Edith González
El comercio de personas ha sido una práctica desde épocas antiguas. Hombres y mujeres fueron vendidos como esclavos en época de Jesucristo. En la Europa Medieval y durante el sojuzgamiento de los pueblos indígenas en América las mujeres fueron violadas, obligadas a servir en familias pudientes y a prostituirse como aberrante práctica, que las dejaba indefensas y reducidas a objetos. De lo que difícilmente lograban recuperarse.
El 2 de diciembre de 1949 la Asamblea General de la ONU decretó Día Internacional para la Abolición de la Esclavitud para concientizar sobre la problemática persistente a nivel mundial. Conmemorando el aniversario del Convenio para la represión de la trata de personas y de la explotación de la prostitución ajena. Delito que destruye en vida a quienes caen en sus garras, especialmente mujeres y niñas que se ven perjudicadas de manera desproporcionada por el trabajo forzoso, representando en 99 por ciento de las víctimas en la industria del sexo comercial y el 58 por ciento en otros sectores. Ocasionado daño imborrable en sus vidas aún y cuando sean rescatadas de sus traficantes.
La Organización Mundial del Trabajo dice: 40 millones de personas en todo el mundo son víctimas de la esclavitud moderna en sus distintas expresiones, como trata de personas, explotación sexual, las peores formas de trabajo infantil, matrimonio forzado y reclutamiento forzoso de niños para su uso en conflictos armados.
La esclavitud moderna utiliza engañosamente la contratación, transporte, transferencia, alojamiento, recepción de personas, con el recurso de la fuerza y otras formas de coacción, por: rapto, fraude, abuso de autoridad o de una situación de vulnerabilidad, o por la oferta o la aceptación de pagos o ventajas para obtener el consentimiento de una persona que tiene autoridad sobre otra a efectos de explotación”.
Se trata de la violación de los derechos humanos y de la dignidad humana apegados generalmente a una necesidad que vulnera la vida de la persona. Que utilizando el engaño es reclutada para determinado trabajo, pero es coaccionada para realizar otro que brinda beneficios sólo al traficante y deja en completo estado de indefensión a su víctima a quien retiene con golpes, gritos, abuso físico y verbal, generalmente en espacios reducidos y bajo amenaza de mayores daños a ella o a su familia. Hay 5.4 víctimas de la esclavitud moderna por cada mil personas en el mundo.
Es inconcebible que en pleno siglo XXI se sigan violentando los derechos humanos al permitir y no combatir con mayor fuerza, firmeza y dedicación de parte de los gobiernos, la esclavitud moderna.
Los padres deben vigilar las redes sociales de sus hijos, donde los traficantes esconden su identidad, para solicitar fotos que luego utilizarán en su contra manteniéndolo en esclavitud. Especialmente porque una de cada 4 víctimas de la esclavitud moderna son niños.
Los docentes deben hacer reflexionar a los alumnos sobre estas formas de esclavitud que inicialmente ofrece todo fácil, una vida suave, con mucha paga y especialmente en otra ciudad o país, pero podríamos estar ante un desalmado traficante de esclavitud moderna. Y lo peor de todo muchas veces en complicidad con las autoridades con poder que buscan fuentes de riqueza, sin importarles a quien dañan.