Christians Castillo - Aire más Limpio

Cristhians Manolo Castillo

Licenciado en Relaciones Internacionales. Encargado del Área Sociopolítica del IPNUSAC. Premio a la Excelencia Académica Investigador 2024, otorgado por la USAC.


 

En fechas recientes se realizó el Seminario Regional de Etanol “Cultivando Energía” en la sede central del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura en San José de Costa Rica, denominado la casa de la agricultura sostenible de las Américas y patrocinado por el U.S. Grains Council, en el que se discutió a profundidad los alcances de promover en Centroamérica políticas que contribuyan a implementar modelos de seguridad energética que coadyuven a la descarbonización de la atmósfera global.

Centroamérica es un territorio geoestratégico de importancia transatlántica que es además altamente vulnerable a los efectos del cambio climático que ha venido azotando a los países de la región con fenómenos hidrometeorológicos extremos (huracanes Mitch y Stan; tormentas Eta e Iota, entre otras) lo cual no solo afecta la competitividad de nuestros países, destruye medios de vida (cultivos agroalimentarios) sino además está cobrando la vida de segmentos sociales que habitan en zonas de alto riesgo.

Las emisiones de gases de efecto invernadero están asociadas en un alto porcentaje a la combustión de motores alimentados con combustibles fósiles (arriba del 40% en el caso de América Latina).  El fenómeno pospandemia se ha agudizado en Guatemala debido al incremento significativo de motocicletas que, en conjunto con transporte pesado y vehículos de uso familiar, sobrepasan los 5 millones de unidades circulando en todo el país.  Los efectos negativos son principalmente perceptibles en las grandes ciudades, en donde además de la congestión en horas de alta movilidad, es evidente el deterioro de la calidad del aire que respiramos y que impacta la salud de personas que ya padecen enfermedades respiratorias.

Esta problemática afecta principalmente a ciudades con grandes concentraciones poblacionales que buscan apresuradamente cambios significativos en la matriz energética, principalmente usada para movilidad humana.  Si bien en sociedades con mayores ingresos y desarrollo tecnológico la electromovilidad (el uso de vehículos eléctricos) está siendo una respuesta contundente, en más de 60 países a nivel mundial se está apostando por las mezclas de combustibles fósiles con alcohol para reducir la emisión de Co2.

Esta medida ya está contemplada en la legislación guatemalteca desde 1985 cuando se aprobó el Decreto Legislativo 17-85 Ley de Alcohol Carburante que reguló la mezcla con productos petroleros; estableció que por cada galón de gasolina se incluirá no menos del 5% de alcohol.  Fue hasta 38 años después que se aprobó el reglamento mediante acuerdo gubernativo 159-2023 que contempla la aplicación de la medida hasta un 10% lo cual cobrará vigencia 40 años luego de la promulgación de la ley.

El etanol como biocombustible será mezclado con gasolina en Guatemala a partir del 2026, lo cual contribuirá a reducir la contaminación y la desacumulación de carbono en la atmósfera.  Los beneficios están probados en países que ya han implementado la medida sin requerir cambio de tecnología en los automotores, ni modificaciones significativas en el transporte y distribución de la mezcla a los consumidores finales.  Sin embargo, me quedó claro que el éxito de la implementación de esta regulación dependerá de la capacidad de las autoridades de implementar el mandato, de promover diálogo y buenas prácticas entre los diversos actores vinculados a la cadena de valor de los carburantes para una sana gobernanza que concrete la visión estratégica de una mejor calidad del aíre y sobre todo de una adecuada mitigación y adaptación al cambio climático en el país.

Las nuevas generaciones son más conscientes del daño que hemos hecho al planeta los humanos con nuestros hábitos, es el momento de adoptar medidas que eviten que sigamos haciendo de nuestra casa común una amenaza para nuestro propio bienestar.  Opositores habrán, pero es crucial que como sociedad asumamos las medidas que protejan los ecosistemas, esto es parte de un gran pacto nacional por ambiente.