Por Mamerto Reyes Hernández, Economista Agrícola
El gusano barrenador del ganado es la larva de la mosca Cochliomyia hominivorax, el cual textualmente devora y produce infecciones en los mamíferos y eventualmente en las aves. Las moscas depositan sus huevos en heridas superficiales de los animales (incluso en humanos), luego las larvas eclosionan (salen de los huevos) a las 12 o 24 horas, para comenzar a alimentarse del tejido del animal infestado. Esta fase dura entre 4 u 8 días, luego las larvas salen del animal, caen al suelo, se entierran y “empupan”. Luego emergen las moscas adultas, se aparean y comienza nuevamente el proceso. En el trópico, el ciclo completo puede durar menos de 3 semanas.
El problema de la infestación del ganado con estas larvas es muy grave debido a la mortalidad de animales jóvenes y la reducción de la productividad de los adultos. Según estimaciones del Organismo Internacional de Energía Atómica para Sudamérica presentadas en su sitio web, los costos de las medidas preventivas, las pérdidas en la producción pecuaria y los costos asociados a la vigilancia epidemiológica de la enfermedad podrían alcanzar los 3,600 millones de dólares al año, sin tener en cuenta el problema de salud pública humana que esta mosca también representa.
Aunque por el momento, el ministerio de agricultura no ha comunicado oficialmente que la plaga está en Guatemala, creemos que ya se encuentra en nuestro territorio. Probablemente, llegó con el ganado que se transporta desde Panamá, Costa Rica y Nicaragua, hacia México. Esta mosca fue erradicada en Centroamérica y el cono norte del continente americano en el primer quinquenio de los años noventa, sin embargo, siguió presente en varias zonas de América del Sur y el Caribe y ahora el movimiento internacional de personas y ganado, la han movilizado nuevamente hacia Guatemala y esperaría que también llegue nuevamente a México y Estados Unidos.
En el sitio web de la Comisión Panamá – Estados Unidos para la Erradicación y Prevención del Gusano Barrenador del Ganado (COPEG) se indica «En la actualidad el Gusano Barrenador del Ganado (GBG), se mantiene en etapa de erradicación con incidencias de casos positivos en todas las provincias de Panamá a excepción de la Comarca Guna Yala». Al 19 de octubre se han presentado un total de 19,970 casos positivos, mientras que a nivel regional hay presencia de GBG en Costa Rica con un total de 7,531 casos desde la declaración del brote, en Nicaragua se suman 4,259 casos y en Honduras 20 casos por incursiones desde Nicaragua hasta la fecha
¿Cómo detectar la presencia del Gusano Barrenador en el ganado?, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural de México en su Blog recomienda que deben revisarse todas las heridas superficiales, incluso en picaduras de garrapatas; heridas en ombligos de animales recién nacidos, castrados o descornados, así como las zonas vulvares o perineales de las hembras. Debe observarse con atención todo el rebaño, los animales infectados tienden a separarse del grupo, muestran signos de depresión, pérdida de apetito y molestias en las heridas. Sin tratamiento, pueden morir entre 7 y 14 días después debido a toxicidad o infecciones secundarias. A esta lista deben agregarse las pequeñas heridas en las orejas producidas por los aretes identificadores que requiere el programa de trazabilidad para rumiantes y cerdos del ministerio de agricultura de Guatemala.
En la página web de nuestro ministerio de agricultura existe información al respecto, pero es menos abundante en detalles. En la misma se recomienda “revisar frecuentemente a sus animales; de presentarse heridas con gusanos, tome la mayor cantidad de larvas y/o masa de huevos que se encuentren en la herida o en la piel del animal, coloque las larvas en un tubo de ensayo, el cual debe contener alcohol al 95%, coloque polvo curativo cubriendo toda la herida del animal, lleve el tubo con la muestra y la hoja con información, lo antes posible a la sede departamental del MAGA más cercana”.
¿Qué tan preparada está Guatemala para enfrentar el problema?, no estamos preparados. Luego que la mosca fue erradicada del territorio nacional en los noventa, desmantelamos todo lo que se había organizado para controlarla, de modo que no contamos con mucho para enfrentarla, nada más podemos ejecutar acciones curativas.
La toma de una medida de política siempre se hace con rezago debido al tiempo que consume el diagnóstico del problema y la evaluación de las alternativas a tomar, pero la cuestión podría ser más grave en Guatemala con un ministerio de agricultura con baja capacidad de respuesta y lleno de personal carente de calificación, sin vocación de servicio y que se mantiene atrincherado en las oficinas.
Así que señor presidente, las cosas se están complicando más en su gestión, como si todos sus enemigos se confabularan para hacerlo. Debe tomar medidas para atender a un conjunto heterogéneo de productores desorganizados. La heterogeneidad impide que medidas universales funcionen para todos, así que este aspecto debe tenerse en cuenta. Debe cuidarse de algunos ganaderos que juegan a la política, pero que lo hacen como buscadores de renta, como aquellos que promovieron la ley ganadera, porque estos pueden darle más problemas que beneficios para el colectivo pecuario.
Los productores, por su parte, también deben contribuir a solucionar los problemas. Deberían autograbarse para organizar un programa para el mejoramiento de la ganadería nacional, no solo para atender la emergencia que se viene encima. Aunque nunca se debe dejar de exigir al gobierno que atienda sus obligaciones.