La conferencia de prensa conjunta que dieron ayer el Presidente y las Autoridades Ancestrales marca un hito histórico en Guatemala. Hay elementos simbólicos que lo expresan y, de igual manera, hay otros de una gran profundidad.
Entre los elementos simbólicos está la imagen del gabinete completo, presidido por el Presidente en compañía de la Vicepresidenta, con las autoridades ancestrales a su izquierda y derecha; y también la frase con la cual todos los periodistas iniciaban la formulación de sus preguntas: “Señor Presidente” y “autoridades ancestrales”.
Los elementos de mayor profundidad son dos.
En primer lugar, la alianza estratégica que allí se expresó para defender la democracia en Guatemala ante los golpistas que insisten en destruirla y mantener una institucionalidad cooptada por las redes político criminales para garantizar la continuidad de la corrupción y la impunidad. Y, además, la decisión de hacerlo sin romper el ordenamiento legal vigente. Esto es controversial de cara a quienes, comprensiblemente desesperados por la continuidad de la Fiscal General, quisieran acciones de hecho para lograr expulsarla, argumentando, con lógica, pero sin comprensión política de los resultados, que el Presidente no debería someterse a una institucionalidad que está pervertida y cooptada.
Y, en segundo lugar, pero de trascendencia histórica para Guatemala, está el hecho que Bernardo Arévalo se está convirtiendo en el puente que sirva para empezar a construir un Estado incluyente de los cuatro pueblos que coexistimos en Guatemala. Esto significa atajar una dinámica de confrontación social de naturaleza étnica que lamentable y peligrosamente tiende a convertirse en el centro de la conflictividad social y política nacional.
Los sectores retardatarios del país y las redes político criminales están criminalizando la lucha que los pueblos indígenas hicieron a finales del 2023 defendiendo la democracia. Definen su lucha como terrorismo.
Por eso, debemos entender que el propósito de dichos sectores retardatarios y de las redes político criminales no es únicamente insistir en sus pretensiones golpistas; intentan destruir el liderazgo político de los pueblos indígenas que ahora se ha manifestado como el principal actor político nacional. ¡Eso es insoportable para el racismo!
La foto de la conferencia de prensa acá comentada debería ser el símbolo de la construcción de la alianza estratégica que el Presidente necesita para hacer realidad la Nueva Primavera. Esto no significa que esa alianza sea suficiente, por central que es. A partir de la fuerza política que la misma otorga, es necesario que se impulsen alianzas más amplias.
Y, por último, lo ocurrido ayer también tiene un mensaje fundamental para el grupo político que gobierna, desde el Ejecutivo y desde el Legislativo. Deben estar unidos. El barco necesita un solo Capitán, cuyo liderazgo sea aceptado por todos y todas. Eso no significa incondicionalidad, pero si madurez para superar intereses y aspiraciones personales o grupales que sin duda existen. O se alinean sin renunciar al necesario pensamiento critico o traicionarán al pueblo con tal de alcanzar objetivos egocéntricos.