Carlos Rolando Yax Medrano
Todos los pueblos tienen una hora improrrogable en que resuelven por sí mismos las situaciones extremas que padecen. A pesar de que los intentos por retardarla parecieran, a veces, ganar la batalla, la llegada del momento de transformación es inevitable. En la búsqueda de ese cambio, con la aspiración de esa metamorfosis, hay importantes eventos dignos de recordar.
El 20 de octubre de 1944, tras 14 años de gobierno de Jorge Ubico, tuvo lugar un proceso que más adelante se convertiría en mito para unas personas y en frustración para otras. Nuevas corrientes ideológicas se abrieron paso a través de la organización de partidos políticos modernizantes, que posibilitaron la participación amplia de la ciudadanía guatemalteca. La introducción formal de los Derechos Sociales, Económicos y Culturales en el marco jurídico nacional fue y sigue siendo, por su naturaleza, un tema controversial. Eso, y mucho más, se celebra y conmemora año con año.
El 20 de octubre de 1978, tan solo unos meses después de haber sido electo Secretario General de la Asociación de Estudiantes Universitarios, ocurrió un suceso que marcó para siempre la idiosincrasia de la Universidad de San Carlos. El vil asesinato de Oliverio Castañeda de León, que siempre será recordado por su convicción en la defensa de las causas populares, se convertiría desde entonces en una exigencia de justicia que se fortalecerá siempre con la fecha.
El 20 de octubre de 2019, durante la primera transición democrática luego de su cooptación, un grupo de estudiantes inició su labor como representantes estudiantiles para suceder a la primera mujer electa como Secretaria General de la Asociación de Estudiantes Universitarios. El ahogado anhelo de la Revolución y el silenciado motivo de inspiración del movimiento estudiantil, la construcción de la democracia, seguiría siendo el motor de reflexión y acción de los hombres y las mujeres que asumieron el desafío de continuar con ese legado y mantenerlo vivo.
Grandes son las expectativas e interminables son las demandas que aguardan a quienes se atreven a participar en el espacio más incomprendido de la política en Guatemala. Poco, por no decir nulo, es el reconocimiento que espera a quienes recorran el difícil camino de la representación estudiantil. Sin embargo, este es un modesto intento de hacerlo.
Enormes desafíos se les presentaron durante esos dos años. Tan solo unos días después de haber iniciado, en noviembre de 2019 los recibió, con un atentado contra sus vidas, el dirigente del más corrupto sindicato del país. En marzo de 2020 los sorprendió una pandemia que ni los más eficientes gobiernos pudieron resolver. En el transcurso del año tuvieron que enfrentar a un Rector que actualmente está siendo investigado por su participación en la cooptación del Estado. En noviembre de 2020 tuvieron que lidiar con la persecución de un gobierno por ser parte importante de la oposición. Sin embargo, en 2021 avanzaron con el más grande propósito, la reconstrucción del tejido con las autoridades ancestrales.
El 20 de octubre de 2021 queda ahora como la fecha en que, a pesar de los contratiempos y contra todas las dificultades, nunca se rindieron. Hoy les rindo honores a Laura, Afro, Ale, Elías, Buki, Turcios, Mactzil, Molly, Nat, Joel, Lou, Wilder, Turcios, Rebeca, Dania, Josselin, Pollo, Leo, Sarvi, Marín y a todos quienes estuvieron durante el camino.