contra de sus hacedores. De hecho, el mismo presidente Giammattei en campaña, reunido con este grupo, les decía esto: “yo como presidente del país voy a ir al frente de ustedes como comandante general del ejército a pararnos frente al congreso hasta que pase la ley de dignificación, …como comandante general del ejército tengo que velar por los veteranos que fueron del ejército y por los miembros activos del ejército, ese es mi deber, yo los voy acompañar a ustedes que no me mienten la madre a mí, nosotros se la vamos a mentar a ellos si no nos hacen caso que esa ley pase.” La acción violenta de los Veteranos es esa mentada de madre a la que se refería el hoy Presidente, la única diferencia es que él no estuvo físicamente al frente; el MP debería preguntarse ante tal evidencia, si estuvo detrás.

Por otro lado, un supuesto dirigente de los Veteranos ha dicho en un mensaje donde llama a prepararse para la guerra: “…Lo que quiere Giammattei es una guerra entre nosotros, los antimotines y la policía nacional. La biblia dice que no tenemos guerra contra carne ni sangre sino contra potestades del infierno, nuestro enemigo se llama satanás, el señor lo reprenda y toda la partida de ratas políticas que están en el gobierno que nos han engañado por muchos años, ya basta de engañar al pueblo de Guatemala, somos soldados combatientes que nos prepararon no para atacarlos a ellos mismos, pero el día de mañana se puede romper la paz en Guatemala… si guerra van a querer…”

Claramente hay promesas incumplidas, manipulación y aprovechamiento de quienes servían a las órdenes del Estado y el Ejército. Llama la atención que Dios está metido en los discursos de todos los que ofrecen guerra y piden obediencia, tal es el caso de los Giammattei, los Veteranos y ahora, la presidenta del Congreso de la República. Esta última dijo que: “El respeto a nuestras autoridades va a hacer la diferencia, porque respetando nuestras autoridades, estamos respetando a nuestro Dios, que es el que pone reyes y quita reyes”. “Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que existen, por Dios han sido establecidas”, “…quien se resiste a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que se han opuesto, sobre sí recibirán condenación…” Extractos bíblicos, todos, llenos de dogma y amenazas, pero vacíos de una visión estadista sobre la política, el progreso y el bienestar.

En resumen, al parecer en Guatemala las cosas se resuelven o con violencia o la obediencia a los que se dicen ungidos por dios. El pensamiento crítico queda fuera del espectro de valores que gobiernan nuestras vidas. Esto, es simplemente el caldo de cultivo para la explosión social cuando los dioses chapines ya no pueden con el abuso de quienes los usan para su beneficio. Cuando es la violencia el único camino para conseguir lo que se quiere. No aceptemos a ningún Dios mandándonos a la guerra, menos a los políticos que lo único que quiere es el poder. Si hay que hacer la guerra, que sea al sistema, que está derruido y necesario derrumbar definitivamente.

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