Claudia Virginia Samayoa
Cartas de una Lechuza
@tucurclaux
De vez en cuando la vida nos muestra las contradicciones de las personas y los argumentos y nos quedan dos caminos: resignarnos o denunciar. Me imagino, estimados lectores y lectoras, que ya saben que no soy de aquellas personas que se resignan; prefiero resistir y persistir en una visión de un mundo justo y equitativo. Pues les cuento, a continuación, mis dos motivos de la semana para insistir que la ética debe regir nuestras vidas.
Esta semana tomó posesión por tercera vez, el Sr. Daniel Ortega y su esposa como presidente y vicepresidenta de Nicaragua. Las elecciones realizadas el año pasado fueron consideradas ilegales y condenadas por la Organización de Estados Americanos. En Nicaragua, como en Guatemala, el régimen tiene control total de todos los órganos de Estado y los pesos y contrapesos dejaron de existir. En el contexto electoral vimos la persecución de las y los candidatos de oposición, la nueva prisión política de personas defensoras de derechos humanos que denuncian la dictadura y una nueva marea humana en el exilio. No es posible ignorar las violaciones de derechos humanos y la corrupción del régimen orteguista en Nicaragua.
No obstante lo evidente, un expresidente y su Fundación y un diputado de izquierdas estuvieron en la toma de posesión e hicieron alarde de hacerlo. Estas mismas personas abogaron por las víctimas del Conflicto Armado Interno en Guatemala, condenaron el exilio de cientos de miles de compatriotas y la criminalización de hoy. Pero son ciegos a la hora de las viejas amistades o ortodoxia ideológica. Yo repudio a quienes usan los conceptos de democracia y derechos humanos a su antojo y niegan su auxilio y apoyo a las decenas de miles de nicaragüenses que hoy sufren el exilio y la persecución del régimen (aunque sean dizque revolucionarios o demócratas cristianos).
Por otra parte, por enésima vez la fiscal general abre solicitud de antejuicio contra una juez independiente. Esta vez raya en lo loco. Tome nota, en el 2019 cuando fue descubierto Gustavo Alejos -fugado de su centro de detención- negociando magistraturas; la fiscal general con diligencia interpuso un amparo contra el proceso de elección de Magistrados que se estaba llevando en el Congreso dándole validez a lo actuado por la FECI y la juez contralora de la investigación. Ese amparo detuvo el proceso y es la excusa para no elegir Cortes. Pero como no logró hacer sus negociaciones aceptó los ofrecimientos del presidente y algunos diputados a cambio de cerrar el caso de Comisiones Paralelas 2. Como no puede decirles a los fiscales que desistan del caso, porque sería muy obvio, se le ocurrió la brillante idea de solicitar un antejuicio contra Erika Aifán para ver si esta vez prospera y se quita la piedra en el zapato.
El nuevo fiscal de la FECI que jura defender la legalidad y ser muy capaz no se le pudo ocurrir utilizar la vía que la ley propone para estas discusiones: la recusación y la posterior apelación en los momentos procesales oportunos. En su lugar hace berrinche. El juramento de defender la ley prostituido por el Ministerio Público.
Hoy de nuevo las personas debemos defender la Justicia y a Erika Aifán. Hoy es la ética y los principios de derechos humanos los que orientan nuestra coherencia, aunque se vaya contra corriente. ¡Resista y Persista!